Jorge Obispo y la lucha por justicia social en México

JACOBO CRUZ

En el municipio de Guadalupe, Zacatecas, se encuentra ubicada la colonia Jorge Obispo Hernández, un fraccionamiento popular donde unas 50 familias construyeron su patrimonio y ya se cuenta con los servicios elementales como el agua potable, drenaje sanitario, electricidad domiciliaria y alumbrado público y aunque falta la regularización de los predios hay confianza en que pronto se alcance este trámite, lo que dé certeza jurídica a los vecinos de este asentamiento que logró este avance con la lucha firme de vecinos entonces sin casa, demanda enarbolada por el Movimiento Antorchista.

El nombre de esta colonia se debe a Jorge Obispo Hernández, un joven indígena originario de la Huasteca de San Luis Potosí, quien  fue asesinado el 1° de julio de 2006, a plena luz del día y con alarde de impunidad por un comando de sicarios que terminó con su corta vida, en ese momento estaba a cargo de cuidar la casa de la dirigencia antorchista, este crimen sigue impune y se dio en un clima de persecución política y amenazas que en aquellos años estaba sostenido por verdugos del panismo más conservador del país.

El próximo 1 de julio se cumplirán ya 14 años de este brutal asesinato en contra de este activista de la organización social y con ello se demuestra que la defensa de los derechos del pueblo pobre siempre ha incomodado a los poderosos gobernantes de cualquier partido y que la represión que ahora se vive con el primer morenista de México no es algo nuevo, se trata de otro ensayo por desaparecer todo tipo de agrupación que no sea de su interés y con más saña si esta representa los intereses verdaderos de los mexicanos, tal como lo hace Antorcha.

Jorge Obispo,  representa un ejemplo de luchador social en cuya memoria los zacatecanos y muchos mexicanos de otras latitudes adoptamos su nombre para honrar su memoria en colonias, escuelas o calles como una forma de homenaje a un joven potosino víctima de la persecución pasada, sin embargo nos lleva a relacionarla con la que ahora existe de forma abierta y con descaro total por el gobierno de la autonombrada Cuarta Transformación que no tiene rubor al lanzar la amenazante fórmula, “están conmigo o contra mí” y con esta consigna seguramente desde Palacio Nacional planean nuevas estrategias para acusar a opositores y luego justificar la represión del presidente contra los que ha bautizado como conservadores, neoliberales, enemigos del progreso, fífís, etc.,  que no es nada nuevo, pues  así conduce ya casi por dos años a México.

Los abusos y errores que ha cometido el titular del ejecutivo son ya muy conocidos y están documentados por gente conocedora de temas económicos y sociales incluso muchos de fuera de México, por si cabe la duda que exista mala fe o un interferís particular y mezquino  en las opiniones que se vierten acerca de su actuar, señal de eso es pretender cambiar índices establecidos como el Producto Interno Bruto (PIB), por uno que mida la felicidad de la gente o como el registrado desprecio que hizo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca de las acciones de contención del coronavirus que el día martes 9 de junio cerró con 124,301 casos positivos y 14,649 defunciones.

Ante este escenario es que se da la confrontación del fundador de la 4T con amplios sectores de la población mexicana que critican sus errores y propósitos de crear una dictadura y seguir polarizando a la población mexicana que como es sabido de por sí se encuentra dividida desde hace mucho por causa económica como lo es la injusta distribución de la riqueza nacional y aunque parezca repetitivo tenemos aquí a hombre inmensamente ricos como Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego, mientras viven en la miseria millones de mexicanos.

Y como lo escribió este día el líder del Movimiento Antorchista Nacional: “López Obrador no creó la polarización; solo la verbalizó y la aprovechó para ganar la presidencia, y la aprovecha hoy para acorralar a sus críticos”.

La pandemia vino a demostrar que los programas de entrega monetaria, eje central de la política de López Obrador tampoco son la solución pues bastaron tres meses para caer en la mayor demostración de la miseria: la hambruna.

En ese sentido es que la lucha de Antorcha y sus Mártires, como lo es Jorge Obispo requieren relevancia y actualidad. Aunado a la exigencia de salarios bien pagados, de crear empleos para todos, del cobro de impuestos de acuerdo a los ingresos, de una propuesta nueva que brinde la oportunidad de que todos los mexicanos tengan un lote donde puedan edificar sus viviendas y brindar hogar a sus hijos, en fin, a las familias como sucede en la colonia popular de Guadalupe, Zacatecas a la que me referí al principio.

Pero para lograr lo anterior Antorcha propone crear una fuerza social numerosa para conformar un frente nacional siempre y cuando no se ignore al pueblo y sus necesidades, sino que permita a las mayorías ser atendidas mediante verdaderos representantes en el poder político del país por la vía democrática, para poner en ejecución un proyecto de país que impulse las demandas de todos.

Sabemos bien que la defensa real de los intereses de los pobres pone en riesgo la vida de los líderes so 3ciales, que se debe organizar, educar, despertar el pueblo, defender sus intereses y defenderse de los ataques de la cuarta transformación y en concreto del presidente de México que mantiene la persecución contra las organizaciones no para terminar con la corrupción, como justifica, sino para eliminar movimientos populares que le reclaman justicia social.