Juventud resiliente: Es tiempo de un Fobaproa sincero

RODRIGO RODRÍGUEZ OLVERA

Corría el año de 1995, tendría yo algo así como 4 años de existencia, tal vez suene poco lógico escribir acerca de algo que no se vive, sin embargo, las repisas de la historia, la “oposición” panista y la siempre “conciliadora” izquierda perredista relamiéndose los bigotes ante un Zedillo cooperativo, el régimen de los ”toficos” (se le decía así a la oligarquía mexicana que recordaba al slogan de los chiclosos de hace varias décadas que decía “¡uy que ricos!”) permitiendo que cambien un poco las reglas y sobre todo las matemáticas no mienten, así que creo es válido tocar el punto.

Ernesto Zedillo anunciaba la aplicación de un rescate bancario que se denominó FOBAPROA (Fondo Bancario de Protección al Ahorro) el cual fue creado por su antecesor Salinas y estaba ahí para emergencias, en teoría sonaba bien, cientos de miles de millones de dólares si se hace la conversión actual es lo que se desembolso para aquel rescate, la pregunta es ¿a quién rescataron?

Parece que fue una jugada maestra de dimensiones épicas, el gobierno pagaba las deudas de los mexicanos con los bancos y en unos años desde políticas macroeconómicas revolucionarias se devolvería aquel “egreso” de las arcas nacionales, el resto es historia, efectivamente, salió ese recurso del gobierno mexicano, se les pagaron a los bancos deudas con intereses moratorios demasiado inflados, no se hicieron las políticas macroeconómicas de recuperación a largo plazo pero sobre todo y lo más lamentable no se les condonó ninguna deuda a los mexicanos, estos debieron pagarla como podían, a final de cuentas se pagaron tres deudas por mexicano: la que debían, la que el gobierno simuló que les pagó y la de los intereses irrisorios.

Es verdad aquella ley no escrita que dice que el mercado regula al mercado, sin embargo, las autorizaciones para que operen los bancos las regula el gobierno, mientras ese cordón umbilical tienda en la economía mundial siempre será responsabilidad del gobierno tratar de evitar y/o aminorar sismos crematísticos.

Nos acercamos en cuestión de días a verdaderas realidades de parábolas negativas en la economía, aprendiendo del pasado y en época de generación de ideas revolucionarias incluyendo la materia económica, puede ser que ahora si resulte funcional una protección a los usuarios, un FOBAPROA sincero e integralmente funcional, una medida económica humana y que nos proteja como mexicanos ante el embate de los monstruos que concentran el poder global, se lee complicado, pero si se hizo una vez se puede volver a intentar… de forma correcta.

Nos leemos la próxima si Dios, adiós.

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