¡No al olvido, sí a la lucha!
JACOBO CRUZ
La semana pasada conmemoramos acontecimientos para honrar la memoria de hombres a los que les fue arrebatada la vida, en diferentes circunstancias es cierto, pero que tenían algo en común: eran Antorchistas nobles, honrados y comprometidos con la lucha, características por lo que eran muy queridos en la organización.
Uno de ellos fue Don Manuel Serrano Vallejo, padre de la luchadora social Maricela Serrano Hernández, ex presidenta del municipio de Ixtapaluca, Estado de México, por quien el día 6 de octubre se conmemoró el 8.º aniversario luctuoso convirtiéndose en símbolo nacional de Antorcha, es un representante de los grandes hombres que han aportado su vida a la lucha revolucionaria.
Manuel Serrano fue víctima inocente de la represión política que priva en México, fue secuestrado la mañana de un seis de octubre del 2013 cuando se dirigía a abrir su puesto de periódicos en el municipio de Tultitlán. Esa fue la última vez que sus familiares lo vieron con vida, es un hecho que lastima a familiares y al Antorchismo nacional. Don Manuel sigue viviendo en la memoria y los corazones del pueblo organizado, ya han pasado 8 años de su desaparición física pero su nombre siempre está con nosotros, en cada obra, en cada calle, en cada vivienda, en todas las obras importantes que se han materializado con la lucha diaria en la búsqueda de la justicia social que siguen esperando los mexicanos.
Y como en todo evento Antorchista, después de celebrada la misa para pedir por el eterno descanso de su alma se dio paso a la cultura, se presentó el Ballet Folclórico del Estado de México, Humberto Vidal Mendoza presentando cuadros culturales de Nayarit y el Huapango de Moncayo, programa que fue disfrutado por los asistentes y transmitido a través de las redes sociales donde se logró que miles de mexicanos participaran en el acontecimiento a distancia, para rememorar a este gran ser humano.
Por otra parte, el 10 de octubre se cumplieron cuatro años del asesinato del exalcalde huitzilteco Manuel Hernández Pasión, quien fue abatido junto con su escolta Juventino Torres Melquiades, en una emboscada orquestada por los grupos caciquiles de la región en el año 2017.
Desde aquella fecha que no se quisiera recordar hemos estado exigiendo justicia y castigo contra los verdaderos responsables de su asesinato, se sabe que fue planeado por el grupo caciquil de Huitzilan comandado por Alonso Aco Cortés, un militante de Morena que, por esos entonces, estuvo en las listas de posibles candidatos a diputados o a gobernador del partido de López Obrador.
De profesión abogado, Manuel se educó con las nuevas ideas de libertad y progreso, desde muy joven se afilió a nuestra organización y por su humildad, gran cariño con su pueblo y arduo trabajo manual, combinado con una ideología revolucionaria, llegó a ser presidente municipal de su tierra logrando obras tan grandes como un gigantesco hospital integral en el que se curan miles de habitantes de la Sierra Norte, una unidad deportiva con estadio de fútbol y canchas para básquetbol, en fin durante su gobierno se aplicaron más de 470 millones de pesos y no hay un solo alcalde en México, de un municipio con la misma población, que pueda presumir algo parecido.
Manuel Hernández y Juventino Torres eran personas pacíficas y de bien. Hoy el municipio es un modelo de desarrollo de pueblo indígena gracias a la unión y conciencia política de los campesinos y la formación de un gobierno que les responde. Esto lo analizan los campesinos de la Sierra Norte y lo admiran. En este contexto, Manuel se convirtió en el líder de varios municipios que también veían en él a un indígena progresista que los podía ayudar a salir de la pobreza. Esto encolerizó a los caciques y planearon su muerte.
Los casos de Manuel Serrano y Manuel Hernández no se olvidarán, en ambos se trata de consecuencias lamentables del odio irracional e intolerancia contra Antorcha por parte de los enemigos de la organización popular que ven en las masas populares un riesgo a sus intereses económicos y políticos, por lo que siempre han intentado terminar con el movimiento social, pero han fracasado.
Han pasado los años y estos arteros crímenes siguen en la impunidad, los verdaderos orquestadores, de los autores intelectuales no se sabe nada. Nosotros seguiremos exigiendo justicia porque es nuestro derecho y una obligación siendo que nuestros compañeros ofrendaron su vida en la edificación de un movimiento que plantea terminar con la pobreza que lastima a millones de mexicanos. Porque como dice la poesía de Gioconda Belli (fragmento):
En todas las profecías
está escrita la destrucción del mundo.
Pero los siglos y la vida
que siempre se renueva
engendraron también una generación
de amadores y soñadores,
hombres y mujeres que no soñaron
con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.
Los acumuladores de riquezas les temían
lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños todas las noches
hacían el amor
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas
que no sólo portaban sueños sino que los
multiplicaban
y los hacían correr y hablar.
Son peligrosos – imprimían las grandes
rotativas
Son peligrosos – decían los presidentes
en sus discursos
Son peligrosos – murmuraban los artífices de la guerra.
Los portadores de sueños conocían su poder
por eso no se extrañaban
también sabían que la vida los había engendrado
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías
y por eso defendían su vida aun con la muerte.
Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de
sueños
que no pueden detener los traficantes de la muerte…
Los Antorchistas somos conscientes que los tiempos que se avecinan seguirán siendo de lucha, pero también somos gente digna y el pueblo organizado sabrá reclamar sus derechos y honrar la memoria de sus mártires.