Las Piezas del Ajedrez: Museo de minerales de Zacatecas
EFRAÍN ESPARZA MONTALVO
Cuando lo cogí entre mis manos fue una experiencia fantástica, tan irreal como que me remontó a la época de la conquista cuando los exploradores españoles descubrieron enormes yacimientos de minerales que luego explotaron para hacer de esta tierra la más rica en vetas de plata, plomo zinc, oro y cobre, entre otros. Estoy hablando de un espécimen de plata nativa único en el mundo cuyas características –también fantásticas por la forma de sus cristales–, lo hacen especial, irrepetible y altamente valorado económica y estimativamente por los coleccionistas más encumbrados del mundo, quienes de hecho ya lo conocen porque la pieza recorre en estos momentos algunas ciudades de Estados Unidos.
La pieza, tan espectacular como su peso (unos cinco kilogramos), pertenece a la colección de Jesús Antonio Salinas Estrada, un zacatecano que ha dedicado los últimos 15 años de su vida a recorrer casi todas las minas del país y algunas del extranjero, para incrementar su acervo que, dice, en algún momento pertenecerá a los zacatecanos. Y es que, según algunos especialistas, la colección de minerales de este zacatecano es la más grande de México, y por ende, la única que existe en el estado y que puede ser apreciada por cualquiera que se interese en ello.
La forma, el color, el capricho de la formación en sus cristales, el peso, el tamaño, el olor –porque aunque parezca imposible, los minerales lo tienen–; el brillo, la transparencia, y desde luego la pasión que generan cuando uno los conoce, son lo que caracteriza a unas dos mil piezas de México y del mundo, y que nadie posee sino Jesús Salinas.
Desde Nifontovita; Acantita; Aragonita; Calcita; Cuarzo Amatista; Oro; Plata; Rodocrosita; Smithsonita; Descloizita; Cuarzo en pirita; Cobre; y muchos otros especímenes, además de fósiles de Marruecos, China, y otros países, pueden disfrutarse en el “Museo de Minerales de Zacatecas”, un espacio único en México y situado en el corazón de la producción de plata en el mundo: Zacatecas.
Cuenta don Jesús Salinas Estrada que coleccionar minerales es tan apasionante como adictivo, y mire si no, pues él dejó su empleo en el Instituto Mexicano del Seguro Social, para recorrer el país y el mundo coleccionando piezas que nadie tiene pero que todos los coleccionistas desean, especímenes tan raros como inexplicables en su forma, tan bellos como únicos y tan pequeños como valiosos en el mercado. Las piezas de la colección del “Museo de Minerales de Zacatecas”, están certificadas por el mejor geólogo del mundo, Peter Megaw, un estadounidense que dedica su vida a dictar conferencias alrededor del mundo, sobre el tema.
“Cuando Peter (Megaw) recorrió el museo, se quedó fascinado, impresionado por el volumen y la calidad de las piezas”, dice don Jesús con emoción, al recordar el interés que otros ponen en su esfuerzo y dedicación, pero que las autoridades locales poco estiman.
No obstante, señala que muy pronto su esfuerzo se verá recompensado pues el “Museo de Minerales de Zacatecas” abrirá sus puertas para el público en general, en el centro de la Ciudad capital, exactamente sobre la Calle Juan de Tolosa, número 1124 (enfrente de la fábrica de hielo), pues el espacio que ocupa actualmente, en la Ciudad de Guadalupe, además de reducido, es de difícil ubicación.
Allí se exhibirán todas las piezas de esta importantísima colección, y más aún, tendrá venta de minerales “porque hay gente que los aprecia y los busca”; y claro, yo agregaría que resulta inaudito que en el Estado que más plata produce en el mundo, no exista un museo que exhiba su producción y la de otros estados y países, con especímenes de valor coleccionable. Por eso bien vale la pena el esfuerzo.
Así es que, ya lo sabe, la cita es en la calle Juan de Tolosa número 1124, en el centro de Zacatecas, para que usted, como yo, experimente el amor que este ejemplar zacatecano siente por los minerales.
¡Allá nos vemos!
De salida 1.- Fuga. Muy pronto se le cayó el teatrito al “gobierno diferente”, pues el pasado fin de semana se fugó un reo del penal de Cieneguillas, que puso en alerta a todos los cuerpos policíacos para tratar de recapturarlo. El sujeto, condenado por delitos del fuero federal, cortó los barrotes de su celda con una segueta, y luego colgó unas sábanas por los muros del centro penitenciario para bajar como de película y darse a la fuga, sin que nadie se diera cuenta. ¿De verdad nadie se dio cuenta? A ése grado permea la corrupción en el Cerereso de Zacatecas.
De salida 2.- Esfuerzo. La dedicación con que Jesús Salinas Estrada ha coleccionado miles de especímenes de minerales, y que muy pronto exhibirá en su museo, debe ser recompensada por las autoridades estatales y municipales con apoyos económicos y en especie, para hacerle más llevadero su esfuerzo. La charla que recién sostuve con este zacatecano me dejó en claro que los gastos para la adaptación del espacio (Museo) no son cualquier cosa pues requieren, además de seguridad, estética para mostrar algo que valga la pena, algo único en México y de lo que los zacatecanos se sientan tan o más orgullosos que el propio señor Salinas Estrada. Ojalá que las autoridades volteen la mirada hacia ese emprendedor, y lo apoyen.
De salida 3.- Vacaciones. Yo no quiero, es más, me niego a hacerlo, sin embargo, mis deberes familiares me llaman para tomar unas inmerecidas vacaciones durante las dos semanas siguientes, por lo cual esta columna dejará de aparecer. Si Dios y usted lo permiten, nos leemos el lunes 31 de julio. ¡Saravá!
Hasta la próxima.
El autor es analista.
