Endeudar Zacatecas, la promesa jamás hecha
RAÚL SILVA TORRES
Era 2010, el principio de lo que sería un nuevo rumbo para el estado: el de la esperanza. Los zacatecanos le dimos un voto de confianza al actual gobernador, Miguel Alonso, creímos en sus propuestas y en sus promesas.
Cinco años más tardes, llegó el desencanto. Uno más que nos engañó. Sus decisiones han provocado que su sexenio se escriba con números rojos gracias al macro endeudamiento de Zacatecas, hasta por 20 años.
La administración del priísta ya es pantanosa, desastrosa y con una parálisis gubernamental evidente. Quizás de todos los candidatos era el menos peor, pero hoy simplemente vemos que nos salió más caro el remedio que la enfermedad.
Usted no los pidió, no se los gastó; pero cada zacatecano adeudamos algo así como 4 mil pesos, luego de que Miguel Alonso se dedicara a contratar préstamos millonarios a la banca privada.
Es así como el mandato de Miguel Alonso pasará a la posteridad por ser el que ha empeñado a los cerca de millón y medio de habitantes que tiene la entidad.
De acuerdo al último reporte del Avance de Gestión Financiera emitido por la Secretaría de Finanzas (Sefin), la deuda actual que mantiene Zacatecas es superior a los 10 mil 333 millones de pesos.
Hay que reconocer que el gobernador ha sido sincero, pues de entre todas sus promesas, hay una que ha cumplido a cabalidad. Dijo que en su sexenio no habría obra pública ostentosa ni de relumbrón, se le olvidó decir que tampoco social.
No sería la prioridad. ¿Entonces para que tanto dinero?. La obra pública existente, que por cierto es innecesaria, puede resumirse a la remodelación de plaza de armas y la alameda, a la edificación del multiforo de la Fenaza y el velódromo.
Sin olvidar la réplica de la suite del Bellagio de la Casa del gobernador, el parque ecológico, la caja negra de La Bufa, el Centro Cultural Toma de Zacatecas, entre otras obras que no son de impacto social.
Miguel Alonso nunca se comprometió a no endeudar al estado, en eso tampoco mintió. Pero si cuando dijo que sería su gobierno austero y racional. Otro político que nos vio la cara.
Veamos como comenzó el declive económico. A casi 10 meses del inicio de esta administración, Miguel Alonso contrajo un préstamo por 4 mil 897 millones 850 mil pesos más gastos y comisiones. Aprobado por el Poder Legislativo.
Se utilizaron mil 840 millones de pesos para el pago de créditos a corto plazo heredados por la administración anterior y mil 385 millones para el pago de ciudad Gobierno según la Sefin.
Además de 714 millones de pesos para la construcción de 3 bases militares; 740 millones para infraestructura y 243 millones se destinaron al rescate de municipios.
Un año más tarde, en 2012, nuevamente se solicitó otro préstamo superior a los 307 millones de pesos, recurso con el que contemplaba construir el metrobús de Zacatecas, y que no se ha logrado.
Con ambos empréstitos, Zacatecas escaló posiciones para colocarse en la tabla de los estados más endeudados, en el lugar 15, pues esta creció 2 mil 193% entre 2010 y 2012, ha señalado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
No conforme con ello, la semana pasada, Miguel Alonso solicitó un tercer crédito bancario por hasta 8 mil 900 millones de pesos, que a decir de él, permitirá mejorar las condiciones de pago a proveedores y terceros, así como dejar finanzas sanas a la siguiente administración.
Recalcó que esta nueva petición de crédito se tomó con responsabilidad, pues distintas calificadoras afirman que Zacatecas aún se encuentra en condiciones de generar otro endeudamiento. Qué más da si en 10 meses dirá adiós.
De ante mano, sabemos que este préstamo será autorizado por el Poder Legislativo, ya que la mayoría de diputados son del tricolor y sus aliados el Verde Ecologista y Nueva Alianza, lo respaldarán.
La escalada de empréstitos tiene su origen en el mismo argumento desde que inició el sexenio, la culpa de todos los males habidos y por haber son causa de la anterior administración. Nunca pudieron cambiar de libreto.
Recordemos que Amalia García dejó en 2010 una deuda de 718 millones de pesos, y con la llegada de Miguel Alonso, para 2011, esta ya era de cinco mil 261 millones, una diferencia superior a los 200 millones de pesos.
Las deudas del estado se han comido los ingresos propios anuales. Datos de la SHCP revelan que para 2010 la deuda representaba el 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Para el 2014, ese porcentaje se incrementó a 3.5 por cierto.
Son pocos los esfuerzos realizados por el gobierno del estado para optimizar los recursos. En 2013 anunció un plan de austeridad ante la reducción presupuestaria que enfrentó y según este, se ahorraron más de 315 millones de pesos.
El plan incluyó la reducción del sueldo del gobernador y de sus funcionarios de primer nivel en 10%. La disminución de viáticos en 50%, entre otras medidas.
Esta medida austera se aplicó a todas las dependencias del gobierno estatal, excluyendo a los Servicios de Salud y la Secretaría de Seguridad Pública.
La diputada Soledad Luévano Cantú, dio algunos consejos al mandatario para ahorrar 900 millones pesos anuales y recortar los gastos en algunos rubros de la oficina del gobernador, Comunicación social e imagen institucional, la Secretaria de Administración, la Secretaria de Seguridad Pública, entre otras.
En su quinto informe de gobierno Miguel Alonso dijo que se han invertido 28 mil millones de pesos en obras de infraestructura carretera y desarrollo Habitacional, la pregunta es ¿cuáles son?.
El mayor gasto de este año se ha erogado en seguridad pública con 3 mil 500 millones de pesos para la edificación de los cuarteles militares de Jalpa y Fresnillo, el sistema de videovigilancia y el centro de operación de combate al narcotráfico.
Sus esfuerzos son buenos, pero no han servido de mucho. Muestra de ello son las cabezas humanas encontradas en Ojocaliente, la desaparición de jóvenes en Calera, balaceras, asaltos y asesinato en contra de chofer de camiones y taxis en Guadalupe y Zacatecas, robos y secuestros en Fresnillo, y otras regiones del estado.
