Zacatecas le da las gracias a Ramón López Velarde en un homenaje lleno de vida
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Ciudad de México.- Caminar entre tumbas no es agradable para la mayoría, pero cuando a cada paso te encuentras de frente con los mausoleos de Rosario Castellanos, David Alfaro Siqueiros, Justo Sierra, Ramón López Velarde, claro que las cosas cambian.
Por ello, recordar al poeta zacatecano en la Ciudad de México, mientras se te enchina la piel escuchando a la Banda Sinfónica de Zacatecas interpretando la obra maestra de Pablo Moncayo —otro personaje ilustre que yace en la Rotonda del Panteón Civil de Dolores—, resulta una experiencia revitalizadora. Vaya ironía.
Porque todos hemos escuchado aquello de que recordar es volver a vivir, y justamente eso sucede cuando, al recorrer este emblemático lugar de la capital mexicana, vienen a la memoria las gestas heroicas del Coronel zacatecano Pedro Letechipía Cuéllar -el primero en recibir el honor de ser sepultado en esta Rotonda-; la defensa del territorio de Zacatecas encabezada por Basilio Pérez Gallardo; las notas musicales ordenadas magistralmente por el fresnillense Manuel M. Ponce y, claro está, los enormes versos del bardo jerezano.
Y aunque se trate de un acto gubernamental, con los protocolos impuestos por la burocracia, y al que acudieron contadísimos invitados, y sólo un ex gobernador, Pedro de León Sánchez, la cita anual para homenajear al hombre de “La Suave Patria” reviste un simbolismo que emociona. Sentirse lejos de la patria chica, pero al mismo tiempo tan cerca.
Y así, mientras a lo lejos se podían observar los mausoleos del luchador de izquierda y fundador del Partido Mexicano de los Trabajadores, Heberto Castillo, y del padre del Partido Acción Nacional (PAN), Manuel Gómez Morín, uno junto al otro, el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, anunció que en el 2021, ya en el ocaso de su mandato, encabezará la celebración de los cien años de la muerte de Ramón López Velarde.
Será un año para conmemorar al gran poeta, con reediciones de libros, con música, con alegría. La muerte prematura de Ramón López Velarde, el 19 de junio de 1921, enlutó a las letras mexicanas, pero su corta vida llenó de orgullo a una tierra que hoy, como siempre, lo recuerda. Y cómo lo dijo Alejandro Tello, le dará siempre las gracias.
LNY/Redacción