En Sombrerete, de baja a nula la regulación sobre control de residuos: Garay
Zacatecas, Zac.- Con el objetivo de plantear una política orientada a cambiar patrones culturales de la sociedad, para encaminar a las personas a reducir, reusar y reciclar residuos bajo los principios de desarrollo sustentable, en tres comunidades pertenecientes al municipio de Sombrerete se hizo un estudio de diagnóstico para conocer las dimensiones de este problema a nivel regional.
El estudio estuvo a cargo de Ana Karen Garay Fernández, quien ejecutó el proyecto para obtener el título de ingeniera ambiental en la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, Campus Zacatecas, del Instituto Politécnico Nacional (UPIIZ IPN), bajo asesoría del maestro en ciencias Miguel Mauricio Aguilera Flores y la maestra en administración Yesika Yuriri Rodríguez Martínez.
“Durante la investigación encontré que en las áreas rurales de México existe una regulación baja o nula sobre el control de los residuos. Es común encontrar que los residuos no son clasificados y son arrojados a tiraderos a cielo abierto o en las calles de las localidades. Encontramos también que los residuos peligrosos (como aceites usados —de motor y comestible—, envases vacíos de agroquímicos —plásticos y costales— y medicamentos caducados) no tienen un manejo adecuado, pues son desechados en drenaje o directamente en el suelo”, describió Garay Fernández.
La ingeniera especificó que las localidades seleccionadas para el estudio fueron Colonia Hidalgo, Ejido Zaragoza y Plan de Guadalupe, zonas rurales del municipio de Sombrerete. Mediante una encuesta con muestra de 220 personas, iniciada en septiembre de 2015, los investigadores evaluaron las prácticas actuales de los habitantes y detectaron insuficiencia en el control y manejo de residuos, acciones que afectan el suelo, agua, aire y la salud humana.
“Identificamos que el área de estudio carece de servicio de recolección de residuos, por lo que los habitantes requieren transportarlos al tiradero. Encontramos que el 100 por ciento de los residuos de Plan de Guadalupe y Ejido Zaragoza son quemados, lo que es una situación preocupante por la emisión de gases altamente tóxicos, como dioxinas y furanos (C4H4O) a la atmósfera”, ilustró.
Otro de los problemas detectados es que el tiradero de Ejido Zaragoza se encuentra aproximadamente a tres metros de distancia de un arroyo, lo que representa un foco de contaminación del agua que consumen animales del área.
“Por acción de la descomposición de los residuos se forma el biogás, que aporta cantidades importantes de gases como dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) que contribuyen al efecto invernadero”, aseveró.
Reutilización y reciclaje de los residuos
Garay Fernández enunció que en Plan de Guadalupe, 78 por ciento de la población separa residuos aprovechables como el aluminio, plástico y cartón. En Colonia Hidalgo, 56 por ciento separa residuos y, de este porcentaje, 41 por ciento los vende. En Ejido Zaragoza, 84 por ciento de la población separa los residuos, de entre ellos, 60 por ciento los vende.
“La mayor parte de la población de las tres localidades, quienes no separan los residuos es por falta de interés o por pereza. Colonia Hidalgo es la localidad que menos separa los residuos, mientras que Ejido Zaragoza es la que más los separa, a razón de que representa una oportunidad de ingreso económico”, reseñó.
El maestro en Ciencias, Miguel Mauricio Aguilera Flores, explicó que a través del estudio realizado se percibió el interés de la población por participar en proyectos relacionados en torno al medio ambiente, principalmente en la problemática de los residuos (basura).
“Un 99 por ciento de la población encuestada mostró estar interesada en aprender más sobre el tema, sugiriendo que sea a través de talleres educativos orientados a la capacitación sobre las buenas prácticas en el manejo de los residuos. Así que esa motivación o interés hay que aprovecharla, para difundir y promover la educación ambiental en las personas», enunció.
Por su parte, Yesika Rodríguez destacó la importancia de este tipo de estudios para evaluar los hábitos de las personas por la falta de información o educación ambiental y con ello generar estrategias para implementar cambios en este tipo de conductas.
“Además, este diagnóstico funciona como referencia sobre las costumbres en las localidades rurales, no solamente del estado, sino del país en general, puesto que se han generado estereotipos o tendencias sobre los hábitos de desecho de residuos. Urge implementar propuestas de mejora para la prosperidad en su entorno, localidad y esto, sin duda, podrá dar resultados importantes a gran escala”, concluyó.
LNY/AgenciaConacyt