Nuño y su modelo educativo priista, la nueva farsa
SAÚL MONREAL ÁVILA
Aurelio Nuño Mayer, secretario de educación peñista visito la entidad la semana pasada, con el evidente encargo de tratar de borrar obstáculos sociales a esta nueva «Reforma» que ahora sí, toca la parte educativa en sus contenidos y modelo, que mas que un proyecto real con algún fin, es un simple compendio de buenas intenciones, pero finalmente irreal y demagógico, dejando a su paso más dudas que respuestas.
El funcionario Priista del Gabinete Federal dijo que el Nuevo Modelo Educativo para la República Mexicana pretende cambiar la manera de impartir el conocimiento a los niños y jóvenes en las escuelas de manera intuitiva, reconociendo que el anterior modelo de educación no cubría las necesidades de los alumnos y docentes en la era de la tecnología.
Señaló que la educación ya no debe estar sujeta a la repetición de conceptos, sino a la asimilación de los mismos y aplicarlos en la vida real, como un conocimiento adquirido por la experimentación más allá de la calificación, y que debe integrar a toda la sociedad en el proceso educativo para que los objetivos a corto y mediano plazo sean medibles y que los resultados sean positivos. “Así les vamos a delegar herramientas para abordar los retos del Siglo XXI, con la inclusión de las habilidades socio-emocionales, para impulsarlos a que tengan mejor desempeño académico”, aseguró.
Los datos sobre la educación en nuestro país no dejan lugar a dudas sobre la necesidad de hacer algo al respecto, México cuenta con el quinto sistema educativo más grande a nivel mundial. El problema es que la cantidad no se traduce en calidad. De acuerdo con el Reporte de Capital Humano 2015, elaborado por el Foro Económico Mundial, México se encuentra en el sitio 102 de 124 países en calidad de educación primaria; para el grupo de entre 15 y 24 años, que abarcaría secundaria y preparatoria, México ocupa el lugar número 107.
De acuerdo con la información proporcionada por el Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED), el país cuenta con 1.9 millones de maestros, 23.5 millones de alumnos y aproximadamente 170 mil inmuebles. De estas cifras, 62 de cada 100 maestros son mujeres cuya edad promedio ronda los 40 años. El salario promedio que los profesores ganan en general es de $72 la hora y trabajan alrededor de 30 horas a la semana. Del total de docentes, el 84 % desempeña sus labores en el sector público y el resto, que se calcula en 300 mil maestros, dan clases en escuelas privadas.
El promedio de escolaridad de la población mexicana es de 9.2 grados, equivalente a no más de la secundaria concluida, según señala un informe del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), sobre el estado que guarda el Sistema Educativo Nacional 2016 en el documento “La educación obligatoria en México”, entregado a la Cámara de Diputados, el INEE señala que en 50 años el nivel de escolaridad en México avanzó sólo a razón de 1.1 grados cada 10 años.
El problema es que para resolver esta situación, se necesitan medidas realistas, basadas en el sentido común por lo menos, se ha venido cuestionando que el nuevo modelo educativo que viene promoviendo Nuño Mayer tiene inconsistencias como la falta de un cronograma y plan de ruta con objetivos específicos, no toma en cuenta las necesidades de infraestructura educativa en las escuelas, presta atención insuficiente a las necesidades de las poblaciones más vulnerables del país y no demuestra que haya una disminución en la carga de contenidos para profundizar en los aprendizajes.
Por supuesto que la educación puede ser un vehículo para reducir la desigualdad e incrementar la movilidad social, eso no está a discusión, sin embargo, de la manera que está elaborado este nuevo modelo, puede ser un instrumento para la reproducción de las desigualdades sociales, lo que ocurre cuando las oportunidades educativas se distribuyen de manera inequitativa, es decir, en el entorno de marcadas desigualdades sociales en que vivimos, la ilusión meritocrática de la educación como determinante principal del acceso a las oportunidades de vida se diluye.
Y hay mas, por ejemplo, en la exposición completa del modelo que se hizo en la Cd de México, se propone dar “autonomía curricular” a las escuelas para que decidan qué clases impartir entre opciones como: “natación, clavados, huerto escolar, laboratorio científico, matemáticas lúdicas, conversación en inglés o investigación de documentos históricos originales”, (interesante para algún joven estudiante del Salvador o de Melchor Ocampo, en Zacatecas), lo que cuestionan investigadores del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, manifestando que la propuesta está “bien diseñada”, pero las metas educativas “están pensadas para el primer mundo, y México no es Finlandia”, «Quien diseñó el proyecto», dice, «Desconoce la complejidad de este país», mientras que las opciones de materias de las escuelas pueden parecer “superficiales” y no pensadas para las necesidades de las comunidades escolares, según se señalo.
Nuestras dudas personales son, ¿Se dotará de los presupuestos necesarios a la SEC para la aplicación de estos planes educativos? ¿Los padres de familia y Maestros, como ahora, llevaran en sus hombros la carga del sostenimiento de los planteles y de todo este compendio Peñista de buenas intenciones educativas? ¿Realmente se equipará a las decenas de miles de escuelas del país con toda la infraestructura necesaria para lograr los objetivos que entusiasta y alegremente delinea Nuño Mayer?
O como ha venido haciendo este régimen Peñista desde sus inicios contra los mentores que lo apoyaron para llegar a los Pinos: ¿Los obligara sin herramientas, sin infraestructura y sin presupuesto, a sacar adelante estas metas? Y si no se logra, por las evidentes dificultades que ya hemos visto tienen y tendrán los planteles con la nueva reforma «educativa» aprobadas por el PAN, el PRD y el PRI: ¿Culparan y penalizaran a los padres de familia y a los Maestros por no pagar y sostener lo que se plantea en este modelo?
Esas son las preguntas a las que no encontramos respuestas en los planteamientos que Nuño Mayer, quien como el Flautista de Hamelin, vino a exponer a Zacatecas.
