Juventud resiliente: KKK
RODRIGO RODRÍGUEZ OLVERA
Los delirios de superioridad intelectual y de conocer como lacerar a los semejantes para provocar un supuesto engrandecimiento personal con el dolor de los demás, se presenta paralelamente al mismo nacimiento de la humanidad.
Una asociación que precisamente si tuviera estatutos diría en su primera declaración que es permitido todo tipo de discriminación sobre todo xenofóbica, racial y por supuesto económica es la llamada Ku Kux Klan o también por sus siglas KKK, esta organización creada a mediados del siglo XIX, que en su génesis tenía como fin exterminar la adhesión de nuevos territorios y culturas a Estados Unidos de América, poco a poco se fue a los extremos hasta apoyar a la Alemania Nazi por el movimiento de la “supremacía blanca” y el exterminio de los que se profesaban como judíos.
Ataviados con perturbadoras capuchas en forma de triángulo equilátero invertido y con ritos donde el elemento natural que es el fuego es protagonista, esta secta profesa su simpatía y hermandad.
Llegando a tener millones de miembros, hoy según investigaciones pueden llegar apenas a unos cuantos miles, situación que se puede potencializar por el apoyo implícito del presidente Trump.
Si bien dentro de sus actividades los miembros del KKK profesan cuando menos la intención de cometer delitos (asesinatos de inmigrantes, asesinatos de personas de raza negra, controlar organizaciones civiles con engaños), afortunadamente pocas veces se llegan a realizar.
La organización de este tipo de sectas como las de otras similares, se conforman de pilares bien estructurados en forma de organigrama, donde cuentan desde con un Wizard Kludd (el jefe, llamado mago en términos civiles) hasta los Nigth Hawk Kleagle (encargados de la seguridad de la organización (llamados en términos civiles halcones), por cierto, este último término lo adoptó y lo popularizó el agonizante cartel de Los Zetas, que tanto lastimò a Zacatecas con los llamados halcones.
Lo ahora preocupante no son los fundamentos de este clan, sino que el máximo líder del país vecino alienta, recompensa moral e implícitamente para que los fines de ese grupo sean sinónimo de actividad patriótica. Ahora pueden regocijarse los miembros e incluso incitar a los más jóvenes a tener ese tipo de ideologías, alentadas indirectamente por el presidente republicano, una cosa lamentable, que luego provoca entre otras consecuencias, ataques terroristas por parte de los aludidos, ya que es uno de los modos de respuesta a las agresiones.
Nos leemos el próximo viernes si Dios, adiós.
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