Renuncia Navarrete ¿Ahora qué?
HÉCTOR A. ALVARADO GÓMEZ
Este fin de semana conocimos de la sorpresiva renuncia que presentó Carlos Navarrete y la totalidad del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Sorpresiva porque el ex senador aún no cumple un año de estar en el cargo que dura tres, y para el que fue electo apenas en septiembre del 2014. Sorpresiva también porque Navarrete pertenece a la corriente de “Los Chuchos”, que es el grupo mayoritario en el PRD y desde hace varios años tiene dominio de ese instituto político.
Sin embargo, la renuncia de Carlos Navarrete, que ya fue aceptada por el Consejo Nacional y se hará efectiva a finales del próximo mes de septiembre, también es entendible tomando en cuenta los pésimos resultados que obtuvo el partido en proceso electoral que se vivió en el primer semestre de este año y donde el PRD solamente logró el 10% de la votación, además perdieron el gobierno de Guerrero y también la hegemonía que durante 18 años habían tenido en el Distrito Federal, entidad que desde 1997 era el gran bastión del PRD, pero que ahora le fue arrebatado por Morena.
El partido de López Obrador logró obtener el 8.37% de la votación nacional y en el DF ganó 23 lugares en la Asamblea Legislativa, superando al sol azteca que solo pudo conseguir 19. Morena también ganó cinco delegaciones.
Además de las posiciones en el Distrito Federal y el 8.37% de la votación nacional, Morena le arrebató al PRD la bandera de ser el partido de izquierda electoral en México y, quizá, esa sea la mayor pérdida que arrojó la dirigencia perredista.
La debacle del PRD se deriva de la errada conducción que le dieron Jesús Ortega, Jesús Zambrano y ahora Carlos Navarrete que privilegiaron firmar y defender el Pacto por México, alianza que hicieron con el PRI, PAN y Partido Verde para aprobar las reformas de Enrique Peña Nieto; situación que provocó la salida de sus grandes líderes y fundadores como: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador; en esta etapa también renunció Marcelo Ebrard, uno de sus grandes activos políticos.
A eso habrá que sumar los pleitos eternos que sus tribus han protagonizado por los cargos de elección popular, principalmente por los espacios plurinominales. Afecto también que al interior del PRD se está dando los que conocemos como Familiocracia, es decir, que para ser candidato u ocupar un cargo de dirigencia en el partido se debe ser hijo, hija, hermano, primo, sobrino, esposa, cuñado, yerno, amante o cualquier otra derivación familiar de algún dirigente o líder de corriente.
El discurso perredista dice que la renuncia de Carlos Navarrete se da porque habrá un intento por transformar al partido, aunque no se menciona en qué quieren convertirlo. Agregan que se buscará volver a entablar diálogo con Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador para una eventual alianza electoral en el 2018; pero lo que yo veo es que Los Chuchos, corriente que domina al PRD, en realidad nunca apoyó al cien por ciento a Carlos Navarrete, primero ampliaron el periodo de la anterior dirigencia; después le retrasaron seis meses su llegada a la cabeza del sol azteca que debió ser en marzo del 2014 y se dio hasta septiembre de ese año y, ahora, promovieron su salida del CEN.
¿Qué pasará con el PRD? ¿Qué pasará con ese partido que en algún momento de su historia (1998 y 2006) estuvo a punto de ganar en dos ocasiones la Presidencia de la República? ¿Qué pasará con ese instituto político que en algún momento representó una opción alternativa al PRI y al PAN? ¿El PRD dejará de ser uno de los tres partidos mayoritarios y Morena lo superará?
Ya renunció Navarrete a la dirigencia del PRD ¿Y ahora qué?
Es lo cotidiano.
Twitter: @HectorAlvaradoX
Correo: [email protected]