La marcha de la vergüenza
SAÚL MONREAL ÁVILA
Existe una antigua costumbre en Indonesia, nación insular ubicada entre el Sudeste Asiático y Oceanía, donde se encuentra la isla de Gili Trawangan, en un archipiélago suroriental de aquel paradisiaco país, donde tienen sus propias reglas para castigar a extranjeros ladrones y trasgresores de la ley, haciéndolos desfilar por las calles de las aldeas con carteles colgando del cuello donde se lee el crimen que hubiesen cometido, y posteriormente ser vetados por años de ese lugar, practica denominada como: «La marcha de la vergüenza».
Esto a propósito de una marcha convocada para el día de ayer por las calles de la Cd de México y otras ciudades del país, con el discreto pero evidente propósito de respaldar a peña nieto, quien a últimas fechas tiene niveles de desaprobación históricamente bajos. A finales de enero resulto que el 86% de los ciudadanos desaprueban la forma en que Peña Nieto está haciendo su trabajo como presidente, y solo un 12% la aprueba, según evaluación realizada a nivel país por un diario de circulación nacional, es de destacar que la evaluación pasada del diario, en diciembre, un 24% dijo aprobar la labor de peña nieto, y la desaprobación se ubicó en un 73%.
No dudamos ni cuestionamos sobre la legitimidad de manifestarse, y más con una causa absolutamente justificada, incluso, el movimiento de manifestaciones que se realizaron ayer por una mayoría de organizaciones civiles en 19 ciudades del país en un movimiento civil denominado: «Marcha Ciudadana por el Respeto para México», que entre otros, merece todo nuestro respeto y simpatía, la situación ruinosa del país, y la amenaza que representa en esta circunstancia la nueva actitud del gobierno estadounidense no es para menos, marchas que fluyeron este domingo en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Morelia, Colima, Hermosillo, León, Puebla, Tijuana, entre las urbes más grandes donde se realizó la marcha, además de muchísimas otras más pequeñas, también hubo acciones en ciudades de Europa y Estados Unidos.
Sin embargo, nos parece muy lamentable que el régimen este intentando utilizar la circunstancia del rechazo social ante las medidas ordenadas y las que planea el nuevo ejecutivo federal en los Estados Unidos Donald Trump, para intentar reivindicarse y salir del sótano en que se encuentran por el rechazo de la sociedad a causa de las pésimas políticas financieras contra la gente, pero diseñadas para favorecer un grupúsculo de privilegiados con poder político y económico en nuestro país y fuera de él, y personajes conspicuos, conocidos por su cercanía al régimen encabecen sus propias marchas para apoyarlos, desvirtuando en alguna medida la iniciativa y sentir social.
No se puede defender lo indefendible, 15 de 19 exgobernadores que salieron de funciones entre 2015 y 2016 tienen serias acusaciones, algunas de ellas graves como el prófugo de la justicia Javier Duarte, de Veracruz, el detenido Guillermo Padrés, de Sonora, Roberto Borge de Quintana Roo y César Duarte, de Chihuahua, incluso llegando la corrupción al mismo peña nieto, beneficiado con una lujosa y costosa finca, los casos de asesinatos como los de Tlatlaya, Ayotzinapa, Apatzingán y Ecuandureo, ejecuciones, con desapariciones y asesinatos de periodistas y activistas de derechos humanos entre muchos otros, están provocando la ira de la sociedad, eso sin contar con los casos anteriores a la administración peñista como Aguas Blancas, Acteal, y muchos otros casos más, nadie, sin algún interés de por medio, o en el caso de ser engañado, marcharía a favor del régimen actual, gracias al PRI gobierno, México cayó 28 posiciones en el Índice de Percepción de la Corrupción en el sector público, elaborado por Transparencia Internacional.
En 2015 el país se ubicó en el lugar 95, y en 2016 pasó al sitio 123, entre 176 países analizados, obteniendo una puntuación de 30 en una escala que va de 0 a 100, donde 0 es el país peor evaluado en corrupción y 100 es el mejor evaluado en la materia. La calificación actual es cinco puntos menor que la de la medición anterior”, indicó Transparencia Mexicana, “ En corrupción, México supera sobradamente a sus principales socios y competidores económicos. 40 posiciones separan a México de China, India y Brasil, sus principales competidores económicos. Entre las 35 economías que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se ubica en el último lugar”, según cita el organismo.
Con esto, difícilmente una persona en pleno uso de elementos de juicio, y en el libre ejercicio de sus facultades políticas y de decisión, apoyaría al régimen actual, y menos cuando es claramente tangible tanto en lo particular del ambiente en las calles, como en perspectiva por datos avalados por organismos competentes nacionales e internacionales, y mucho menos, marcharía por las calles a pedir se cierren filas en torno a un presidente y un régimen inepto y sinvergüenza.
Por ello, la idea de una marcha, pero de políticos y funcionarios corruptos siendo exhibidos por las calles, con carteles colgando de su cuello informando de sus corruptelas y raterías en una marcha de la vergüenza como lo hacen en la isla de Gili Trawangan, en Indonesia, para luego ser enviados al destierro, nos resulta un acto mínimo de justicia para la sociedad, esa es la única marcha en la que los corruptos que están gobernando al país deberían participar o tener influencia.
La gente ya está despertando de la resaca reformista y mentiras de Peña Nieto, está haciéndose dolorosa y lentamente, pero definitivamente mucho más consciente de la realidad, las marchas y manifestaciones libres y legitimas, son un síntoma del resurgimiento de la conciencia social que ahora sí, puede llevar al país si se canaliza por las vías correctas, las urnas, a formar un mejor país de tranquilidad, trabajo y prosperidad que todos queremos.
Twitter: @Saul_MonrealA
