El Guadalupe que merecemos
PEDRO JASSO CARRILLO
El problema que más aqueja a los guadalupenses; es sin duda la inseguridad, la gente sufre por ello y vive afligida, pero fácilmente olvida este problema por el terrible desempleo, las necesidades básicas y la hambruna que viven los habitantes del municipio.
En este contexto, un problema genera otro y un conflicto genera más problemas, ya que este gobierno del PRI; es desastroso y las expectativas que se generó en su campaña, llegan a cuenta gotas. Los servidores públicos municipales sufren de ineptitud e indiferencia, cualidades que se reflejan en el menoscabo de los derechos que ostentamos los habitantes de este municipio en Guadalupe.
En la actualidad, hay personalidades de la política que están preocupados por el bienestar de los guadalupenses, ya que hay líderes con experiencia que tienen como convicción y talento; ayudar a los más necesitados.
Pronto quisiera ver a un Guadalupe sin baches, con creación de empleos dignos, con oportunidades para todos, con seguridad, con oferta educativa, calidad en la educación y con gente feliz con sus vidas, para ello creo que es necesario un cambio urgente en el municipio.
Miles de personas están coincidiendo en que, el partido de recién creación Morena, está dando muestra; de que va a cambiar la situación de los Zacatecanos y por ende de los guadalupenses, ya que mediante la propuesta, el dialogo y la reconciliación con los electores, mantiene prendido el sentimiento de cambio en Zacatecas y con ello, traerá consigo justicia, libertad, progreso, solidaridad, paz, igualdad y equidad para todos sin distingo.
El Guadalupe que nos merecemos, debe de tomar otro camino, al que actualmente tenemos, no podemos seguir así; ya que la mayoría de guadalupenses queremos un municipio con progreso económico, con políticas públicas que ayuden a los más necesitados, que a los jóvenes les otorguen herramientas para seguir estudiando, un Guadalupe donde se acaben los baches (insisto), que no haya inseguridad, un municipio donde los funcionarios sean honestos, trabajadores y honrados, ese, es el Guadalupe que merecemos y en 2018 podemos tenerlo; si optamos por un cambio verdadero.
Por eso, debemos apostarle a la experiencia entreverada con la juventud, debemos aportarles a políticos profesionales, para que el 2018 sea una victoria de todos los zacatecanos, una victoria de todos los guadalupenses; sin excepción, ya que nuestros hijos merecen otro paradigma en donde se desarrollen íntegramente y de la mejor manera.
Abonando a esta opinión, es necesario que dos elementos esenciales en una sociedad están actualmente perdidos, tales como la justicia y la legalidad, para ello, expongo lo siguiente:
En términos sencillos, y evitando toda una serie de controversias, por legalidad se entiende aquello que es permitido bajo el sustento de un marco de derecho (el llamado derecho positivo), mientras que, por justicia, es establecida dialécticamente por filosofía del derecho, se entiende “lo que debe ser” (derecho normativo), velando por los intereses de todas las personas. O lo que es lo mismo, define el marco de derecho en que se debe mover la legalidad, así lo podemos expresar y podemos decir que en Guadalupe se carece de ello.
Aunque ambos términos nos parecen parecidos, no necesariamente lo son. Es de esperar que la legalidad y la justicia mantuvieran una íntima conexión, sin embargo, conforme se va desenvolviendo y madurando el esquema del sistema político mexicano, la justicia (lo que debe ser) y la legalidad (lo que se permite) cada día están más distantes.
En teoría la legalidad se norma con base al marco de la justicia. Esta última es quien establece los criterios relativos a los derechos, obligaciones y pertinencia tanto de los individuos, como dentro del ámbito de lo social.
El llamado derecho normativo que inspira las tesis de justicia, con respecto al derecho positivo que hace hincapié en la legalidad entra en conflicto al tratar de dar sustento a los intereses de los hombres en la lucha de clases enfrentadas bajo la práctica de la explotación del hombre por el hombre. El lucro mueve al sistema de economías occidentales, y es a su vez, la merma misma de la equidad y la justicia en las sociedades mexicanas.
“Nunca abuses del poder
humillando a tus semejantes,
porque el poder termina y
el recuerdo perdura”
Benito Juárez
