El burro hablando de orejas. Sobre la Seduzac, la corrupción y luchas de poder
NESTOR SANTACRUZ
Mucho se ha comentado en los medios de comunicación sobre el relevo en el Cobaez, sin embargo y a propósito de esto mismo, es importante hacer un recuento de algunos sucesos que han acaecido en la Secretaría a cargo de Gema Mercado Sánchez, a quien la voz y autoridad de Alejandro Tello parecen representarle menos que un cacahuate.
Lo anterior no se puede interpretar de otro modo, pues debemos recordar que la Señora Secretaria ha tenido carta abierta para nombrar a todos los funcionarios de primer nivel en el ramo, pero también en los subsistemas, incluso pasando por alto las recomendaciones del propio gobernador, como ejemplo, baste recordar que el ex diputado que fungió además como subsecretario de Educación al final del sexenio de la corrupción, es decir, el de Miguel Alonso, fue simple y llanamente rechazado por la Doctora Mercado para ocupar la Dirección General del Tecnológico de Jerez bajo pretexto de “no contar con el perfil” para ese cargo, situación que sorprendentemente orilló al gobernador a echar mano del que parece ser el único integrante del gabinete que sí sabe quién es el que manda en el Ejecutivo Estatal, con lo que semanas más tarde Jorge Miranda estaría anunciando pues, la designación de Artemio Ultreras Cabral como titular de la “unidad de inteligencia patrimonial de Sefin” cargo que, seguramente, fue inventado para poderle cumplir al jerezano la promesa de incorporarlo al gabinete. Flaco favor si consideramos que para esta área en efecto no parece contar con el perfil, amén de que sea un cargo inventado y sin importancia desde donde ha pasado desapercibido a pesar de contar con capacidad y experiencia.
Pero en ese sentido, llama más la atención contar con Directores de los Tecnológicos que no reúnen el perfil, y que además violan tácitamente el estatuto de creación de dichos Institutos, pues en su artículo 13, fracción III señala que, “para ser director se requiere poseer Título Profesional en alguna de las carreras ofrecidas por el Instituto, o en su defecto que sean afines…” , tal es el caso de Julio Cesar Flemate Ramírez y Ubaldo Ávila en Nochistlán y Jerez, respectivamente, pues de acuerdo al propio sistema de la Secretaria de Educación Pública Federal, estos dos grisáceos priistas ¡ni si quiera cuentan con Licenciatura! Por lo que los alumnos de esos planteles deberán de contemplar desde ya, que sus títulos profesionales carecerán de toda validez si son firmados por estos tristes personajes.
Así podríamos continuar con muchos ejemplos, como lo ocurrido en el ICATEZ con Luis Mario Castruita y su equipo, o en el propio COBAEZ y su inaudito sindicato, donde actores como Felipe Ramírez Chávez, -en mi opinión- un hombre excepcional que sin necesidad de reflectores ha demostrado capacidad y talento, tuvo que enfrentar la diatriba cuando se le pretendió difamar incluso hasta con presuntas responsabilidades penales.
Otro caso, por demás ofensivo e indignante lo podemos encontrar en la Prepa Estatal de Jerez, cuando la maestra María Guadalupe Márquez Acosta fue removida, (más no destituida ni mucho menos corrida) de la Dirección del plantel -que ocupa desde hace ¡45 años!- situación que sirvió de pretexto para que la ex titular del Cozcyt en el sexenio de la corrupción (tal vez por desinformación) condenara tal acto como arbitrario, y a través del flamantísimo “maestro” David Eduardo Rivera Salinas responsabilizaran y destituyeran, ellos sí, de manera por demás inexplicable y ruda a quien fuera una de las mujeres más firmes y aguerridas de Alejandro Tello y la Dra. Cristina Rodríguez en los momentos más difíciles de aquel proceso electoral: la Maestra en Ciencias Lety Herrera.
Y es que debemos recordar que el “Investigador” David Eduardo Rivera Salinas, ha sido un ejemplo de incumplimiento y deshonestidad académica toda vez que de acuerdo al Registro Nacional de Profesionistas de la SEP cuenta únicamente con estudios de nivel licenciatura; Medicina Veterinaria y Zootecnia (ced. 1041063) y Derecho (ced. 2854085 ) expedidas ambas por la UAZ en 1986 y 1999, respectivamente.
Hasta este momento, no existe un registro público oficial que permita demostrar que concluyó satisfactoriamente alguno de sus estudios de postgrado pues recordemos que no sólo se ostenta como Maestro y Doctor, sino que además, ha contado con múltiples beneficios so pretexto de estudios de postgrado, y es que el periódico Imagen desde el 18 de febrero de 2016 denunció las irregularidades de varios docentes de la UAZ como Rivera Salinas que, de acuerdo a datos de la Dirección Adjunta de Becas y Postgrados de Conacyt se encuentra becado desde 2012 para los estudios del Doctorado en Ciencia Política y que tan sólo en 2015, recibió como parte de su beca casi $150,000.00 (¡ciento cincuenta mil pesos!), además de que siguió cobrando su sueldo como docente universitario, pero sin la carga de horas, pues según refiere la investigación de Imagen, además de la beca los profesores tenían “permiso para ausentarse de sus clases, con goce de sueldo” a efecto de que pudieran dedicar su tiempo completo a la obtención del título de postgrado, obligación que evidentemente incumplió desde entonces y que, seguramente, se mantiene. ¿seguirá cobrando en la UAZ y el Conacyt sin trabajar?
¿Acaso aquí radica la falta de autoridad, y de calidad moral para pedir que los directores de los Tecnológicos (que dependen de él) cumplan con los requisitos mínimos que la ley les exige? ¿Acaso por eso se defiende erróneamente a octogenarias maestras que se sienten dueñas de un plantel por tener 45 años en funciones? ¿Acaso desde la Coordinación de Educación Media y Superior se trabaja políticamente para desgastar al gobernador y al PRI agraviando a sus principales operadores?
¿Será acaso David Eduardo el responsable de tan arbitrarias y equívocas decisiones, o actúa con la complacencia de Gema?
Nos leemos la próxima.
