Exhibir y “avergonzar al diablo”, el viejo y el nuevo periodismo

RAÚL MANDUJANO SERRANO

Para el forajido de los libretos del oficio más viejo del mundo, la “cosa no es calmada”. Y no es la primera vez que alguien inicia evocando a Walter Lippmann que el periodismo nació para exhibir y “avergonzar al diablo”. Algún día, el amanuense leyó que ser periodista en México no es tarea fácil. Para Denise Dresser, y tiene razón, lo complicado del periodismo es esa “sensación” de tener que ‘alinearse’ a partidos o gobiernos”. Hoy, la buena opinión ofende, la noticia se menosprecia y la intimidación perdura.

Tenemos a un politiquillo como Oscar González, que se dice representante de la 4T que, sintiéndose con poder y ante el tambaleo del periodismo, esboza una propuesta de control de la información (quizá porque lo grabaron borracho o pendejeando a AMLO), y es que está tan manoseado el periodismo que cualquiera que imprime un par de hojas para extorsionar a un alcalde se siente periodista y exige protección de las autoridades.

Por eso un marco jurídico es importante. Primero, porque tendría que delimitar quién o quiénes son periodistas; segundo, qué tipo de medio tendría que ser considerado periodista y que tipo de información tendría que ser considerada como lo define el artículo 19 la ONU o el 6 de la Constitución; igualmente delimitar los protocolos de ética y si, por qué no, hasta esgrimir los lineamientos y funciones para la creación de asociaciones u organismos representantes de medios de comunicación que tengan que ver con la información a la opinión pública. Este si no sería un control de la información, sino un orden en el periodismo. Si no de qué vale que universidades formen comunicólogos y periodistas, si “cualquiera” en “cualquier” momento se imprime su periodiquito de 2 hojas o “crea” su perfil de “face” para autonombrarse periodista.

Las ideas y aportaciones del llamado “gremio” “fifi” o “chairo” tienen que ser claras. La ley da marco para delimitar derechos y responsabilidades de empresarios y reporteros, por eso debe acelerarse su propuesta al pleno. Los legisladores no la mueven porque no saben y sólo “creen” que debe ser de tal forma. Su “todología” no les alcanza. Si bien nadie sería electo profeta para conducir los mandatos de la prensa, tampoco se deben menospreciar los esfuerzos de todos los grupos de “Toby”. Y es que el periodismo de antes y el de hoy, no deben olvidar que existen para informar a la sociedad a la que deben su lealtad. Ya después vienen los intereses y necesidades del empresario, del reportero, de sus familias, del vínculo con los políticos, los empresarios, la mafia… En fin.

Colofón.- Transportistas, pura llamarada de petate

Si se trata de romper reglas, leyes o reglamentos, los concesionarios y sus choferes son los primeros. Ahí le va, mientras degusta de una rebanada de melón, el escribano de lo nefasto piensa que la manifestación de transportistas de pasajeros en Toluca y la carretera a Tenango fue pura “llamarada de petate”. Y es que su perorata exigía frenar la ilegalidad con que operan las Urvan. Quienes saben, entienden que detrás de estas manifestaciones se encuentra la subliminal amenaza de subir el precio del pasaje a 15 pesos y que, de negarse el gobierno a concederlo, ahí ta’ el brazo duro del pulpo camionero. Pa’ que le vayan midiendo el agua a los camotes. Y mientras acá el ciudadano preso de estos jueguitos de poder…

Twitter: @raulmandujano