Puebla: sobre la injusticia, la amenaza descarada
AQUILES CÓRDOVA MORÁN
En octubre del año pasado, el Movimiento Antorchista Poblano (MAP) presentó ante el Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEEP), la solicitud y la documentación para ser reconocido como asociación civil con derecho a convertirse en partido político local. No se trató de la comunicación de su intención de ser partido, como afirma el IEEP. Ese requisito ya había sido cubierto en tiempo y forma por Podemos Puebla, del cual el MAP se convirtió en sucesor legal mediante un movimiento previsto por la legislación vigente. Este procedimiento se inició después de que la Secretaría de Economía le negara el reconocimiento como asociación civil a Podemos Puebla, argumentando que ya existía otra solicitud con la misma denominación. A raíz de eso y por razones que no me toca a mí detallar, la directiva de Podemos Puebla entró en un proceso de disolución. Esto significa, nótese bien, que Podemos Puebla jamás consiguió su reconocimiento como asociación civil y que, por tanto, no existe legalmente hablando ni puede ser sujeto de derechos.
Ante el fracaso de Podemos Puebla, Elieser Popócatl propuso a los dirigentes del Movimiento Antorchista Poblano retomar la gestión con otro nombre y con otra membresía en la directiva, algo permitido por la ley, dijo. Los compañeros poblanos consultaron el asunto con sus abogados y buscaron la asesoría de expertos en derecho electoral; todos coincidieron en que el procedimiento estaba contemplado en la ley y que era, por tanto, perfectamente legal, cosa que el IEEP nunca ha desmentido que yo sepa. El MAP se dedicó a reunir los requisitos exigidos por el IEEP y, completada la tarea, los presentó ante el IEEP en octubre de 2019. Creo que todo mundo estará de acuerdo en que, si como dice hoy el IEEP, el recurso presentado por el MAP tenía un retraso de nueve meses, su rechazo debió ser inmediato y automático.
Pero no fue así. En vez de eso, echó a andar todo el proceso de acreditación de militancia y representatividad del MAP, proceso que fue supervisado, controlado y certificado por el propio IEEP (cuyos funcionarios, dicho sea de paso, son altamente profesionales, pulcros y eficientes). Y todo para que, al final, salieran con que todo el esfuerzo había que tirarlo a la basura porque se basaba en una gestión extemporánea. Debo decir que fue un esfuerzo ímprobo, agotador y ejemplar de los antorchistas poblanos. En un corto período de dos meses, cumplieron con las 23 asambleas comprometidas, superando en todo el cuórum mínimo exigido por la ley. Al final, celebraron la asamblea estatal constitutiva con los delegados elegidos en las asambleas distritales. Allí se eligió, por voto libre y directo, a la mesa directiva del partido recién constituido.
Fue hasta este momento que al IEE le atacó de pronto una verdadera fiebre por nombrar a su presidente definitivo, para reemplazar a la Lic. Sofía Marisol Martínez Gorbea, que ocupaba el cargo interinamente. Llegó al poder el abogado Miguel Ángel García Onofre, de reconocida filiación morenista, quien en solo dos días se “empapó” del asunto del MAP, descubrió con mirada de Argos el pecado original del proceso y convocó apresuradamente a una reunión semiclandestina de su Consejo en la cual, sin permitir discusión ni argumentación alguna y en poco más de 20 minutos, resolvió: el Movimiento Antorchista Poblano no puede ser partido político local por haber notificado su intención al IEEP fuera de tiempo. En su comunicado del 3 de febrero se lee: “…se consideró ilegal la participación de la asociación civil <<Movimiento Antorchista Poblano>>, ya que viola los artículos 11 de la Ley General de Partidos Políticos (LGPP) y 32 del Código de Instituciones y Procesos Electorales del Estado de Puebla, que imponen la obligación a cualquier organización de ciudadanos que busquen constituirse en un partido político en el Estado de Puebla, informarlo al Consejo General en el mes de enero del año siguiente al de la elección de Gobernador”. Es decir, en este caso, en enero de 2019. Y eso es todo.
Permítaseme repetirme. A cualquiera que use la cabeza para pensar, se le ocurre preguntar: ¿y para descubrir esa simpleza, esa tan evidente irregularidad, necesitó el IEEP todo el tiempo transcurrido de octubre a la fecha, es decir, poco menos de cuatro meses? ¿No le parece a usted, lector, que, si esa es la causa del rechazo, este debió ser inmediato? ¿Alguien se traga la rueda de molino de que el IEE se limita a cumplir y hacer cumplir la ley? El MAP sostiene que el IEE viola sus derechos de modo flagrante porque, habiendo revisado la solicitud y la documentación que presentó en octubre, no las rechazó de inmediato por extemporánea. Ese argumento, dice, se lo saca hoy de la manga el IEEP. No solo eso. Dio luz verde al MAP para llevar adelante el proceso de acreditación de militancia y representatividad, cosa que solo se permite a una asociación civil legalmente constituida. Por tanto, la realización de tal proceso sí implica la aprobación tácita del carácter de asociación civil del MAP. La razón de que el IEEP no alegara extemporaneidad en su momento consiste en que su solicitud, en efecto, no era extemporánea de ninguna manera. Hoy, para sostener esa patraña, el IEEP recurre al pueril juego de transformar, por arte de birlibirloque, la solicitud de reconocimiento como asociación civil en información de intención de ser partido, que debió hacerse, y se hizo, en enero de 2019, por Podemos Puebla, de quien el MAP es sucesor legal.
El IEEP dice: <<Es también incorrecto que por el hecho de que la asociación civil “Movimiento Antorchista Poblano” haya cumplido con la celebración de sus asambleas y la afiliación de los militantes requeridos pueda constituirse ya como partido político local, puesto que ello solo es una de las etapas previstas por la normatividad.>> Esto es verdad en términos generales; pero el MAP no cuestiona el principio aplicado, sino la razón concreta por la cual se concluye que no puede ser un partido local. El IEEP niega que el permiso para el proceso de acreditación de membresía implique la aceptación tácita de la legalidad del cambio de nombre y de miembros directivos de Podemos Puebla a Movimiento Antorchista Poblano. Añade que hay conflicto entre los promotores de uno y otro proceso, y que esto fue lo que obligó la intervención de su consejo. Pero resulta que en su comunicado del 3 de febrero, solo da una única causa legal para su negativa: la extemporaneidad de la comunicación del MAP. No habla de que haya violado la ley en el cambio de nombre y de representantes. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que el conflicto con Podemos Puebla es artificial, lo infla y magnifica el IEEP para usarlo como pretexto, pero sabe bien que es jurídicamente insostenible porque Podemos Puebla no existe legalmente y no es sujeto de derecho en este caso. Lo que prueba que la negativa al MAP no es un asunto de estricta aplicación de la ley, como dice el IEEP, sino un golpe político contra un competidor electoral temible.
Y no es difícil probarlo. CÓDIGO PUEBLA del 14 de enero dijo: “El miedo no anda en burro. El posible surgimiento de Antorcha Campesina como partido político, provocó crisis entre quienes se oponen. La preocupación es fundada por la capacidad de convocatoria del Movimiento Antorchista. Antes de que Antorcha consiga su registro desde las altas esferas políticas se preparan golpes jurídicos contra la agrupación y sus líderes”. Y que conste que no es el único medio que lo dijo anticipadamente. Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, se tiró al ruedo sin tener motivo: “…si Antorcha Campesina piensa que nos va a amenazar se equivoca, les digo que el diablo no existe, les digo que a ellos se les va a aparecer la ley, esa sí existe… que ya pierdan esa idea de que a los gobiernos anteriores los amenazaron, los presionaron, les sacaron permisos, concesiones, les sacaron todo. Conmigo no. Yo les trato con respeto, pero se acabó eso de violar la ley”. Barbosa nos acusa y nos amenaza, pues, por lo que “pensamos”, no por lo que hacemos, y esto es una aberración jurídica en la legislación del planeta entero. ¿A qué viene, además, eso de que a él no le vamos a sacar permisos ni concesiones como a otros? ¿Qué tienen que ver eso con la violación flagrante a nuestro derecho de organizarnos como partido político poblano? Nada. Es una pura amenaza gratuita, descarnada; es abierta intimidación para acallar nuestra justa inconformidad contra el IEEP. Sobre la injusticia, la amenaza brutal de cárcel o represión violenta. Eso se llama fascismo.
Hay más. El IEEP acusa a Elieser Popócatl de haber falsificado una firma en el documento que presentó a nombre de Podemos Puebla. Y lo hace justamente ahora, cuando tuvo más de un año para desahogar el problema sin mezclarlo con la solicitud del MAP. Es lo mismo: intimidación pura y simple para inhibir las protestas del MAP. Si el IEEP dice verdad, de ello se deducen dos conclusiones significativas. 1) Se refuerza mi afirmación de que Podemos Puebla jamás tuvo existencia legal como asociación civil, pues en caso contrario, el IEEP habría convalidado el delito de falsificación de firma al reconocer la validez del documento presentado por Popócatl. 2) Que los otros tres firmantes del oficio de marras (quitando a Popócatl y al quejoso), entre los cuales se encuentra Camerina Viveros, debieron haber tenido puntual conocimiento del ilícito y lo dejaron pasar por así convenir a sus intereses. Y ahora resulta que el IEEP coloca los “derechos” de Camerina Viveros por encima de los 50 mil poblanos del MAP.
Sabemos con certeza que el Tribunal Judicial Electoral poblano, en pleno acuerdo con el IEEP, ya tiene lista su negativa a la apelación del MAP. Nos llegan, además, rumores amenazantes de que en estos días serán encarcelados los principales líderes del Antorchismo poblano por “órdenes superiores” que Barbosa se dispone a acatar. Todo concuerda con lo dicho por CÓDIGO PUEBLA y todo prueba el carácter político de la resolución del IEEP. Lo ponemos en conocimiento de la opinión pública como un legítimo recurso defensivo, y para llamar al Antorchismo Nacional a alertar a su gente para responder a escala nacional en caso necesario. Dejo aquí constancia anticipada de cualquier atropello en contra del antorchismo poblano.