Las lecciones del caso Korenfeld
HÉCTOR A. ALVARADO GÓMEZ
David Korenfeld renunció a la Dirección General de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), como consecuencia del escándalo originado al difundirse unas fotografías que muestran al servidor público utilizado un helicóptero propiedad de la dependencia, para fines particulares; concretamente para trasladar a sus hijos de su domicilio particular al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Al ahora ex funcionario, de nada le sirvió ofrecer una disculpa en su cuenta de Twitter, por lo que él llamo “una error inexcusable”. Tampoco fue suficiente decir que pagaría a la hacienda pública el costo de haber usado el helicóptero de la Conagua.
El caso Korenfeld o el Helicopterogate, que pasará a la historia como un acontecimiento de abuso de autoridad, exceso de poder y utilización de recursos públicos para fines personales, nos deja varias lecciones:
- Que gran parte de la sociedad mexicana ya está cansada de los abusos y excesos de los funcionarios públicos y legisladores de cualquier nivel de gobierno y de cualquier partido político, así sean sus vecinos o sus conocidos.
- Que ese bloque de la sociedad cuenta con la maravillosa tecnología que le brinda su teléfono celular, para fotografiar y/o videograbar los abusos y excesos que algunos funcionarios cometen.
- Que esos ciudadanos tienen en Twitter y Facebook, dos plataformas de comunicación, lo suficientemente poderosas para viralizar sus mensajes, a tal grado que los medios convencionales (portales electrónicos, radio, televisión y periódico), se vean obligados a retomarlos como nota informativa en sus principales espacios y generar la presión suficiente sobre el gobierno federal o cualquier otro gobierno para hacer renunciar a secretarios de Estado.
- Todos los funcionarios públicos deben estar conscientes de que la nueva tecnología y las nuevas plataformas informativas, sobre todo las redes sociales, han transformado los mecanismos de comunicación social. Los paradigmas de los años 80’s y 90’s son obsoletos. El mundo ya cambió. Las redes sociales y los teléfonos celulares le dan un poder inmenso a los ciudadanos.
- La sociedad actual exige que los servidores públicos y los legisladores se comporten bajo los principios de honestidad, sencillez y humildad. Esos son los valores con los que deben conducirse todos los gobernantes y sus funcionarios. El Papa Francisco, el presidente Barack Obama y su esposa Michelle Obama, son ejemplo de que conducirse con honestidad, sencillez y humildad reditúa en altos niveles popularidad y aceptación entre la población.
Las lecciones del caso Korenfeld deben aprenderse por todos los gobiernos del país, independientemente del partido político del que hayan surgido y también por todos los legisladores. No entender que deben practicarse los valores de honestidad, sencillez y humildad en el servicio público puede derivar en vivir la misma experiencia de David Korenfeld que ya tuvo que renunciar.