Breves recetas de Economía. No jalen que descobijan
JAVIER LARA CABALLERO
Cuando hacemos uso de la metáfora de la cobija, nos viene a la mente la escena de una noche fría, en la que estamos recostados y solamente contamos con una pequeña frazada para cubrirnos; tan pequeña que nos obliga a tomar una decisión: o nos tapamos los pies, o nos tapamos el pecho, porque cobija solo hay una y no podemos hacerla más grande. Si lo pensamos en una familia, tendríamos que decidir si tapamos a un hijo o a otro, pero no podemos hacerlo con ambos. De ahí la célebre “no jales que descobijas”.
Usamos esa metáfora para tratar de entender de una manera más simple los alcances de plan de negocios de PEMEX, que fue presentado hace unas semanas y que aborda el importantísimo futuro de la más importante de nuestras industrias.
El gobierno de la Cuarta Transformación, pretende sanear las finanzas de PEMEX, a través de una reducción a su carga fiscal (es decir, reducir los montos que la empresa paga por concepto de derechos y el pago de impuestos), por un monto de 45 mil millones de pesos en 2020 y 83 mil millones en 2021. Adicionalmente, el gobierno federal, aportará 141 mil millones de pesos entre los años 2020, 2021 y 2022, para la construcción de la refinería en dos bocas. Si sumamos el rescate y la inversión, estaríamos obteniendo una cifra que ronda los 269 mil millones de pesos.
Si retomamos la metáfora de la cobija, debemos tener claro que esa parte de la cobija que “tapará” a PEMEX, lo hará “destapando” a otros, lo que puede resultar muy complicado si el presidente mantiene su postura de no generar impuestos adicionales como medidad para aumentar la recaudación, la pregunta es ¿de dónde saldrán esos recursos?
Para dimensionar la magnitud de la cifra, un año completo en la administración federal, cuesta aproximadamente 1.28 billones de pesos, es decir que, la cifra anunciada representa casi un 10 por ciento de ese total. De ese tamaño es el sacrificio que tendremos que hacer en el manejo de las Finanzas Públicas en nuestro país.
Una opción para allegarse de recursos, sería el emprender medidas aún más drásticas de racionalización del gasto, un plan emergente de austeridad, una reducción de los recursos destinados a las entidades federativas, o recurrir al endeudamiento.
Ahora bien, la idea de sanear las finanzas de PEMEX, tiene como objetivo el aumentar los niveles de producción de crudo, lo que parece irrealizables, porque si analizamos las cifras, podemos darnos cuenta de la disminución en la producción, lo que nos aleja de la anhelada meta de producir 2.4 millones de barriles al día.
No es necesario que seamos expertos en economía, para darnos cuenta que solamente tenemos dos caminos posibles: o nos buscamos una cobija más grande; o nos tratamos de acomodar con la que tenemos ahora, y eso nos obligaría a tener que abstenemos de invitar a que se tapen con la misma cobija, nuevos proyectos como la refinería de Dos Bocas.
En broma podemos decirle a nuestras principales autoridades que mejor no jalen, para que no descobijen.