El semidesierto: De oficio, negocia y moneda de cambio
RAÚL SILVA TORRES
Cuando Alejandro Tello era candidato a gobernador, firmó una especie de convención con la ciudadanía, Contrato con Zacatecas, se llamó a ese documento.
Tello empeñó su palabra de generar 40 mil nuevos empleos en cinco años, pero el proyecto de declaratoria del semidesierto del estado, como área natural protegida, le ha significa una piedrita en el zapato.
Si desea cumplir con su palabra, tiene que generar algo así como 8 mil empleos por año, de lo contrario se dará contra la pared, porque él dijo: “si no cumplo, me voy”.
La industria minera genera el 40% del Producto Interno Bruto (PIB) del estado gracias a la exploración y explotación de minerales en el semidesierto, zona que se declarará como área natural protegida.
Tan sólo el plan, ha propiciado que cuatro proyectos mineros estén frenados, lo que afectará las proyecciones del gobernador en generación de empleo y atracción de inversiones.
Con la declaratoria encima, las compañías, en su mayoría extranjeras, tienen incertidumbre para continuar sus operaciones. Y como buen hacedor de acuerdos, Alejandro Tello, ya planteó la posibilidad de modificar el plan original.
De las 2 millones de hectáreas que se pretende proteger, el gobernador de Zacatecas pretende desmembrar 200 mil hectáreas porque a su decir, no puede cerrarle las puertas a las inversiones.
Entre esos proyectos frenados se encuentra Camino Rojo que desarrolla la canadiense Gold Corp, en la que se invertirían 2 mil millones de dólares en cinco años. Desde el 2015, se encuentra en los estudio de factibilidad.
Camino Rojo tendría la misma capacidad de extracción que Peñasquito, que es la quinta mina más importante a escala global y la primera de Latinoamérica. Y apalancaría el crecimiento del empleo.
La Secretaría de Economía del estado, ha señalado que Peñasquito representa más de tres mil 200 empleos directos, el 80% absorbido por trabajadores zacatecanos.
En proveeduría y servicios, la actividad de esta mina que el año pasado produjo 404 mil onzas de oro, representa otros nueve mil empleos y 600 millones de dólares.
Para muchos, la modificación de la declaratoria del semidesierto, es moneda de cambio para que las empresas mineras acepten el cobro del impuesto a la industria altamente contaminada dentro del presupuesto de ingresos del 2017.
A la larga, las compañías le cobrarán factura al gobierno estatal en su intento de sacar dinero hasta por debajo de las piedras, literal. La grave crisis económica del estado ha orillado al gobernador a tomar esa medida.
La determinación está ahora en la Secretaría de Ecología, Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), veremos el peso gubernativo de Alejandro Tello, su capacidad de negocia, labia, oficio político o como se le quiera llamar.