Elecciones 2018: una prueba para los mexicanos
DANIEL ENRÍQUEZ ROBLES
El día de ayer se dio a conocer una de las notas más inusuales en lo que respecta a la política nacional mexicana.
Durante el 5° Congreso Nacional Indígena, el EZLN (Ejército de Liberación Nacional) decidió que organizará tareas para postular a una candidata independiente en las siguientes elecciones federales de 2018; será una mujer indígena quien represente a todos los mexicanos que sufren los efectos agresivos de un sistema político-económico centrado en la inversión privada, el despojo de tierras, la devastación ecológica y moral que ocasiona el Capitalismo, la inseguridad y violencia nacional, las crisis producto de las Reformas Estructurales (impulsadas por PRI, PAN y PRD), entre muchas más vejaciones que hoy nos tienen con un desánimo social, pues hemos caído en razón, que en México, el progreso y la justicia están del lado de aquel que tenga «amigos» e «influencias» políticas.
Por más que los partidos políticos realicen «pactos de caballeros» (que más bien los llamaría «pactos de ladrones») para limpiar la imagen desgastada que éstos tienen hacia la sociedad, existen muchos ciudadanos mexicanos que progresivamente están optando por nuevas formas de participar en el bien común.
Los Zapatistas, como se les conoce a quienes integran el EZLN, contribuyen a su sostenimiento, ya sea ideológicamente y en actividades de autogestión, de México y muchas latitudes del mundo, son personas que tienen un recorrido amplio y firme en lo que respecta a la Organización Popular.
Pero antes, un poco de historia…
Nacimiento del EZLN
El 01 de enero de 1994, una noticia como pólvora se regó por todo el planeta: «un grupo de armados y encapuchados se habían alzado en diverso puntos del estado de Chiapas; tomaron algunas presidencias, encerraron a los policías y sitiaron los espacios públicos. Los Zapatistas se mostraban en contra del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Canadá, Estados Unidos y México, así como también, rechazaban la figura del Presidente Carlos Salinas de Gortari, quien amasaba una enorme fortuna familiar por vender empresas nacionales a extranjeros y empresas privadas».
El hecho de que existiera una rebelión en el país vecino de Estados Unidos significaba una amenaza para el Sistema Neoliberal impuesto por las grandes cúpulas económicas nacionales y extranjeras, por lo cual había que apagar ese grito de rebeldía indígena que exigía: justicia, tierra y libertad, mismas luchas del campesino y militar Emiliano Zapata Salazar.
No tardó el Ejército Mexicano y Agencias de Seguridad Americana en llegar al lugar, enfrentar con su artillería monstruosa a aquellos ciudadanos mexicanos armados con piedras, palos, machetes, rifles y pistolas que no tenían comparación con las de quienes servían «órdenes de arriba». Aquel año murieron muchos ciudadanos por el simple hecho de quitarse las cadenas del político ladrón.
Pero la guerra que enfrentó el EZLN no sólo era militar, sino ideológica, y ésa era su arma secreta, la más fuerte, la más agresiva, una que puso de cabeza a todos, tanto al presidente Carlos Salinas como a senadores, diputados, economistas, intelectuales, reporteros y demás. La voz del pueblo indígena se canalizaba en la voz del Sub Comandante Marcos, curiosamente, un hombre de piel clara, distinta al «color tierra» de los demás alzados, pero con el corazón en el mismo punto: «abajo y a la izquierda«. Cuando se le cuestionó si la rebelión era motivada por tomar el poder presidencial, Marcos dijo:
«¿La toma del poder? No, apenas algo más difícil: un mundo nuevo.»
El Sub Comandante Marcos hablaba de Socialismo Libertario, Derechos Humanos, Indigenismo, Autogestión, Marxismo, Anticapitalismo, Historia, Ética y Filosofía, amalgamando su discurso en un tono mordaz, sarcástico, humorístico y poético. ¿Estábamos ante la presencia de un nuevo caudillo nacional? La pregunta sigue en el aire.
Yo era un pequeño en aquellos, cursaba los primeros años de la primaria, supe en aquel momento lo que ocurría, pero no lo entendía ni me interesaba, sin embargo, la figura y el recuerdo del Sub Comandante Marcos siguió intacta. Fui creciendo y mis intereses se diversificaron.
La guerrilla era insostenible y dispareja, las violaciones y el acoso continuaba, políticos simpatizantes con los Zapatistas entraron al juego como especie de pacificadores, se designó a Manuel Camacho Solís (q.e.p.d.) como el Comisionado de Paz, quien logró firmar un acuerdo del cese al fuego; en aquella reunión estuvo también el Obispo Samuel Ruiz García (q.e.p.d.), sacerdote incansable en la lucha de los derechos indígenas, así como también Autoridades Zapatistas.
La guerra se detenía (aunque el Gobierno continuó acosando a los Zapatistas a través de grupos paramilitares financiados con recurso públicos), el EZLN no entregó las armas, logró Autonomía, impulsó manifiestos y acciones en pro del reconocimiento de los derechos indígenas, realizó una gira nacional llamada «La Otra Campaña«, donde visitó pueblos en toda la geografía mexicana, se solidarizó con las minorías, los grupos vulnerables, estrechó relaciones con grupos y activistas extranjeros, fomentaba
la Organización de los Pueblos en contra de los imperios abusivos que despojaban y destruían nuestra naturaleza, en pocas palabras, el EZLN se dedicó a sembrar todo lo que presumía en sus discursos, y la semilla germinó, creció y ha dado muchos frutos.
La decisión del EZLN (movimiento que siempre se distinguió como «apolítico») de contender políticamente por la Presidencia Nacional en 2018, es solo un fruto más de su actividad de sembrar conciencia, rebeldía, educación y autonomía durante más de 22 años.
En el año 2013 tuve la fortuna de ser seleccionado e invitado al primer nivel de «La Escuelita Zapatista«, actividad en donde se concentraron personas de todo el país y el mundo para conocer y aprender cómo es que viven los Zapatistas, qué trabajos hacen, cómo es su educación, y debo confesarles que están muy organizados.
Tengo un «libro frustrado» de las experiencias que viví en las montañas del sureste mexicano, pero allá aprendí a ver las cosas de manera distinta a como antes me parecían. Viví con una familia indígena, trabajé, comí, jugué, dormí con ellos, lloraron conmigo y mis compañeros cuando partimos de regreso cada quien a nuestros pueblos de origen. Aprendí mucho. Tenía 27 años de edad en aquel entonces, y aquella experiencia ha sido de las mejores de mi vida.
Por eso, hoy que el Congreso Nacional Indígena está en asamblea permanente y los Zapatistas se dedicarán a consultar la decisión de impulsar a una mujer indígena como candidata independiente a la presidencia de México en 2018, me siento contento porque el zapatismo esté valorando participar en la vida política de México, pues su forma de gobernar se basa en obedecer lo que el pueblo organizado decide, el zapatismo le otorga un alto valor a la mujer como no he visto en los diferentes contextos que he andado, las formas de producción en el zapatismo es regido primero con un amor y respeto a la tierra, respetando las dimensiones del Desarrollo Sostenible (económico, ecológico y social), se trabaja en la potencialización de las virtudes del humanos, entre muchas cosas más que vale la pena conocer para descubrir, como yo lo hice, que existe otro México más bonito y justo que en el que vemos todos los días en las noticias.
El EZLN, como movimiento popular, pues no es un partido político, tiene todos los elementos para ganar la Presidencia de México, pues el Zapatismo representa a las minorías violentadas a través de muchos años en todos los pueblos de México, somos más violentados que corruptos, existen más pobres que ricos, la diferencia entre unos y otros es abismal, lo cual, si lo traducimos en votos, no existe «Dictadura Perfecta«, ni «Pacto por México«, ni «Movimiento Progresista«, mucho menos «Regeneracional» que pueda acumular votantes o comprar conciencias.
Claro que sería una Elección Extraordinaria y Utópica, de esas que ocurren y se guardan para la posteridad. Basta con pensar y analizar la votación en el 2012, en la cual se registraron 50,323, 153 votos, de los cuales:
Peña Nieto y «satélites» obtuvieron 19 millones 226 mil 784 votos
AMLO y las izquierdas lograron 15 millones 896 mil 999 votos
Josefina y «aristocracia» tuvieron 12 millones 786 mil 647 votos
Gabriel Quadri logró 1 millón 150 mil 662 votos
Reflexiones
¿Qué pasaría si el EZLN logra proponer una candidatura independiente alejada de los partidos políticos, esos mismos que pactan entre «rojos, azules, amarillos, verdes y morenos«, que solo se ponen colores para repartirse el presupuesto, que fomentan la corrupción y la traición entre las dirigencias, que engañan a la militancia y a todos los mexicanos?
¿Imaginas la transformación en todos los órdenes que se diera al tener una Presidenta de México verdaderamente ciudadana?
¿Sabías que en Latinoamérica ya existe un Presidente con rasgos, ideología y valores indígenas? Él se llama Evo Morales y gobierna Bolivia desde el 2006, ha gobernado, ha vuelto a contender y su gobierno se ha ratificado por sus buenas políticas que han girado en torno al beneficio de la gente que menos tiene, equilibrando la riqueza con los inversionistas, logrando que Bolivia sea por 3er. año consecutivo líder de zona en crecimiento económico?
¿Sabías que Evo Morales aseguró 2 aguinaldos a los bolivianos en 2015?
Traigo historia de Bolivia por el origen del Presidente Evo Morales, con el supuesto de que en México exista una gran posibilidad de que los ciudadanos elijamos a una mujer.
honesta, fuerte de espíritu, que ame a su patria e impulse un gobierno de transformación de la vida.
Estamos en tiempos de cambio, de futuro, de posibilidades, de tomar las riendas de nuestro país, pues somos una sociedad cada vez más educada, más consciente. Son tiempos de creer en el poder de la mujer, en valorar la riqueza de nuestros pueblos originarios, en voltear la mirada a sus formas de vida, tan ancestrales y perfectas que pueden ser el camino para salir de la crisis que nos han dejado la partidocracia.
Votar por la candidata independiente del EZLN en 2018 sería una prueba social para saber si los mexicanos hemos avanzado en problemas culturales como el machismo y la discriminación a nuestros propios orígenes.
¡Yo votaría por esa mujer!
@Velvetfusca