Agenda legislativa en la nueva Cámara de Diputados
CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID
Las pasadas elecciones federales permitirán que la próxima Cámara de Diputados se integre de manera diversa, lo que a su vez tendrá que derivar, forzosamente, en el establecimiento del diálogo permanente entre las fuerzas políticas representadas, para establecer una agenda legislativa.
Sí bien es cierto que el amasiato PRI-PVEM, con el apoyo del PANAL, alcanzan la mayoría en la Cámara Baja, también lo es que deberán consensar, dialogar y acordar con el resto de los partidos políticos que integraremos este Poder.
Aunque todavía pueden registrarse algunos cambios en la integración de la cámara -dependiendo de los resultados que se obtengan de las impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJE)-, ya se visualiza un panorama aproximado de cómo quedará.
Por ahora el PRI obtendría unos 200 diputados y el PVEM, pese a todas las violaciones electorales cometidas y por la permisividad que tuvo del órgano electoral, alcanzaría 47 curules; y el PANAL, 10. Es decir, tendrían mayoría simple.
Sin embargo, el resto de los partidos tendremos una representación importante y significativa que podría inclinar la balanza, ya que el PRD alcanzaría 56 curules; y el PAN, 108; por lo que continuaríamos siendo de las principales fuerzas políticas al interior del legislativo: PRI, PAN y PRD.
En tanto, el PT, obtendría seis diputados; Movimiento Ciudadano, 26; y Nueva Alianza, 10. No hay que olvidar que llegarán dos nuevos partidos políticos: Morena, con 35 representantes populares; y Encuentro Social, con ocho.
Ante la inconformidad de la población y la inefectividad de las grandes reformas estructurales que Enrique Peña Nieto promovió, como la energética, educativa, hacendaria y laboral, el partido en el poder deberá consensar nuevos cambios y acuerdos.
Es por ello, que el Sol Azteca tiene la oportunidad de impulsar una agenda legislativa acorde a las necesidades de la población mexicana, que resuelvan los grandes problemas sociales y económicos del país, revirtiendo los efectos de las pasadas reformas.
Entre los retos que tiene como integrante de la izquierda mexicana, el PRD deberá impulsar una nueva reforma estructural del Estado Mexicano, que sea integral y para todas las instituciones, que permita reincorporar el poder político a su real estatus soberano.
Lo anterior significa la descentralización de los poderes público y social; el establecimiento de una democracia real y plena; la innovación de los órganos e instituciones del Estado, para que no sean un simple instrumento formal para la gobernabilidad; y contar con un Poder Legislativo que recupere los cometidos amplios de investigación, fiscalización, control, supervisión y deliberación política.
También se debe impulsar una política económica que fortalezca el mercado interno, para ampliar nuestra competitividad en el mercado externo, a través del incremento del poder adquisitivo de los salarios y estimular la producción de bienes de consumo, intermedios y de capital de origen nacional, con la consecuente generación de empleos.
Para lograr ese cometido será necesario promover la competencia y reglamentar los mercados oligopólicos, regular los aranceles, normas técnicas y salvaguardas contra las prácticas desleales de comercio.
Esta agenda legislativa tendrá que reorientar las políticas macroeconómicas, reducir los riesgos de la inversión especulativa y asegurar la sostenibilidad energética del país, entre otros puntos de vital importancia.
Para reconstruir la cohesión social, los próximos diputados federales tendrán que establecer políticas para contar con un salario remunerador, empleo digno y de calidad, distribución del ingreso y superación de la pobreza; amén de mejorar la fiscalización y combatir la evasión fiscal.
Otra tarea será la de formar una política criminal de estado con fines, acciones, mecanismos y definiciones consistentes por lo menos para las próximas dos décadas.
Asimismo, deberán impulsarse reformas legislativas estratégicas en el ámbito macroeconómico, que promueven el crecimiento sostenido de la economía real y para lograrlo el PRD propone reformar la Ley del Banco de México y Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
De esta manera, vemos que el reto de la próxima legislatura es complicado y que el PRD impulsará propuestas a favor de los sectores más vulnerables de la población, lo que se logrará sólo a través del diálogo, el consenso y los acuerdos.
*Consejero Nacional del PRD