La garrafal equivocación de Ana Vásquez
SOLEDAD JARQUÍN EDGAR
A propósito de la Independencia, la historia de las mujeres y las equivocaciones.
Gelda Lerner, historiadora pionera en los estudios de las mujeres desde esta rama de las Ciencias Sociales, sostuvo que “Damos por sentada la existencia de un dominio masculino y cualquier evidencia en contra aparecería como una mera excepción a la norma o a una alternativa fallida”.
Las mujeres fuimos excluidas de la historia y esa inexistencia construye en nuestro imaginario un enorme vacío, tan grande que pareciera que las mujeres no tenemos historia.
De ahí que Gelda Lerner considera a la historia de las mujeres como una herramienta imprescindible para crear una conciencia feminista entre las mujeres, proporciona el corpus de experiencias con el cual puede verificarse una nueva teoría y la base sobre la que se puede apoyar la visión femenina.
Sea por la Independencia, la Reforma, la Revolución o incluso el movimiento del 68 nos pasa lo mismo, lo que quiero decir, de todo. Pocas mujeres son recordadas, muchas veces a medias y desconocemos qué papel jugaron en cada una de las etapas que marcaron la construcción del país.
Estamos invisibilizadas, construidas a base de mitos y leyendas, y también del olvido.
Esa condición es la que crea equivocaciones garrafales. Tenemos que buscar a las mujeres que nos antecedieron, hay numerosas autoras y algunos también, que han hecho enormes esfuerzos para tener más o menos claro quiénes somos y de dónde venimos, mejor aún de donde asirnos cuando queremos seguir. Nada se construye desde la nada, siempre hay algo atrás.
En Oaxaca, por ejemplo, desde hace varios sexenios se realiza el izamiento de la Bandera Nacional, hace unos días tocó el turno a la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña realizar la ceremonia. El discurso como es de esperarse estuvo a cargo de la titular Ana María Vásquez Colmenares.
En su discruso habló de una sociedad “sin violencia ni discriminación”. Se refirió a vivir septiembre con pasión y “patriotismo”. Valdría la pena, dicho sea de paso, asumir las palabras como reglas de vida.
La funcionaria estatal lamentó que durante mucho tiempo las mujeres hayan sido invisibilizadas en la historia de nuestro país y sin embargo, “sin ellas no habría sido posible concretar los grandes cambios que han dado forma a nuestra nación”. Eso dice el boletín de prensa del día 6 de septiembre.
Citó, como era de esperarse a Doña Josefa Ortíz de Domínguez, Gertrudis Bocanegra y después se refirió a Leona Vicario, porque antes se refirió Maríana Rodríguez del Toro de quien dijo: “a quien hemos visto en las portadas de los libros de texto oficiales, dignamente sostiene la bandera en su mano izquierda y en con la derecha un libro, conspiradora y luchadora independentista…”.
Sin embargo no es doña Mariana Rodríguez del Toro quien aparece en los libros de texto en el cuadro La Patria, sino Victoria Dorenlas. Su imagen se ha reproducido también en monumentos en diversas ciudades del país.
La joven de la portada es Victoria Dorenlas, y la pintura es Jorge González Camarena. La pintura, La Patria fue hecha en 1962, es un óleo sobre tela de 120 por 160 centímetros. Un error tipográfico hizo por por mucho tiempo se creyera que su apellido era Dorantes.
Así La Patria fue portada de libros de texto entre 1962 y 1972, por lo que se estima se imprimieron más de 500 millones de libros. Veinte años después, La Patria encarnada en el rostro de Victoria Dorenlas, reapareció en los textos gratuitos.
Estos datos fueron dados a conocer por Bertha Hernández González titular de la Unidad de Difusión de Relaciones Públicas y Patrimonio Histórico de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, al momento de dar una entrevista a la revista Momento (que se edita en Tlaxcala bajo la dirección de Marisol Fernández Muñoz), para el reportaje titulado Victoria, la modelo indígena más conocida.
En el Libro Jorge González Camarena en la Plástica Mexicana (Editado por la UNAM/1992) Antonio Luna Arroyo, su autor, se refiere a la identidad de la modelo, quien se resistía a posar para el artista.
En fin, solo para aclarar. Es preciso decir qué hizo cada quien. Cierto, Mariana Rodríguez del Toro jugó un destacado papel en la historia mexicana, pero no es la mujer que aparece en la portada de los libros de texto, como aseguró la titular de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña, Ana María Vásquez Colmenares, aunque así lo diga wilkipedia, por cierto.
Lo que más me apena es que lo escucharon varios grupos de niñas y niños de primaria. Lástima pues.