Se reportan 30 mil reses muertas por sequía
Zacatecas Zac.- Al dar a conocer el balance y los estragos de la sequía en la entidad, el gobernador Miguel Alonso dijo que se dejarán de sembrar 250 mil hectáreas, mientras que en el sector ganadero el prolongado estiaje ha significado la muerte de 30 mil cabezas de ganado.
Anunció que el balance regional se realizará en Zacatecas, junto con los gobernadores de Durango y Chihuahua, que conforman la zona Centro-Norte, junto con el secretario de Agricultura, Francisco Mayorga.
En la reunión podría abordarse la posibilidad del bombardeo de nubes y la exigencia de que se etiqueten recursos especiales dentro del Presupuesto de Egresos para los estados que cada año sufren por los estragos de la sequía.
Acompañado de los representantes en Zacatecas de la Sagarpa y la Conagua, el mandatario precisó que de una superficie cultivable de un millón de hectáreas, sólo se tiene previsto que se cultiven en total 830 mil, equivalente a 75 por ciento de lo programado.
De este total, 385 mil hectáreas corresponden a frijol, las cuales se alcanzaron a sembrar antes del periodo factible que venció el 10 de agosto; el resto de la superficie se optó por la siembra de forrajes, debido a que se tiene un desfase de 20 días sin precipitaciones pluviales.
Explicó que en junio y julio se registraron lluvias anormales de sólo 94 milímetros, cuando la media histórica es de 212 milímetros, equivalente a 44 por ciento de lo esperado.
El gobernador aprovechó para manifestar que el estado no está en condiciones de solicitar una declaratoria de Desastres Naturales por sequía, porque la normatividad de la Federación no lo permite, debido a que marca plazos y evaluaciones realizadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hasta que pueda ser comprobada la siniestralidad del cultivo.
Sin embargo, el delegado de la Coanagua, Enrique Morán, aclaró que aún no se pueden emitir posturas catastrofistas, sino objetivas en base a datos y estadísticas, por ende, la situación dependerá mucho de las precipitaciones pluviales que se presenten en agosto y septiembre, principalmente, las cuales se estiman estén dentro de los rangos normales.
Por ello, dijo que «quien siembre incertidumbre cosechará desilusiones», empero admitió que las condiciones de estos meses no han sido favorables, pero sólo queda implorar «al Dios Tlaloc» que llueva para que las condiciones no sean adversas a los productores zacatecanos y no se tenga que recurrir a las declaratorias por desastres naturales.
