En Guadalupe, represión y calumnias en vez de obras
OSVALDO ÁVILA TISCAREÑO
Han pasado seis meses de la actual administración municipal de Guadalupe que encabeza Julio César Chávez Padilla, grandes fueron las expectativas despertadas sobre la problemática de la población, lo cierto es que durante la campaña y particularmente en la toma de protesta se ofertaron acciones que de ser ciertas sin duda transformarían el municipio.
¿Qué ha pasado en la práctica? Nada verdaderamente transformador, en esencia el alcalde se ha dedicado a buscar culpables y quejarse sistemáticamente de los problemas heredados, como si él fuera totalmente ajeno a ellos y no estuviera enterado del asunto a su paso como funcionario municipal o estatal.
Pero a la par de lo anterior un numeroso grupo de ciudadanos guadalupenses hemos sido objeto de una campaña aniquiladora que pretende conculcar los derechos constitucionales. Me explico. Desde los primeros días de la actual administración acudimos a presentar un modesto pliego petitorio que incluía solicitudes de servicios básicos como drenaje, agua potable, electrificación, pavimentación de calles, alumbrado público, construcción de espacios deportivos y acciones de carácter social, ninguna de las solicitudes constituyen un exceso o puede hablarse de acciones de beneficio personal para los líderes, sin embargo la respuesta inicial fue una negativa rotunda a establecer dialogo con organizaciones sociales. No quedó otra alternativa que acudir al derecho de protesta para recibir atención directa del alcalde que se comprometió analizar las peticiones.
Los días pasaron y no hubo respuesta alguna, hasta que por motivos de salud el alcalde titular se separó temporalmente del cargo y el suplente mostró una actitud más receptiva, que poco duró, pues después de una positiva reunión arrancó la retahíla de agresiones, primero con un video que llego a los teléfonos celulares descalificando y posteriormente vinieron las visitas y llamadas telefónicas convocando a la gente abandonar las filas del antorchismo.
El regreso de Julio César Chávez multiplicó las acciones de desprestigio, Flavio Morales, funcionario acudió a la Colonia Jorge Obispo a llenar de improperios y calumnias al antorchismo y de manera particular acusando a quien esto escribe de enriquecimiento ilícito y bajezas por el estilo, a la par de ello se intensificaron las llamadas calumniosas e intimidatorias como requisito para ser atendidos.
Pero las acciones escalaron e incrementaron su intensidad el pasado 21 de marzo, mientras hacíamos pintas denunciando la actitud del edil, fueron privados de su libertad los jóvenes Antonio Cisneros, Cristian Antoni Martínez, Brayan Tapia y Johan de la Cruz. En relación a lo anterior el alcalde en una entrevista sólo tuvo a bien manifestar que se trataba de un teatrito, un montaje, pues según él, “a un servidor le gusta mentir y es parte de una campaña orquestada por un partido para desgastar a su gobierno. Vayamos con calma, ¿Un teatro?, ¿Acaso los jóvenes se subieron por la fuerza a la patrulla o nos metimos a las oficinas de la Policía a sustraer las boletas de liberación, ¿Acaso yo mande a las cinco patrullas de la Policía municipal? ¿Para él es un teatro estar privado de la libertad por más de cuatro horas? ¿Desgastar a su gobierno por un partido? ¿Que se pregunte porque en otros ayuntamientos emanados de Morena no hay marchas? La respuesta es fácil, hay diálogo hasta ahora y se busca cómo resolver las demandas en conjunto.
Pero hay más. Como rayo en cielo sereno apareció ayer un video anónimo con una carretada de estiércol, el origen del mismo, (anónimo para variar como los muchos bots con que atacan), lo miserable de las acusaciones y la sarta de mentiras bien valdría la pena ignorarlo, pero en virtud de una entrevista posterior al Munícipe conviene reflexionar, ¿Cuánta importancia le da el al Alcalde a las ”groserías”, no le ofende más que haya gente sin servicios básicos?¿Que será más grave expresarse con “insultos” como dice o perseguir a quién busca su atención?. Dice, “por ahí anda circulando un video” ¿Confesión de partes, relevo de pruebas? ¿Muy enterado del video y como no se entera de qué pasan días sin que se recoja la basura en las colonias?
Parafraseando a su “líder moral” afirma: “somos un gobierno del pueblo, no de organizaciones, ni particulares, los invito a sumarse al progreso de Guadalupe”, vaya, vaya, mala copia de su mentor, pero que abra bien los ojos, porque en el país ya empezaron las rechiflas y reclamos airados donde se presenta el Presidente de la República y si Julio César Chávez Padilla sigue por ese camino, dividiendo y provocando encono cosechará lo mismo, ¿Acaso considera el Alcalde que quienes solicitamos soluciones no somos del pueblo? Una prueba simple, ellos nos acusan sin fundamento de enriquecimiento indebido, y los invito a que nos digan donde viven y yo hago lo mismo; vamos a Las Quintas, un fraccionamiento de interés social ahí está mi domicilio en una casa de renta, ¿Quién será más pueblo el que vive en un fraccionamiento residencial o quién habita una colonia popular? No estamos de acuerdo con las afirmaciones y decretos de Chávez Padilla.
El presidente invita a que “nos sumemos al progreso de Guadalupe” y anuncia grandes acciones, le tomó la palabra muy a su estilo, como a él le gusta; convoquemos a los medios y recorramos una a una las acciones gestionadas por Antorcha que están en proceso y vayamos a recorrer todo lo que hace su gran “gestión”, espero la respuesta.
No hay duda estamos ante un gobierno antipopular y represivo que atropella la ley y conculca los derechos constitucionales, no queda otra salida, seguiremos levantando la voz cuántas veces sea necesario y podrán seguir con su persecución y campañas anónimas. Por Antorcha hablan domos, carreteras, aulas, espacios deportivos, con ello ha cambiado la vida de miles de familias, aunque muy a su pesar el alcalde y funcionarios afirman lo contrario.
Hasta el momento sólo hemos participado en la lucha los Guadalupenses, pero como los agravios son para los miles de antorchistas de todo el estado y del país entero, se declaran dispuestos a darnos su solidaridad, estamos listos para dar la batalla y cada agravio solo genera más convicción y voluntad de luchar. Que conste.
