Falla a México EPN

A dos años de su gobierno Enrique Peña Nieto le falló a México, porque no ha cumplido sus promesas de campaña. Sí, esas que firmó ante notario público. La decepción de la población se observa en el bajo nivel de confianza que ahora le tienen. Por cierto, es el más bajo que ha tenido un presidente en casi dos décadas.

El priista cumple su segundo año de gobierno en medio de una severa crisis de seguridad, económica y social, que no ha podido resolver y que no sólo se debe a la reciente desparición de los 43 normalistas de Guerrero.

La situación más complicada que se vive es en materia de seguridad, porque la violencia continúa a lo largo y ancho de la nación, sin que se haya podido ocultar, pese a la política implementada en los medios de comunicación masivos para “desaparecer mediaticamente” las noticias relacionadas con crímenes y asesinatos.

Tampoco ha podido resolver la inseguridad pese a las reformas estructurales, que cuando las promovió insistió reiteradamente que con ellas se salvaría a México.

Hoy es una realidad que la situación del país en materia de inseguridad es más alarmante que en diciembre de 2012. Hay más muertes, más ejecuciones extrajudiciales, más impunidad, más personas desaparecidas y más infiltración del crimen organizado en nuestras instituciones.

El desarrollo económico es otro de los “talones de Aquiles” de esta administración federal. Las  reformas aprobadas, que serían el eje rector de la economía, han quedado solamente en el papel, pues no pasaron a la ejecución ni se han visto sus resultados.

El país sigue sin crecer al ritmo prometido y la generación de empleo está por debajo de lo requerido.  El salario no ha recuperado su nivel adquisitivo y lo único que ha crecido es la desigualdad social y los gasolinazos. Pese a la política social aplicada la pobreza  extrema no disminuye.

En estos dos años del Gobierno de Enrique Peña ya quedo demostrado que la corrupción continúa siendo una realidad que lastima y agrede a la sociedad.  La sombra de actos indebidos y no aclarados suficientemente está sobre la Presidencia de la República.

A ello hay que sumarle los recientes escándalos por la compra de inmuebles de valores millonarios, en dólares, como lo son la llamda “casa blanca” y el departamento en Miami propiedad de la esposa del presidente, lo que ha levantado una amplia demanda para que transparente y aclare la posesión de esas propiedades.

La represión ejercida contra grupos sociales durante el uso de su libertad de expresión y manifestación es otro de los conflictos que se viven en el país. No podemos permitir el uso de la fuerza pública para acallar las voces inconformes que piden justicia.

En el Partido de la Revolución Democrática nos preocupa que se retome los modos y formas de la extinta Dirección Federal de Seguridad. Un ejemplo de ello fue la detención de un estudiante universitario, con  uso de violencia injustificada  y en flagrante violación de sus derechos y del debido proceso.

La desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa logró unir al pueblo mexicano en la exigencia de justicia y realizar movilizaciones nacionales e internacionales, cuyo eco no se ha podido ni se podrá callar.

Quienes integramos al Sol Azteca nos unimos a la exigencia de que las autoridades sigan en  la búsqueda, sean presentados con vida y que se amplíen las investigaciones para dar con todos los responsables materiales, intelectuales y por omisión.

Estos son sólo algunos de los puntos en los que Peña Nieto le ha fallado a México y que se suman a su nada claro triunfo electoral, con el que ya llevaba a cuestas casos de corrupción, como el de Soriana, Monex, la compra del voto a través de la entrega de dádivas y despensa y el posible uso de recursos ilícitos en su campaña presidencial.

Aún restan cuatro años del actual gobierno, periodo en que espero que la administración dé un giro favorable para el pueblo y desarrollo de México, porque de seguir tal y como estamos actualmente es indiscutible e indudable que permaneceremos estancados, sin crecimiento económico ni justicia social y con nuevos millonarios.