Breves Recetas de Economía. No pago para que me peguen

JAVIER LARA CABALLERO

¿En dónde se cruzan las finanzas nacionales con el tema de las real politik? La verdad es que la respuesta es muy sencilla, aunque se trate de un tabú, pero es conocido por todos. Hoy más que nunca cobra validez ese dicho mexicano de que hechos son amores y la realidad es que el análisis es mucho más sencillo de lo que parece.

Todos sabemos que la Federación tiene el compromiso de entregar recursos a los estados y esos recursos responden en una gran medida a fórmulas previamente establecidas y conocidas por todos. Factores como la población y el nivel de pobreza, incrementan o disminuyen esas bolsas.

Esas bolsas son de diferentes tamaños, siendo la más importante, la de las participaciones a los estados y los municipios, y en su conjunto, representan el 50.2 por ciento de los recursos que reciben en las entidades, le siguen en importancia las aportaciones federales, con una contribución del 41.0 por ciento del total, o sea que, entre participaciones y aportaciones, las entidades y sus municipios, reciben el 91.2 por ciento del presupuesto.

Las aportaciones son los Recursos que transfiere la Federación a los estados y municipios a través de fondos para el cumplimiento de objetivos específicos como salud, educación, desarrollo social, seguridad, entre otros. Es cuando el gobierno federal transfiere recursos para que los estados cumplan con obligaciones que serían de ellos.

Por su parte, las participaciones federales, a diferencia de las aportaciones federales, son recursos que la Federación transfiere a las entidades federativas, y que las autoridades estatales los ejercen libremente en la producción de bienes y servicios que consideren necesarios.

En otras palabras, las participaciones federales son recursos que los Estados y Municipios ejercer libremente, mientras que las aportaciones federales son recursos etiquetados o condicionados, porque la Federación determina en qué se deben gastar.

Pensemos en el caso de Zacatecas, lo anterior significa, que de cada peso que recibe el estado, tan solo tiene un margen de maniobra de 50 centavos, sin descontar los recursos que debe comprometer para su propia operación, como el pago a la burocracia, por poner un solo ejemplo. Claro, hay estados que también cuentan con una alta capacidad de autogenerar recursos, o de gestionar recursos adicionales de bolsas extraordinarias por las que se concursa, proyectos especiales de infraestructura, etc.

Aquí es en donde entra el juego el factor de la real politik. Una vez cumpliendo sus obligaciones legales, el gobierno federal, tiene la capacidad de distribuir recursos extraordinarios a los estados. Pregunta de fácil respuesta ¿A quién creen que le llegarán esos recursos? ¿A la jefa de gobierno o al gobernador de Zacatecas? Y si a eso agregamos que quien manda en el estado no se caracteriza por andar buscando los recursos como una de sus prioridades ¿estos caerán del cielo? No hay que ser científicos nucleares para darnos cuenta de lo que les espera a las finanzas zacatecanas de aquí a que se defina la sucesión presidencial… (si se imaginan que tiene que ver con las corcholatas pueden tener toda la razón.