Ahora diputados quieren que sean patrimonio Las Morismas «y sus festividades»
Zacatecas, Zac.- La diputada priista Elisa Loera de Ávila propuso una iniciativa de proyecto de decreto para que la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial no sólo contemple las representaciones de las morismas de Bracho, sino que también se incluyan las festividades que se desprenden de ellas.
Según la propuesta, la celebración se realiza por varios días y contempla varias festividades, no sólo la representación de la batalla.
Y detalla: La celebración empieza el último jueves de agosto, por la tarde, con la representación del martirio y muerte de San Juan Bautista; el viernes continua la representación con el desafío de Juan de Austria, desocupando la plaza sin combate; el sábado se efectúa un pequeño desfile por el barrio de La Pinta, continuando hasta la fuente de los conquistadores, en donde se retorna el contingente a las Lomas de Bracho, para posteriormente realizar simulacros de varios combates, en los cuales obtienen el triunfo los turcos.
«Es importante señalar –destaca la iniciativa–, que gran parte de apego de los zacatecanos a esta manifestación se debe, en buena medida, a la difusión de los principios y enseñanzas que se transmiten de generación en generación».
Se menciona en el objetivo de esta iniciativa es que se valoren otros aspectos del ritual, no sólo las representaciones teatrales; pues todas las festividades que se desprenden de esta representación son consideradas parte de la tradición y expresión de los zacatecanos.
«El criterio que se toma es que estas expresiones son consideradas como representativas del estado así como de los habitantes que las practican. Es decir, florecen y se perfeccionan a la par que brindan identidad y cohesión social a los zacatecanos».
Las festividades que se desprenden de las representaciones de las morismas de Bracho también forman parte de la tradición de los zacatecanos pues fortalecen el sentimiento de identidad y proporcionan conocimientos a otras generaciones.
Se rememora que las representaciones de las Morismas de Bracho son una tradición del pueblo zacatecano en la que convergen cientos de familias que, por generaciones han participado en estas festividades tradicionales.
«Las representaciones de las Morismas de Bracho son una representación de carácter teatral, en ellas se recrean los combates entre los moros de la Turquía y los cristianos de la España del siglo XVI», explica la iniciativa.
Este tipo de prácticas fueron introducidas por los conquistadores como parte del proceso de convergencia cultural y religioso. Sin embargo, debido a la importancia y grado de apego que la sociedad zacatecana le dotó a esta práctica fue adoptado como un símbolo de identidad.
En la actualidad en las “Representaciones de las Morismas de Bracho” así como en las festividades que se desprende de ellas, participan de 10 mil a 12 mil personas.
Los antecedentes históricos muestran que su primer precedente en Zacatecas data de 1662, fecha en la que se realizó una celebración similar en Pánuco; las fuentes también indican que el 14 de septiembre de 1735 se realizó una representación de la Batalla de Lepanto, por parte de los trabajadores de don Domingo Tagle de Bracho, dueño de la hacienda de las minas San Bernabé.
Podría decirse que el antecedente de la actual representación data del siglo XVIII con la creación de la Cofradía de San Juan Bautista. No existe certeza sobre la fecha exacta de la creación de esta corporación; un supuesto señala que fue el 24 de julio de 1831 cuando se creó la cofradía de San Juan Bautista, aunque según algunos datos del cronista del Estado de Zacatecas, no es sino hasta 1836 cuando se constituye la Cofradía de San Juan Bautista, corporación que se encargará de la organización de “Las Morismas de Bracho”.
LNY/Redacción
