2018, la revolución que comienza
CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID
Luego de la Revolución Mexicana de 1910 sucedieron importantes cambios en la vida democrática y política del país, sin embargo, en los últimos años se ha dado un retroceso a los derechos políticos y ciudadanos logrados, pues prevalece la desigualdad, pobreza, marginación, inseguridad, crisis económica y social, violación constante y sistemática a los derechos humanos, falta de libertad de expresión, de educación, salud, vivienda, y de servicios básicos para la población.
Tal situación es producto de las erróneas decisiones tomadas por los gobiernos del PAN y PRI, quienes durante los últimos noventa años han gobernado al país, con sus prácticas antidemocráticas, sin representar y considerar los intereses del pueblo, han entregado las riquezas de la nación a unos cuantos y a extranjeros, olvidándose del pueblo mexicano, corrompiéndose por beneficios personales.
Por ello, actualmente diversos actores políticos y de la sociedad civil, han comenzado a hacer un llamado para que en el 2018 llegue a la Presidencia de la República una persona con un ideología progresista, consciente de las necesidades de población mexicana, principalmente de los más de 55 millones que viven en pobreza y pobreza extrema.
Son diversas las causas principales que provocan el inicio de una revolución, particularmente en México pueden ser los malos gobiernos, la corrupción de los funcionarios públicos; la desconfianza en las instituciones y organismos autónomos; la falta de servicios públicos; la crisis económica; desigualdad social y sobre todo, porque los propios partidos políticos no promueven condiciones que permitan la generación de políticas públicas que coadyuven a la atención oportuna de las demandas de la gente.
Fue la desigualdad social y la pobreza la que en 1910 hizo que el pueblo mexicano se levantara en armas, pues la discrepancia de clases sociales cada vez estaba más marcada, los ricos se hacía más ricos y los pobres más pobres, aunado a eso, México estaba militarizado y con ello sometido a las decisiones del gobernante en turno, el general Porfirio Díaz cuyo régimen era oligárquico.
A poco más de cien años, las condiciones de vida y desarrollo de los mexicanos nuevamente se repiten, pues el sistema de gobierno, que actualmente encabeza el PRI, sólo ha promovido políticas públicas que facilitan el incremento del enriquecimiento de los que más tienen así como de los empresarios transnacionales.
Debo recordar que los resultados de la Revolución Mexicana trajeron consigo la implementación de un nuevo sistema de gobierno, hubo estabilidad económica, principalmente en los años cuarenta y cincuenta, ello se obtuvo gracias al buen gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río, de 1934 a 1940, quien con la Expropiación Petrolera regresó las riquezas energéticas a nuestro país, misma que estaba en manos de los extranjeros.
La ideología revolucionaria quedó plasmada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, la primera con carácter socialista en el mundo. Otro aspecto que es de importancia referir, es el eslogan de tuvo la revolución, “no reelección”, esto luego de los dos periodos de Porfirio Díaz en el poder, mismos que perduraron por décadas, hasta 1911, sin embargo, ahora ello también regresará.
Actualmente, de entre los actores políticos que están aportando a la búsqueda del perfil idóneo para la Presidencia de México, se encuentra el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, quien se ha sumado a esta revolución social pacífica, cuyo propósito es enmendar el futuro del país, con un gobierno que atienda las necesidades de la gente, sobre todo que ponga fin al actual sistema neoliberal que lo único que ha hecho es incrementar más la pobreza en el país.
Las condiciones materiales y tecnológicas no son iguales que hace cien años, por ello, las diversas movilizaciones políticas y sociales que han comenzado, son para despertar el ánimo de la ciudadanía y así lograr que participen en la contienda electoral del 2018, que con su voto castiguen al PRI y de tal forma se sumen al mejor proyecto de gobierno para México, que sea incluyente y progresista.
El futuro y los resultados de la nueva revolución que comienza está en manos de los mexicanos, nuestro país podrá tener un futuro con estabilidad económica, seguridad, educación, salud y servicios públicos, siempre y cuando haya interés y participación de la ciudadanía, por ello, es necesario que se informe públicamente sobre los constantes errores del gobierno del PRI.
Principalmente, es de suma importancia recordar que las mal llamadas “reformas estructurales” de Enrique Peña Nieto, han generado descontento, desigualdad, pobreza, inseguridad e inestabilidad económica y social en México, las cuales demuestran que es falso que las crisis están en nuestras mentes, como él descaradamente lo ha afirmado, sino en todo el país, resultado de su deplorable gobierno.
Hoy se requiere de la participación de todos los sectores sociales, particularmente de los jóvenes, para que con el poder del voto cambien el rumbo de México; esta nueva revolución con miras al 2018 debe generar una alianza con ellos, quienes deberán postular y confiar en perfiles políticos y ciudadanos con vocación de servicio, con una ideología que proteja los intereses nacionales y sociales.
Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD)