Niños asesinados, niños asesinos
RAÚL MANDUJANO SERRANO
Para el prelado de los esbozos lúgubres la pregunta que debe hacerse es ¿en qué momento nuestra infancia pasó a ser la ejecutora del crimen? Mire Usted, apenas la semana anterior la noticia sobre la detención en Ecatepec de un niño de 13 años de edad en los momentos en que cobraba un rescate por el secuestro de otro pequeño de 5 años, conmovió al amanuense.
Le daré datos terribles, mire, en el marco de la guerra contra el narco emprendida por Felipe Calderón, entre 2006 y 2017, fueron asesinados 11 mil niñas, niños y adolescentes, y 6 mil 800 se encuentran como desaparecidos, esto de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México.
La mentada guerra hizo a cientos huérfanos, víctimas de asesinato o desaparición, a otros más los reclutaron como «halcones» o vigilantes a sueldo y distribuidores de droga al menudeo, a cambio de algún juguete o un pago miserable. Otros más fueron adiestrados para matar, y me viene a la mente el caso del “Ponchis”, un chico de 14 años de edad vinculado con asesinatos, secuestros y posesión de armas de fuego.
Los ejemplos sobran, cientos de historias, pero además hay otra cifra que nos deja pálidos. La propia Red por los Derechos de la Infancia en México señala que el 63 por ciento de niños y niñas, de entre 1 y 4 años de edad, han sido víctima de castigos corporales, acoso escolar y violencia intrafamiliar, al día, así como se escucha, al día 3 niños son asesinados por estos acosos, por ser víctimas colaterales o incluso por formar parte de pandillas y el crimen organizado.
Queda muy claro que, a punto de concluir el sexenio de Enrique Peña Nieto, los niños, niñas y adolescentes en el país son todavía protagonistas de historias de violencia en México y páginas de nota roja en la que aparecen como victimarios o víctimas, aunque cada día sea menos la sorpresa y, a veces también la indignación…
Colofón.- Claroscuros en la nueva ley del ISSEMYM
Mientras degusta de una papa al horno rellena de queso con trociscos de tocino y guacamole, acompañada de un agua de ciruela, el hacedor de las crónicas irreverentes entiende la preocupación de los servidores públicos del estado de México, y es que cuando se comienza a hablar de modificaciones legislativas para sanear las finanzas de un sistema de seguridad social que hoy parece deplorable, irremediablemente se tiene que pensar en corrupción pero ojo, habría que aclarar varios puntos, o el legislador tendría que hacerlo.
Esta nueva ley de seguridad social para el estado es aplicable para los trabajadores o personas que comiencen a laborar en el servicio público municipal y estatal a partir de su publicación, y efectivamente, implica mudar del actual sistema de pensiones mixto y solidario, a una cuenta individualizada a cargo de administradoras privadas o comerciales de fondos para el retiro (Afore), así que a partir de ahora cada burócrata estará financiando su propia jubilación, y es que, al menos al cierre del sexenio se habla de que se triplicará el número de pensionados e impactará las finanzas del Instituto, así que se debe ir pensando en una estrategia de saneamiento que, ahorita parece un negocio extraño.
De acuerdo con lo estipulado por tal legislación –refieren algunos maestros- los empleados actuales tendrán un incremento del 3.5 por ciento adicional al 4.6 del salario destinado al financiamiento de pensiones, es decir, un 8 por ciento más incluido en el talón de pago, lo que ha despertado, de ser cierto, miedo, enojo y confusión de los trabajadores y pensionados que entienden este proceso como una forma de privatizar la atención médica de los servidores públicos.
Lo cierto es que esta medida fortalece si, el sistema financiero del ISSEMYM, no modifica la edad de jubilación y para los trabajadores actuales no hay ninguna afectación… Bueno, así dicen en el Instituto, esperemos que bajen las calenturas y el legislativo deje el oscurantismo que nada más perjudica al titular del Ejecutivo.
Susurros.- Drogar a la gente
Hablaremos a detalle de este tema la siguiente semana pero susurran en corrillos de las oficinas de MORENA que uno de sus planteamientos, el de la legalización de la marihuana, tiene que ver más con drogar gente que por tratarse de un tema de salud pública… y muy bajito, hasta de impulsar el narcotráfico ¿Será?…
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