El sismo del proselitismo
PEDRO JASSO CARRILLO
La catástrofe que sufrió México el pasado19 de septiembre del año en curso, se compara con lo sucedido hace de 32 años, en aquel entonces, siendo las 7:19 de la mañana de aquel jueves fatídico, se derrumbaron casas viejas, así como varios edificios de departamentos, hoteles de alcurnia, centros nocturnos, cines, oficinas públicas, hospitales, cafeterías, escuelas, teatros, rascacielos de hasta 23 pisos. La zona centro de la ciudad quedó envuelta en escombros y cenizas.
En sus dos minutos de duración, el gran sismo de 8.1 grados derrumbó un total de 400 edificios y dejó a otro millar listos para ser demolidos y más de diez mil finados.
Se demostró que la Ciudad de México está construida en el peor sitio posible, encima del barroso fondo de un lago, con el suelo blando que recibe, rebota y amplifica las ondas sísmicas como en ninguna otra urbe del mundo. La gran leyenda de su fundación es también su desgracia.
En la actualidad, la Ciudad de México vuelve a quedar devastada por el sismo del 19 de septiembre de 2017, en el cual podemos observar familias afligidas, torturadas, angustiadas por la pérdida de sus seres queridos, dolor que no se quita con nada, sólo con la propia muerte.
Además de la Ciudad de México, los otros Estados dañados fueron Puebla, Morelos, el Estado de México y Guerrero, donde el sufrimiento no fue por la pérdida de cosas materiales, de inmuebles, muebles u otro artefacto, sino por la pedida humana que dejo perplejos a todos los afectados, en este sentido, la respuesta de la sociedad fue excepcional, como siempre pasa en México.
El jueves pasado, visité un centro comercial ubicado en la Av. García salinas en Zacatecas y a la salida estaban dos jóvenes con artesanías del futbol soccer, me llamo la atención el ver playeras de equipos reconocidos tales como: Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela, artículos de valor moral y pasión por este deporte. Pensé que se vendían dichos productos, pero al preguntar me di cuenta y comprobé la solidaridad que tenemos los mexicanos, sin ningún color partidista, ni grupo o asociación, pues me comentaron que era para ayudar a los damnificados por el sismo y que se intercambiarían las preciadas prendas a cambio de ayuda en productos. Ahí supe que somos más los que queremos un mejor México, un mejor contexto para las nuevas generaciones.
Como en toda catástrofe, hay personajes en Zacatecas que lucran con la desgracia de miles de personas para incrementar su fama, con la intención de ser vistos como personas solidarias, me refiero a que el sismo ayudó a varios personajes políticos a realizar proselitismo, mismo que las redes sociales se han encargado de castigarlos profundamente.
En este sentido, podemos ver en redes sociales el descaro de ir al supermercado a comprar un par de cajas de abarrotes y sacarte la foto para tener puntos positivos para el 2018, esta situación ofende y denigra a los damnificados que hoy en día están en un laberinto de sufrimiento.
Para no decir nombres de los pseudo-gestores del sismo, me reservo el comentario, aunque se distinguen por los colores de la bandera de México, ya vamos conociendo a éstos.
Entonces, los que hacen proselitismo a costas del sufrimiento, son los peores políticos. ¡No permitamos que lleguen a puestos de decisión en 2018!
