El Issstezac, su rescate y la creación de consensos
* Necesario construir consensos para impulsar el rescate del Issstezac
* De no procederse a la reforma, miles de trabajadores resultarían perjudicados
* Darle viabilidad financiera al sistema de pensiones, una demanda
MANUEL IBARRA SANTOS
En el actual contexto estatal, la reforma y rescate del Issstezac, es una de las prioridades de mayor trascendencia en el corto y mediano plazo, por razones de salud para las finanzas públicas y para proteger el patrimonio de miles de trabajadores.
Sin una reforma estructural que opere cambios de fondo en funcionamiento del Issstezac, el sistema de pensiones en Zacatecas, entraría en la línea de una franja de alarma que le colapsaría, que afectaría el patrimonio de los trabajadores y, además, colocaría a las finanzas públicas del Estado, en la ruta de una especie de shock y de quebranto que perjudicaría aún más el desarrollo integral de la entidad.
Ante este escenario crítico que ha encendido las luces de alerta, lo menos que puede esperarse de los actores políticos, es la construcción responsable de un amplio consenso plural de todas las fuerzas, para emprender la reforma integral del sistema de las pensiones en Zacatecas, que dé viabilidad financiera al Issstezac, pero también que instaure un sistema administrativo transparente y eficiente que blinde a la institución de los abusos, los excesos, la corrupción y los actos discrecionales de los políticos sexenales.
El Issstezac, fundado en 1986, en la transición de los gobiernos de José Guadalupe Cervantes Corona y Genaro Borrego Estrada, atiende en la actualidad a más de 21 mil trabajadores, de los cuales un poco más de 2 mil cien son pensionados, en los que se ejercerá estimativamente, para cubrir los compromisos financieros con ellos, en el presente año, más de 400 millones de pesos, gasto superior, por mucho, a los ingresos producto del cobro de cuotas obrero patronales.
En la actualidad, por otra parte, existen más de 827 trabajadores en circunstancias y edades para jubilarse que de hacerlo, no habría recursos financieros disponibles para cubrir sus compromisos y responsabilidades, y eso produciría un verdadero colapso económico.
Las tendencias crecientes de la falta de fondeo económico en el Issstezac obedecen a una serie de circunstancias entre las que se encuentran el aumento de la edad en la esperanza de vida, la insuficiencia financiera de los ingresos producto de cuotas obrero-patronales, las edades productivas tempranas de las jubilaciones, el aumento de los adeudos institucionales, el incremento de la burocracia para manejar el sistema de pensiones y la existencia de un modelo administrativo que ya hizo agua, producto de las inercias acumuladas.
El marco jurídico normativo del Issstezac, obsoleto
El marco jurídico/normativo del Issstezac, a 28 años de su creación, resulta obsoleto a la luz de las nuevas realidades económicas, sociales, políticas y demográficas, porque ni siquiera contempla en su contenido la existencia de un salario referencial definido para el otorgamiento de las jubilaciones.
Es común que un trabajador cotice durante la mayor parte de su vida laboral en base a una determinada percepción salarial y se retira con otra negociada en la última etapa de su tiempo de trabajo para la que no cotizó y que, por lo tanto, también está generando desajustes financieros en el sistema de pensiones.
La actual Ley vigente del Issstezac, entró en vigor en octubre de 1986 y fue herencia en su elaboración y diseño por la iniciativa del prestigiado maestro universitario, el reconocido abogado Roberto Almanza Félix, quien se desempeñó como Secretario General de Gobierno, en la última etapa de la administración de José Guadalupe Cervantes Corona.
El artículo 7 de la referida Ley establece las principales prestaciones y servicios a que está obligado ofrecer el Issstezac a sus afiliados, entre las que destacan las siguientes: préstamos a corto y mediano plazo, créditos hipotecarios, jubilación, pensión por invalidez, indemnización global, póliza de defunción, ayuda para gastos de funeral, prestaciones sociales y culturales, de capacitación educativa, entre otras.
Todos estos servicios y derechos fundamentales, pudiesen estar en evidente riesgo de otorgarse, de no procederse a implementar una profunda reforma estructural del Issstezac.
No sólo se requiere revisar y redefinir los años adecuados para las jubilaciones, los montos de las aportaciones obrero-patronales, sino modernizar también el modelo de administración del ISSSTEZAC, altamente burocratizado en la actualidad, para impedir que esa noble institución, sea utilizada sólo para saciar intereses y obsesiones de políticos y grupos de interés sexenal y no para beneficiar a los trabajadores.
Los escenarios ante la crisis
Ante la crisis que vive el sistema de pensiones, hoy se presentan tres escenarios: el negativo, que tiene que ver con una actitud de la avestruz, de esconder la cabeza, de no reconocer lo que está pasando y esperar que con el tiempo estalle el colapso; 2).- el escenario de la mediocridad: no proceder en consecuencia y sólo hacer parches y simular que se hacen cambios; y 3).-implementar la reforma estructural del Issstezac, plenamente razonada, consensada y con visión de futuro. Esta sería la apuesta por un escenario positivo.
Desde la perspectiva oficial, convendría hasta por razones de legitimidad, crear el andamiaje de una reforma del sistema de pensiones y jubilaciones en Zacatecas, para no heredar una bomba que estallaría en breve tiempo.
El mérito de Víctor Manuel Rentería, como director del Issstezac es haber tomado la iniciativa de abrir al debate público el tema de las pensiones y su situación real, en un sano ejercicio de transparencia que a todos beneficia e así impedir que prevalezca la simulación.