No me sorprende, no…
MARCO ANTONIO FLORES ZAVALA
Hace 150 años se libraban batallas con balas, periódicos y dignidades. Hace 150 años se proyectó el piso volador que se cargó sobre la emergente catedral católica.
Hace 150 años, mientras un puñado reducido de pinches locos zacatecanos (homenaje a una candidata) luchaba contra invasores del espacio público; mientras el nuevo obispo (ahijado dilecto de un secretario monarquista -afamado teórico del Estado) conoce y fija los límites de su dominio territorial; mientras extranjeros se imponen con violencia, las dos grandes plazas de la cañada que acomoda a la vetusta Zacatecas son espacios seculares. Extremadamente seculares…
II
Hace un día, a pico, pala y escandalosa secrecía, iniciaron las labores para desbastar una plaza que, como cada trienio municipal, quieren adornar. Sólo eso, adornar como si fuese el patio trasero de una casa veraniega que no requiere ya de asistentes, menos de público.
III
Escribí: «No me sorprende, no…» porque el primer defensor de la malora obra es el ciudadano Sigifredo (homenaje al centenario de Orson). Dice que la plaza ya requiere de rehabilitación, refiere a la plaza contigua a su templo; pero más todavía, con pedinchería exclama: no hay dinero para rehabilitar templos de la Diócesis.
Sigifredo, Sigifredo, Sigifredo (tres veces): La plaza pública te toca como ciudadano. Lo de los templos, velo con tus coetáneos. Porque el colmo será que yo deba contribuir a tus templos y no a mis escuelas, a tus altares y no a mis bibliotecas.
IV
Como van por la ampliación del atrio de la catedral (perdónalos Jesús -González Ortega- no saben lo que hacen…) será gracioso cuando el burócrata que autoriza con un consejero las obras de rehabilitación y el cronista salgan con la ridiculez que encontraron huesos, lajas, monedas y algunos objetos antiquis que querrán ofrecer como el hallazgo del 150 aniversario de la intervención francesa.
V
Por qué no me sorprende, porque están en el quinto año de gobierno… y no saben qué hacer como administración de un Estado.