Claveles Verdes: Cuenta regresiva para el matrimonio igualitario

HERACLIO CASTILLO VELÁZQUEZ

Fue en agosto pasado cuando la diputada perredista María Elena Ortega propuso la iniciativa de reforma al Código Familiar del Estado de Zacatecas para abrir la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Legalmente se tienen 40 días para la discusión de la iniciativa en comisiones, tiempo ya transcurrido y, sin embargo, no hay visos de que se pretenda discutir el dictamen en el pleno.

Esta semana el diputado petista Samuel Reveles presentó otra propuesta relacionada con el tema, aunque bajo la figura de Sociedades de Convivencia, que no equivale propiamente a un matrimonio entre personas del mismo sexo, sino que se enfoca en regular el patrimonio de los vinculantes. Una iniciativa similar ya había sido presentada hace unos años por el entonces diputado Jorge Álvarez Máynez, aunque fue enviada a la congeladora legislativa.

Mientras esto ocurre, este fin de semana se celebró el primer matrimonio entre personas del mismo sexo en Guadalupe. Es el tercer municipio en Zacatecas con este tipo de uniones, después de la capital y de Fresnillo. Hasta ahora los matrimonios celebrados se han realizado luego de promover un amparo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y en tanto la Legislatura local no atienda al exhorto de modificar sus leyes y reglamentos en la materia, estos amparos continuarán.

Por lo que se sabe, hay otros tres amparos en Guadalupe que ya fueron ganados y en breve se celebrarán estas uniones. Quiero pensar que, independientemente del resultado de la votación sobre la iniciativa presentada por la diputada María Elena Ortega, el sector servicios también se estará preparando para ampliar la oferta de Zacatecas como destino de bodas para la comunidad LGBT+

Un matrimonio de este tipo representa una mayor recaudación para los municipios, pero también genera derrama económica para la iniciativa privada con la celebración del evento. ¿Tenemos empresas preparadas para atender a este sector? Porque la capacitación en materia de derechos humanos y diversidad sexual no solo es tarea del gobierno, se requiere la participación de las empresas para evitar actos de discriminación. Suficiente se tiene con la vergüenza de recurrir a un amparo para garantizar el derecho a compartir la vida con otra persona.

Hay casos en otras entidades donde los prestadores de servicios niegan precisamente sus servicios cuando se trata de parejas LGBT+ y la Conapred ha actuado en consecuencia. Ojalá que Zacatecas no se sume a esa lista de casos vergonzosos y dé un ejemplo de civilidad. El hecho de no compartir la idea de un matrimonio entre personas del mismo sexo no debe mover, bajo ninguna circunstancia, a actos discriminatorios.

Mucho se ha denostado la propuesta para las uniones civiles entre personas del mismo sexo. El hecho de que exista esta figura no obliga a los heterosexuales a casarse como homosexuales. Es abrir el abanico a una realidad que hasta ahora no se había reconocido. Las sociedades cambian y sus leyes y reglamentos deben adaptarse a ese entorno evolutivo, no al revés. De lo contrario, esas mismas leyes y reglamentos estarían limitando el desarrollo de las sociedades.

Se dice que la familia es la célula base de una sociedad. Como en la Biología, entre los organismos vivos no existe un solo tipo de célula, sino que hay una gran diversidad. Lo mismo ocurre con nuestra sociedad. Existen diferentes tipos de familias que enriquecen el entramado de nuestra sociedad. Tan solo las familias homoparentales representan ya en México seis de cada 100 familias y la tendencia va a la alza no porque haya más personas de la comunidad LGBT+, sino que se han hecho más visibles.

Si desde la Legislatura de Zacatecas se puede abonar a que estas familias vivan bajo el mismo marco normativo, hay que hacerlo. Quizás muchos digan que hay temas “más importantes” sobre los cuales legislar. Yo digo que este también es un tema importante porque comunidad LGBT+ también somos ciudadanos, somos familias y queremos los mismos derechos que hasta ahora han sido reservados para la heterosexualidad. No es un privilegio, es un acto de justicia.