¿Qué sigue después de la marginación presupuestaria de los diputados de Morena?
OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO
Durante 12 días estuvimos apostados a las afueras del Palacio Legislativo de San Lázaro para solicitar a los diputados federales, que estaban en la víspera de la aprobación del presupuesto, la inclusión de obras y servicios de carácter elemental en beneficio de zacatecanos pertenecientes a los sectores más vulnerables. A título de ejemplo, traigo a la memoria algunas de las acciones más significativas:
- Construcción de la tercera etapa de la Unidad Deportiva de Trancoso.
- Construcción de cancha de futbol con pasto sintético en la unidad deportiva de Trancoso.
- Remodelación de la Plaza Hidalgo, en el centro histórico de Trancoso.
- Remodelación del Parque de Béisbol de Trancoso.
- Construcción del Polideportivo en la unidad deportiva de Trancoso.
- Línea de rebombeo de agua potable y depósito de agua, en Trancoso.
- Construcción de domos escolares en telesecundaria de Casa Blanca, primaria de los Rancheros, kínder de Zóquite y primaria de Tacoaleche.
- Conclusión de aulas en preparatoria de Sauceda en Vetagrande.
- Pavimentación de calles en diversas comunidades de Fresnillo
- Bardas perimetrales para primarias en Zacatecas.
- Domos escolares en Casa de Cerros, San Antonio y Pozo de Gamboa en Pánuco.
Como cualquiera puede ver se trata de obras indispensables para la población y que constituyen incluso derechos contenidos en la Carta Magna, pues baste recordar que el Art. 4, por mencionar sólo un caso, habla del derecho a una vivienda digna, pero para hacerlo posible se requiere contar con los servicios elementales como: agua entubada, drenaje y pavimentación. Por tanto, nuestra exigencia no constituye ningún exceso o pretensión desmesurada de apropiarse de los recursos públicos.
Ante esto, como es sabido, la respuesta fue el menosprecio absoluto del morenista Mario Delgado coordinador de la fracción mayoritaria, que apostando al desconocimiento absoluto de nuestros dirigentes se atrevió afirmar “hay voluntad, pero no hay presupuesto”, pensando que ignoramos que en sus manos estaba determinar el destino de más de ¡6.1 billones de pesos!
Pero no se conformaron con esto, a la soberbia respuesta, siguió una retahíla de ataques mediáticos y, como corona de la agresión, la policía federal cercó a inermes campesinos y colonos que padecieron inclemencias del tiempo como la lluvia, sol y aire para ser escuchados por los “pseudoreprentantes populares”. Sin duda, un acto injusto y arbitrario pues como cualquier mexicano, los antorchistas también pagamos impuestos y por ende también deberíamos ser beneficiarios de las acciones gubernamentales.
Dos caminos quedan ante esta circunstancia, agachar la cabeza y admitir la realidad como algo fatídico decretado por el oráculo de Delfos o disponerse a desenmascarar a quienes dieron la espalda al pueblo, dejando claro que el atraso obedece a la ciega obediencia de los diputados y al presidente Andrés Manuel López Obrador que en los hechos traiciona al pueblo que tanto dice defender.
Por tanto, no hay de otra, si a las dependencias federales enviaron los recursos, ahí acudiremos a exigir se programen las obras necesarias como en la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a la Secretaría del Bienestar, a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y demás dependencias gubernamentales, pues podrán maniobrar y manipular los recursos, pero nunca podrán arrebatar nuestros sueños de una vida más digna y para ello estamos dispuestos a dar la vida misma si fuera necesario.