Jerez… Miel y veneno a la vez
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
La cantidad supera la calidad
El hecho de que la baraja de opciones para elegir al nuevo presidente municipal sea amplia, no representa que haya muchas opciones para escoger pues la cantidad está muy por encima de la calidad.
Para algunas personas que gustan de analizar y comentar la política, más de tres candidatos son demasiados en una elección de cualquier tipo, local, estatal o federal, e incluso para elegir al representante vecinal, al dirigente de un organismo o sindicato, más de una terna es demasiado.
Y por otra parte, según Jorge Castañeda, uno de los principales impulsores de la nueva figura de candidaturas independientes, más de uno en el mismo proceso, es complicado, sin descartar que en Jerez alguno de los dos propuestos como ciudadanos sin partido, pueda consolidar el propósito.
Una vil exageración
Y si tres son muchos, ocho es una verdadera exageración y podrían ser más de no existir las llamadas coaliciones, en las que algunos de los partidos chicos encuentran una cómoda forma de obtener posiciones sin necesidad de arriesgar su registro y las consecuentes prerrogativas. La complaciente ley que abarata demasiado el mínimo de votación como requisito para poder mantener el registro como partidos, permiten que eso suceda.
La cantidad no es nada nuevo, aunque supera el promedio de candidatos que se registran cada tres años; en alguna ocasión aparecieron en las boletas nueve contendientes, sin embargo, de por lo menos tres de ellos nunca se supo su postulación hasta que se vio su nombre en la boleta; simplemente llenaban el requisito o eran paleros del partido oficial y fingían tener proyecto, y plataforma. Los paleros siguen existiendo, pero ahora se coaligan.
Sin el ánimo de ofender a las familias convertidas en partido, a las que sólo les faltó el “Boby” para sacar con tirabuzón la planilla que registraron, la contienda se reduce a cuatro contendientes y en un momento dado serán sólo tres, la capacidad electoral del municipio no da para más.
Resurge la encuestitis
La encuestitis está de moda otra vez, pero más que como una forma de orientar a la ciudadanía, –que sería su objetivo–, surge como una burda manera de propaganda en la que el que paga manda y no sólo pretende reflejar las falaces preferencias, sino que además, proyectan inconscientemente cuál es el candidato que les presenta verdadero peligro, o al que le tienen miedo, ubicando en el lugar más bajo.
Se supone que la publicación de encuestas sólo podía hacerse con el aval de la autoridad electoral, pero todo mundo tiene la suya y las da a conocer sin empacho, aunque francamente desorientan y desinforman; son poco creíbles y el prestigio de algunas empresas dedicadas a ello, se pone frecuentemente en tela de duda, por los propios protagonistas, sobre todo cuando el resultado anunciado no les favorece.
Qué es lo que quieren
La contienda electoral a nivel municipal podemos resumirla en pocas palabras, utilizando el concepto y verbo más común de los políticos en tiempo de elección, quieren a Jerez, quieren servirte, quieren cambiar, quieren ayudar y evidentemente quieren…
El que quiere: Participa con la figura de independiente, con un proyecto novedoso, planeado en base a tiempos y propuestas, aunque identificado en su pasado por su participación panista y priísta de la que reniega. Preocupa a los grupos tradicionales.
El que quiere más: Como parte de un gobierno e impulsado por el grupo en el poder, su principal oferta es darle continuidad al proyecto de la actual administración municipal y como buen ciudadano oriundo de Ciénega, “trae con queso las gordas”.
El que quiere de nuevo: Ya fue presidente de rebote y por herencia; su inicio tardío en política fue en el PRD hace 15 años, luego dio el brinco al PAN, siguiendo a su hermano que le heredó la alcaldía; más tarde reapareció como candidato Verde y ahora vende la idea de ser independiente. Ya le dio un susto a los grupos tradicionales hace tres años y marcó la división del voto.
El que de nuevo quiere: En 2010 estuvo muy cerca de obtener la candidatura por el PRD, era el mejor posicionado, se la jugaron y debió conformarse con la candidatura a la diputación que finalmente perdió; hoy insiste por el PRI-Verde. La cargada estatal está de su lado.
El que algo quiere: Vendió bien la idea de que un exlíder de partido estatal le acarrea muchos votos al proyecto importante para el nuevo partido de AMLO, siendo jerezano pocos lo conocen, sin embargo siempre dispuesto a la negociación. Gane o pierda no se irá con las manos vacías.
El que quiere lo que sea: Con la bomba que su oportunista partido soltó al proyectar a una figura artística reconocida rumbo a la gubernatura, cree que algo puede rescatar . Lo que caiga es bueno.
La que no quiere: No quería pero mi compadrito me mandó, podría ser la frase para resumir la forzada candidatura del Movimiento ciudadano, obvio que si alcanza para algo el ser la única mujer candidata a presidenta, el ganón será el compadre con una regiduría.
No se sabe que quiere. Forzado por el tiempo y la recuperación del registro, el PT presentó planilla y candidato a presidente. En su casa lo conocen.