El centralismo ahoga a Zacatecas
JUAN GÓMEZ
El centralismo del gobierno federal presiona fuertemente las finanzas públicas de las entidades federativas, pero en algunas se ahonda la crisis financiera, en gran parte por la corrupción y excesos irresponsables de anteriores administraciones, pero también por la nueva estrategia de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador por controlar a los estados.
En Zacatecas, por ejemplo, por primera vez el gobierno de Alejandro Tello Cristerna no pagó completa la segunda quincena de mayo a maestros debido a la insuficiencia financiera que muestran las arcas públicas estatales.
Desde el inicio de su administración gubernamental, el mandatario estatal reveló una situación de “asfixia financiera” en las arcas públicas causada por un fuerte endeudamiento generado por el gobierno de Miguel Alonso Reyes, quien además inauguró elefantes blancos y dejó un reguero de obras inconclusas que afectaron fuertemente a las finanzas de la entidad.
Durante estos 33 meses de la actual administración priísta en el gobierno de Zacatecas, se han creado nuevos impuestos estatales, se ha propiciado una mejor recaudación fiscal; se ha generado una política de restricción en el gasto público, pero no se le han ajustado cuentas a quienes dejaron en banca rota al estado.
En la actualidad, el gobierno de Alejandro Tello paga, tan sólo por servicio de la deuda, mil millones de pesos anuales, lo que coloca a la entidad en los linderos de la parálisis operativa si no recibe el respaldo de la Federación.
Lo único que ha trascendido es la inhabilitación de algunos funcionarios públicos, pero ni sanciones resarcitorias y, menos aún, vinculación a proceso han registrado aquellos que se enriquecieron con recursos públicos en Zacatecas.
En la reciente visita del presidente López Obrador al municipio zacatecano de Pinos, el gobernador le pidió apoyo presupuestal. La respuesta del presidente fue: hay mucha corrupción en la nómina.
Ese comentario tiene mucho fondo. El presidente le está diciendo al gobernador que actúe en contra de quienes desfondaron al estado, no solamente se refirió al tema educativo que está tocando fondo, sino que le ajuste cuentas a la administración de Miguel Alonso Reyes.
En una conferencia de prensa convocada este fin de semana, Tello Cristerna afirmó que “Zacatecas está contra las cuerdas” y mostró su temor por llegar a un punto de quiebre en las finanzas estatales, a grado tal que pidió que los recursos del Fondo Minero, que este año contemplan 700 millones de pesos para la entidad y que se encuentran en suspensión de ejecución, sean canalizados al Ramo 11, esto es, que sean utilizados para el pago salarial a maestros.
Alejandro Tello no es el primero y quizá no será el último gobernante zacatecano que tenga problemas financieros para sacar adelante al estado. En su momento, Ricardo Monreal (1998-2004) los tuvo con el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León y decidió enfrentarlo. Le mostró los expedientes de la corrupción, pero el presidente le dijo: “¿Cuánto necesitas?”, y llegaron a un acuerdo.
Después vinieron los desacuerdos por la insuficiencia de recursos para infraestructura carretera y el entonces gobernador Monreal Ávila inició una marcha hacia Ciudad de México para obtener recursos.
Su sucesora, Amalia García Medina (2004-2010), tuvo problemas por el “boquete financiero” que le dejó su antecesor Monreal, con quien se confrontó, pero su relación con el presidente Fox fue fructífera gracias a la buena relación que tenía con el panista y a la bonanza petrolera en el país.
El priísta Miguel Alonso no tuvo problemas financieros, pero quiso apropiarse de la obra de Ciudad Gobierno y emprender obras majestuosas que lo consolidaran en el imaginario popular zacatecano, pero ha pasado a la historia por ser el gobernante que más endeudó a la entidad y que dejó un camino sembrado de obras inútiles que han sido causa de denuncias y demandas de actos de corrupción en la Fiscalía General de la República y en las instancias estatales.
La presidencia de la República presiona al gobernador Alejandro Tello para que utilice los mecanismos estatales en contra de la administración pasada y también para que controle los excesos que presionan a las finanzas públicas de su gobierno, pero hasta el momento no existe un compromiso presidencial que le garantice respaldo político y apoyo financiero para sacar adelante su administración.
Tello Cristerna está en una posición muy difícil e incómoda. Por un lado, su partido se encuentra en un proceso de renovación y, por el otro, sus principales cuadros están sometidos a la investigación de la justicia federal.
La administración estatal depende de casi el 97 por ciento de la canalización de recursos presupuestales de la Federación. Sus ingresos propios son mínimos y su industria y comercio son mayoritariamente dependiente de la economía gubernamental.
Cargarle nuevos impuestos o aumentárselos a la población no es posible en estos momentos en tanto que ha descartado contraer deuda para el pago de salarios.
¿Qué hacer ante este escenario de crisis financiera?
A pesar de todo o, quizá por ello, cuando el mandatario ya cruzó la mitad de su quinquenio tendrá que tomar una decisión: ceder a las presiones presidenciales o luchar por recursos dignos para los zacatecanos y aplicarle la ley a los corruptos.
No se deben tomar decisiones precipitadas y mucho menos al calor de la pasión personal o política, pero se tendrá que asumir una decisión cuando el centralismo está ahogando al estado.
Al tiempo.
Twitter: @juangomezac