Lamenta Foro Nuevo Sol que cierren investigación sobre serie El Equipo
La decisión de la Secretaría de la Función Pública de cerrar la investigación iniciada tras la demanda interpuesta por el Partido de la Revolución Democrática en contra del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, por supuestamente no contar con elementos de convicción para probar el gasto discrecional por 118 millones de pesos erogados para la producción de la serie denominada “El Equipo”, proyectada por encargo por la empresa Televisa, es un hecho lamentable que reitera que desde las altas esferas gubernamentales se protege a los allegados de Felipe Calderón.
El gasto destinado a la producción de “El Equipo” representó una inversión superflua por parte del gobierno federal.
En nada ayudó a mejorar la imagen que los mexicanos tenemos sobre la actuación de las fuerzas policiacas del país, mucho menos la percepción generalizada de que Felipe Calderón, a fuerza de mantener una estrategia unilateral, basada en mayor gasto en armamento e inversión en capital humano, terminará su sexenio derrotado, con un alto costo social que se traduce en casi 50 mil asesinatos y sin haber podido disminuir, ya no digamos vencer, el poder económico de los cárteles de la droga.
Así lo señala vía comunicado la coordinadora nacional de Foro Nuevo Sol-PRD, Hortensia Aragón Castillo, quien manifiesta que la difusión de la teleserie, en lugar de contribuir a frenar el preocupante y creciente ambiente de violencia , hizo apología de la violencia que se dice combatir combatir, pues en cada una de las entregas fueron frecuentes las escenas de sangre, balas, droga, mujeres, autos de lujo y demás relacionados con los grupos a los que el gobierno calderonista ha pretendido combatir sin éxito.
Además, la filmación de dicha producción, realizada por al menos tres meses en instalaciones del gobierno federal consideradas como “estratégicas”, a las que casi nadie puede ingresar, puso en peligro la supuesta “seguridad nacional” y las labores de “inteligencia” realizadas por los organismos respectivos, pues cientos de personas contratadas por Genaro García Luna se pudieron pasear por los edificios de la SSP con uniformes, insignias y armamento, hasta donde se suponía, de uso exclusivo de las corporaciones policiacas.
Es de pena ajena que Alejandro Poiré apele a la transparencia y a la rendición de cuentas en un caso que, de no haber sido difundido gracias a la investigación de un periódico de circulación nacional, seguiría siendo parte del anecdotario popular.