Blindaje de las elecciones 2015
CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID
La corrupción y la delincuencia son dos grandes males que afectan a la actual sociedad mexicana. Se trata de problemas tan arraigados que -pareciera que lejos de combatirlos-, sus tentáculos crecen hasta cimbrar las estructuras más profundas de nuestros sistemas social, económico y político.
Hace ya tanto tiempo que la corrupción comenzó a permear en nuestros sistemas, que es difícil recordar los tiempos en los que no existía. Empezó por el aparato gubernamental y el gasto que ésta representa para la población es verdaderamente oneroso y lastimoso.
Estudios indican que el gasto por la corrupción nos cuesta casi el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, alrededor de 100 mil millones de dólares al año. Sí, porque para casi todo hay que dar la concebida “mordida”.
Luego, nuestra sociedad se vio cimbrada por otro grave mal: la delincuencia organizada. Ésta se infiltró en las altas esferas del poder. Quienes integramos la sociedad mexicana hemos visto como al paso de las décadas cada día crece más y más.
A la ciudadanía nos preocupa la “relación” entre integrantes de grupos criminales con políticos y gobernantes, por ello es necesario y urgente acabar con esta problemática y blindar los procesos electorales, a fin de garantizar que quienes lleguen a los cargos de elección popular sean gente honorable, trabajadora y de reconocida trayectoria.
Me refiere a esta situación precisamente porque estamos iniciando el proceso electoral 2014-2015, en el que habrá elecciones intermedias en todo el país y se renovarán presidencias municipales, poderes legislativos y gubernaturas en 18 entidades.
Considero que este es el momento idóneo para tomar las medidas preventivas necesarias por parte de las autoridades electorales y los propios partidos políticos, para garantizar que los mejores perfiles sean los que asuman las candidaturas y, posteriormente, los cargos de elección popular.
Claro que la tarea no es fácil, sobre todo si tomamos en cuenta que a principios del 2015 se desarrollarán las precampañas para seleccionar aspirantes y las campañas para elegir gobernantes y representantes populares locales y federales.
Para mostrar la magnitud del reto, baste con decir que tan sólo en alcaldías, de todos los partidos políticos, se postularán más de 10 mil candidatos; mientras que para diputados federales y locales los registros superarán los 24 mil.
Ante esta situación, los partidos políticos y sus dirigencias debemos tomar medidas contundentes para proteger las candidaturas.
Las dirigencias del PRD, PRI y PAN ya sostuvieron reuniones para alcanzar acuerdos que construyan mecanismos eficientes y precisos para evitar que el involucramiento de la delincuencia en la política. Es necesario que en los próximos días este diálogo se amplié al resto de los partidos políticos en México.
Una de esas acciones puntales es la exigencia nuevamente a las y los aspirantes de la carta de no antecedentes penales. También existen voces que solicitan que quienes obtengan las candidaturas firmen una declaración o compromiso de actuar de manera legal y hacer público su patrimonio y el de sus familiares.
Otra medida más que se plantea, aunque todavía no es un hecho, es solicitar a las autoridades información sobre las y los candidatos que se registren.
Aunado a lo anterior, el Sol Azteca propone que los integrantes de observatorios ciudadanos en materia de seguridad emitan una opinión detallada sobre aspirantes, la cual sería cotejada con la información pública que los medios de comunicación emiten sobre ellos y ellas.
Lo que acabo de mencionar son sólo algunos de los primeros planteamientos que los partidos políticos y otros sectores proponen para garantizar de alguna forma que no se inmiscuya la delincuencia en nuestra democracia y procesos electorales.
Creo que vamos por buen camino y que en los próximos meses veremos reflejados en acuerdos concretos las medidas específicas para lograr el blindaje electoral o de las candidaturas. En este punto, el Instituto Nacional Electoral (INE) jugará también un papel trascendental.
Desde siempre he sido un intenso promotor de que al interior del PRD se elija a los mejores perfiles para llegar a las candidaturas y esta ocasión no será la excepción, máxime cuando se cumpla con rigurosos requisitos de selección.
*Representante del PRD ante el INE