PRD, partido verdaderamente feminista
MIGUEL TORRES ROSALES
En el marco conmemorativo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, quiero reiterar mi convicción por la inclusión y la igualdad entre mujeres y hombres.
Este pensamiento no es sólo mío, también lo es del Partido de la Revolución Democrática (PRD), del cual formo parte, y por lo que desde la Cámara de Diputados, quienes integramos el Grupo Parlamentario, trabajamos arduamente para impulsar iniciativas, programas y presupuestos que hagan realidad la igualdad sustantiva.
Todos los días las y los Representantes Populares perredistas, trabajamos en favor de quienes conforman más de la mitad de la población de México. Desde el Parlamento defendemos permanentemente a las mexicanas de la embestida de la que son objeto desde Palacio Nacional y de la mayoría oficialista de Morena y sus aliados en el Congreso de la Unión.
En el análisis del presupuesto federal 2023 pugnamos por el regreso de las Escuelas de Tiempo Completo, por medicamentos para el cáncer de mama y cérvico-uterino, por mejores servicios de salud y apoyo al emprendimiento femenino; y por la disminución de la inflación, la más alta de los últimos 20 años, que supera el 8 por ciento. También rechazamos el Plan B, que afecta derechos políticos de mujeres y otros grupos en vulnerabilidad.
En el GPPRD presentamos propuestas que coadyuven a disminuir y castigar todos los tipos y modalidades de violencia contra las mexicanas. Justamente el jueves 9 de marzo Día del Paro Nacional de Mujeres, en el que participaron mis compañeras Diputadas, solicité ser su portavoz para presentar en el Pleno de la Cámara Baja el proyecto de decreto de la Ley Ácido, la que fue aprobada por unanimidad.
Es una propuesta que adiciona el Artículo 294 del Código Penal Federal y la Ley de Víctimas, “para establecer que las lesiones que sean realizadas con ácido o sustancias similares que causen heridas graves, alteraciones irreversibles, trastornos, daños o muerte en mujeres víctimas de la violencia, sean sancionadas, se garantice la reparación del daño y se impongan penas acordes a la afectación infligida”. Sin importar quién sea el agresor, su filiación política o posición económica. Hasta ahora las agresiones con sustancias corrosivas no se atendían con perspectiva de género, dejando en la impunidad los 30 casos registrados en 20 años en México.
En el Sol Azteca ya no queremos que en la nación se registren 11 feminicidios diarios. Queremos detener el asesinato de niñas y mujeres, que en este sexenio asciende a 17 mil casos. Lamentables cifras, resultado de la fallida estrategia de seguridad de “abrazos no balazos” de Andrés Manuel López Obrador, que tiene un doble discurso. Por una parte, el 8 de marzo dijo que las mujeres son el motor del cambio y, por otra, desacredita los movimientos y marchas feministas y pone vallas metálicas alrededor de su “palacio” para no escucharlas.
En el PRD sí escuchamos las demandas de las mujeres. En el PRD sí somos un verdadero partido de izquierda. En el PRD sí somos feministas. En el PRD fuimos los primeros en escuchar a las mexicanas, impulsar sus causas, exigir la equidad de género en candidaturas y en defender sus derechos humanos. Y lo seguiremos haciendo.