Cultivos de agua contra la sequía
En Zacatecas estamos padeciendo severamente los efectos negativos de la sequía que impera en la zona norte de México: La peor en los últimos 70 años, según lo han afirmado expertos del Sistema Meteorológico Nacional.
En este año, varios estados de la República mexicana han entrado en estado crítico, entre los que destacan Sonora, Durango, Chihuahua, Coahuila, Durango y, por supuesto, Zacatecas. Una de las principales causas de la sequía es la escasez de lluvia, que en nuestro estado, llegó a un nivel tan bajo de captación cercano a los 400 milímetros de precipitación media anual.
Los agricultores y ganaderos zacatecanos están padeciendo los estragos de la sequía. El fenómeno del cambio climático impacta al sector agrícola por las alteraciones de temperatura, lo que ocasiona pérdidas y ha modificado los sistemas productivos.
En este sentido, el tesorero de la Unión Ganadera Regional de Zacatecas (UGRZ), Gilberto Pérez Escobedo, alertó hace un par de días que el sector agropecuario está gravemente afectado, “ya que los insumos escasean y aumenta el costo de producción, lo que obliga a los productores de ganado a llevar a cabo destetes precoces, venta de animales en estado de crecimiento o en edad avanzada, entre otras medidas.”
Aunque en los últimos días han comenzado a caer algunas lluvias en nuestra entidad, éstas son limitadas y no cubren las expectativas del sector agropecuario: “El monitoreo que llevan a cabo las asociaciones ganaderas ha constatado que la parte norte del estado continúa en foco amarillo, en alerta, ya que no se han presentado precipitaciones en forma suficiente”, señaló el dirigente de la UGRZ.
En Sombrerete, por ejemplo, se ha reportado la muerte por inanición de cientos de animales, debido a que la falta de agua también genera una carencia de alimentos.
El presidente de la asociación ganadera local, Juan Ángel Castañeda, dio a conocer que a causa de la sequía más grande en 70 años, la situación rural del municipio es alarmante y “es prácticamente imposible que, para el presente ciclo agrícola, se pueda sembrar maíz.” Castañeda también informó que la zona más afectada por la sequía, es la sierra ubicada en los límites de Jiménez del Teúl y Chalchihuites y las principales comunidades azotadas por este fenómeno son Corrales, Refugio de los Pozos y Estancia de Guadalupe.
A la problemática por las alteraciones del clima, se suma que los campesinos a menudo se topan con diversas trabas, como por ejemplo, con frecuencia la Comisión Nacional del Agua (Conagua) otorga a los grandes productores muchas facilidades para el uso de los pozos existentes que cuentan con agua suficiente para la siembra de regadío; e incluso, les beneficia con descuentos sustanciales.
Por el contrario, los pequeños productores batallan para acceder a ellos, dada su falta de recursos. Justamente, la semana pasada, María Esther Terán, dirigente de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), advirtió que hoy en día, la problemática general del campo mexicano radica en la falta de apoyos, la entrega tardía del escaso crédito a los productores y en los efectos que produce el cambio climático; lo que pone en alto riesgo la producción de alimentos. “Los pequeños propietarios estamos acostumbrados a manejar el crédito, pero el cambio climático ha vuelto de más alto riesgo a la agricultura y por eso es necesario acceder a respaldos financieros para aplicar alta tecnología y mejorar la infraestructura de las parcelas”, sostuvo la dirigente rural.
Sin duda alguna, hoy en día, la problemática del campo requiere de nuevas herramientas para un manejo adecuado de la producción y de los ecosistemas. En esta coyuntura, marcada por la sequía y la tardía temporada de lluvia, es primordial que el agua pluvial sea retenida en Zacatecas. Desde las instituciones gubernamentales, se tienen que fortalecer los programas y la asignación de recursos al Cultivo de Agua para racionalizar su captación y uso en las unidades productivas del estado.
Las instituciones del sector agropecuario deben contar con recursos extraordinarios para fomentar proyectos de Cultivo de Agua; fortalecer la instrumentación del Programa de Sustentabilidad de los Recursos Naturales, específicamente en el segmento de Conservación y Uso Sustentable de Suelo y Agua.
La situación de emergencia del campo zacatecano, exige que se inyecten recursos a proyectos estratégicos de generación de valor agregado e integrales, en beneficio de las comunidades rurales.
Asimismo, debemos moderar el método tradicional de extracción del agua, a través de la perforación y explotación de pozos profundos, ya que es costosa y conlleva grandes desventajas; porque en muchos lugares de Zacatecas resulta prácticamente imposible de realizar y no aseguraría un abasto a largo plazo. Además, no hay que perder de vista, que nuestras reservas de agua en el subsuelo son limitadas y tenemos que explotarlas con medida y de forma racional. Actualmente, existen regiones de nuestro estado -normalmente en áreas urbanas e industriales- donde se practica la agricultura “química”, procedimiento que afecta directamente a los mantos acuíferos, contaminándolos con residuos de fertilizantes y químicos.
El cultivo de nacimientos de agua, arroyos, cascadas, riachuelos permanentes y temporales es una alternativa que no debe ser menospreciada. En zonas secas y desérticas como las que dominan nuestra orografía, son sitios aptos para construir presas, estanques y bordos que almacenen el agua para el consumo de los animales o para el riego de cultivos.
Representa una solución para afrontar la sequía y también resulta benéfica porque modifica el microclima de manera positiva.
De esta manera, desde las instituciones públicas y de la sociedad civil, podemos contribuir decididamente a la conservación, uso y manejo sustentable de los recursos naturales utilizados en la producción primaria, mediante el apoyo a productores agrícolas y ganaderos.
De acuerdo a la disponibilidad de recursos públicos, éstos no deben escatimarse para impulsar proyectos en nuestros municipios, dirigidos a la realización de obras de captación y almacenamiento de agua, obras y prácticas de conservación de suelo y agua.