La lucha contra la violencia en tiempos de la 4T
DAVID MONREAL ÁVILA
Uno de los compromisos del actual gobierno federal ha sido el recuperar la paz al país, acabar con la corrupción, la violencia y el crimen organizado. Para cumplirlo, se han implementado una serie de acciones que buscan preservar el bienestar de todos los civiles y atacar los eslabones más fuertes de dichos problemas de manera conjunta.
Son claros los ejemplos que durante dos años han tenido cabida en la administración para poder mejorar las condiciones del país.
En primer lugar, en materia de seguridad, la creación de la Guardia Nacional y su desplazamiento a los municipios más afectados por la violencia, ha generado mayor confianza de los ciudadanos y también, según el último informe del titular de la SSP, Alfonso Durazo, la incidencia delictiva se ha reducido en un 28.7%.
En cuanto a la corrupción, el Presidente y las instituciones se han comprometido a iniciar investigaciones con todos los actores que estén posiblemente involucrados en dichos casos, algunos ejemplos: el ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, quien ya fue detenido y acumula por lo menos 100 investigaciones; Rosario Robles, ex secretaria de Sedesol y Sedatu; Romero Deschamps, ex líder del sindicato petrolero; Juan Collado, quien ha defendido a ex funcionarios priístas; Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México; Emilio Lozoya, ex director de PEMEX, quien actualmente se encuentra detenido y lleva un proceso con la FGR como testigo colaborador; José Yépez, alias ‘El Marro’, actualmente detenido por extorsión, narcotráfico y huachicoleo, presunto líder del Cartel Santa Rosa de Lima.
Por su parte, la lucha contra el crimen organizado se ha manejado desde una perspectiva integral que busca preservar la seguridad de los mexicanos e ir atacando el problema desde sus raíces. Con una agenda manejada desde la Secretaría de Gobernación que busca la legalización de la marihuana, reforzando el control de los puertos y aduanas, una exhaustiva guerra contra el huachicoleo –que ha resultado victoriosa para los mexicanos, teniendo ahora un ahorro de más de 20 millones de pesos, y de 50 mil barrilles que diariamente se robaban-, así como la Ley de Amnistía para proteger a quienes fueron víctimas de las circunstancias, pero que no merecen llevar ciertos procesos penales.
Somos conscientes de que cambios tan grandes como éstos no se realizan de la noche a la mañana, pero sí sabemos que la voluntad del pueblo para cambiar dichas prácticas está ahí, así como la intención de legislar, reformar y hacer políticas públicas de las instituciones.
Lo ha dicho reiteradamente el Presidente <<no somos tapadera de nadie>>, y ya no hay lugar para la impunidad. Se tiene una deuda con el pueblo mexicano, y se tiene que saldar con buenas acciones.
Esta es una lucha de todos y es una lucha que ha tenido frutos, y que los seguirá teniendo mientras sigamos caminando juntos en esta transformación.