Juventud resiliente: KEB Hana Bank
RODRIGO RODRÍGUEZ OLVERA
Llegó a nuestro país la entidad bancaria número 51 y la primera en incorporarse este año, se trata de un banco procedente de Corea del Sur (el más grande de aquel país) y que tiene como intención fortalecer la industria del comercio internacional a través de la experiencia transnacional de su matriz en la República de Corea.
La autorización es por tiempo indefinido, su domicilio será en la Ciudad de México y el importe de su capital social autorizado será de 624 millones 828,000 pesos, además de que la autorización es intransmisible, con lo que se protege algún tipo de rescate con alevosía.
No es la primera vez que inversores asiaticos muestran interes en México al grado de establecerse como entidades fanancieras privadas, recordemos la desaparicion de Bital ahora conocido como Hong Kong and Shanghai Banking Corporation o por sus siglas HSBC.
Sin duda la competitividad en cuanto a servicios financieros recaerá en el beneficio del cliente, a mayor oferta la demanda opta por el mejor beneficio.
En particular esta entidad bancaria llega en un momento preciso para planear un buen TLC (Tratado de Libre Comercio) entre la República de Corea y nuestro país, recordemos que las bondades receptoras humanitarias de México son conocidas internacionalmente, en especifico con Corea del Sur cuando en 1905 acogió migrantes de ese país que se internaron en Yucatán.
La inversion siempre será bienvenida de cuanta industria o servicios quieran apostarle a que pueden crecer a la par del país, el reto es proteger el mercado doméstico no con aranceles ni con barreras territoriales sino con calidad integral y la constante evolución del valor agregado.
El poder legislativo federal tiene una gran oportunidad para brindar leyes que atraigan inversión extranjera y que fortalezcan las politicas interiores en materia de desarrollo económico, se logrará a través de dialogo permanente con Secretarias como la de Hacienda y organismos como el Banco de México y la Comisión Bancaria y de Valores, sin olvidar la diplomacia internacional y proyecciones del Banco Mundial.
Nos leemos la próxima, si Dios, adiós.
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