Escenarios del 2018
CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID
Los escenarios posibles del Proceso Electoral Federal de 2017-2018 motiva a la reflexión para que todos los actores políticos, organizaciones, fuerzas progresistas y ciudadanía en general nos convoquemos para conformar un Frente Amplio Democrático Nacional, que ponga en el centro el cambio de régimen político, con programa de gobierno de coalición que logre transformar al país, que contribuya a la reconstrucción del tejido social y que atienda los altos índices de pobreza, marginación corrupción, impunidad e inseguridad.
La necesidad de que se unifique la oposición en México, es para que se consolide un proyecto de gobierno que resuelva la crisis que vivimos en el país, principalmente el estancamiento económico, desempleo, pobreza y los fallidos resultados de las reformas estructurales, particularmente revertir la reforma energética. Es necesario erradicar los fraudes electorales y la intromisión del gobierno (compra y coacción del voto) en los procesos electorales.
Para que México salga de la crisis económica, política, social y de seguridad, implica que quien gane la elección presidencial en el 2018 sea una persona que impulse un programa de gobierno democrático y antineoliberal, dispuesto a impulsar nuevas políticas públicas que promuevan el bienestar de los mexicanos, alguien que no provenga del PRI.
En el PRD sabemos que para lograr gobernabilidad democrática, en el frente que proponemos debe incluirse una alianza electoral y un gobierno de coalición que interactúe con un legislativo de contrapeso real y con un judicial que respete y aplique la ley en todos sus órdenes, cuyas condiciones deberán emanar del programa alternativo de gobierno que impulsamos.
El contexto político-electoral que atravesamos en México genera la posibilidad de que ningún partido por sí mismo obtenga la mayoría con la que logre gobernabilidad para este país, los motivos son diversos, pero, indudablemente, la baja participación ciudadana (abstención) es la más preocupante, pues, ahí se manifiesta el desinterés, desconfianza y hartazgo del actual sistema de partidos.
La ausencia de autonomía de los órganos electorales (INE-OPLEs) y la ineficiencia de las múltiples reformas electorales han interferido para que el modelo de partidos políticos se esté agotándo (el modelo de fiscalización de los gastos de campaña no ha sido efectivo); el 2018 será una gran porueba para el sistema democrático, es responsabilidad de todos los actores y los ciudadanos que están comprometidos con la democracia y bienestar del país.
Las candidaturas independientes en México, debo apuntar, no se percibe, que detonen una intervención competitiva en el 2018, a excepción de la experiencia que pronto decepcionó El Bronco en Nuevo León, pues, no se ve que se esté impulsando a un candidato opositor al régimen cómo recientemente pasó en Francia con Emmanuel Macron, por lo anterior, es deseable una gran coalición democrática y progresista que postule un candidato que represente el interés de los ciudadanos y no sólo de un partido, que emerja de un amplio consenso.
Para que en nuestro país se garantice una verdadera soberanía tiene que tener viabilidad democrática que consolide al Estado; en la que la ética sea el eje principal en la clase política. Debemos tener un Estado de derecho, social y democrático.
Los recientes procesos electorales nos demuestran que para el 2018 podemos tener un candidato electo que en realidad no represente a la mayoría de los mexicanos, por lo que se habría de conformar un sistema semi-parlamentario que garantice el equilibrio de los poderes en México, sobre todo, en el que podamos erradicar la corrupción e impunidad.
No hay duda que el PRI no tiene posibilidades de ganar la elección presidencial del 2018, pues, crece cada vez más el descontento de los mexicanos por los innumerables casos de corrupción e impunidad de los que ha sido cómplice y comparsa gobierno de Peña Nieto, incluso, ha llegado al espiojane de comunicadores y activistas sociales. Por otra parte, es lamentable que la izquierda participara dividida, por ello, es necesario que se logre construir un gran acuerdo que unifique un programa de gobierno democrático y progresista.
El combate a la corrupción es de los grandes temas que agravian a los mexicanos y a la vida democrática del país. Es una de las causas del hartazgo y apatía ciudadana; debe ser una prioridad de la izquierda y de la oposición transformar este régimen presidencialisata, decadente, antidemocrático y corrupto, con ello instalar un sistema semiparlamentario que aseguro el equilibrio de poderes.
La conformación del Frente Amplio Democrático Nacional será un éxito de los ciudadanos y de los actores políticos que decidamos formar parte de éste, pues, se impondrá el interés superior que es México, de ahí partiría la posibilidad democrática que unifique a los partidos y sea una opción para los electores sin cesgos que representen retroceso, sectarismo, dogmatismo y pragmatismo. Es preciso puntualizar que al consolidarse deberá tener una plataforma de consenso, en la que las partes que lo integren puedan lograr una amplia mayoría no sólo en las urnas sino en el Congreso de la Unión, en las 30 elecciones concurrentes y en las 3 federales.
* Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD)