Incumple INE-IEEZ con el voto migrante

 

La obligación de toda autoridad es hacer cumplir y garantizar el respeto de los Derechos Humanos. El Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) debería haber realizado ya las gestiones necesarias ante el Instituto Nacional Electoral (INE), con el firme propósito de hacer realidad el voto de los zacatecanos radicados en el extranjero.

 

El convenio de colaboración entre el IEEZ y el INE tendría que centrar su prioridad en instrumentar los módulos de credencialización en los consulados y embajada de México en Estados Unidos. Esto porque el 15 de enero próximo se cerrará la lista nominal y, por cierto, el padrón electoral de ciudadanos de Zacatecas con derecho a votar actualmente se integra por un millón 126 mil 657 electores. La mayoría son mujeres, con 577 mil 830; mientras que los hombres son 548 mil 827.

 

Los insuficientes recursos económicos para implementar la credencialización del voto desde el extranjero y la inoperancia de la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores del INE, de programar oportunamente la implementación de los módulos en los consulados mexicanos en Norteamérica, denota el nulo interés para hacer posible que Zacatecas cuente para las elecciones del 2016 con una lista nominal de electores radicados en el extranjero.

Para los comicios del 7 de junio del próximo año se continuará con el voto postal tradicional. Esto, a pesar de que ha quedado demostrado que es obsoleto, costoso y está rebasado. Lo que provoca la imposibilidad de que se cuente con un padrón y una lista nominal que incluya a todas y todos los ciudadanos y que permita la participación de un sector social que debiera ser determinante en el resultado electoral, no sólo por su aportación económica, sino por su vocación democrática y el interés que muestran permanentemente por sus comunidades de origen.

Es trascendental que las Instituciones Electorales del Estado Mexicano muestren voluntad política y eficiencia administrativa. Desde ahora se debe manifestar la intervención pertinente en favor de que los migrantes zacatecanos puedan participar en la elección de quien será él o la próxima titular del Poder Ejecutivo en nuestro estado.

Recordemos que en México la historia de la migración hacia Estados Unidos se da desde hace más de un siglo. El estado de Zacatecas ha sido una de las principales entidades con mayor número de migrantes, debido a su participación en los programas de braceros y por el escaso desarrollo económico.

Esa situación derivó en el nacimiento de un fenómeno social binacional, ya que las familias zacatecanas tienen no únicamnte vínculos consanguíneos, sino sociales y culturales, por lo que deben participar en la vida pública y política del país, y desde luego en nuestra entidad.

Debemos hacer una valoración objetiva en la que analicemos la eficacia y eficiencia de la autoridad administrativa electoral de México y Zacatecas.

La duplicidad de funciones, el costo de mantener estructuras robustas del INE y OPLEs; así como las decisiones erráticas de la autoridad electoral nacional de priorizar la construcción un nuevo edificio sede en la capital del país, cuyo costo será de más de mil 100 millones de pesos, más varias sedes en otras entidades, donde está incluido Zacatecas, son ejemplo de ineficacia e ineficiencia.

Lo anterior nos demuestra que en poco contribuyen las autoridades electorales para avanzar en mecanismos eficientes y modernos como el voto electrónico y el presencial, si no se instrumenta la masificación de la credencialización de los mexicanos radicados en el extranjero, para que puedan votar en la elección federal del 2018, ya que en las próximas del 2016 se ve poco probable que esto suceda.

Finalmente, quiero concluir registrando que tanto el INE como el IEEZ han incumplido con la legislación electoral vigente en México, con los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano es parte, como el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, que establece la obligación de los Estados para que hagan efectivo el derecho a votar y ser votado en elecciones libres y auténticas.