Jerez… Miel y veneno a la vez
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
La lluvia y los viejos trapos
Las intensas precipitaciones pluviales como las que se han presentado durante la última semana en Jerez, ponen en evidencia el descuido que se tiene en algunos aspectos de la cotidianeidad y que si bien, que no necesariamente son atribuibles al gobierno actual, por mera institucionalidad, tendría que buscar la manera de atenderse, pues por una parte resultan incómodos para la población y por otro, afectan la imagen de nuestra ciudad que –recordemos–, no es solamente el centro de la ciudad, sino también la periferia.
Llueve al interior del mercado
Uno de ellos es el mercado municipal donde como se dice metafóricamente, llueve más adentro que afuera; resulta que cada ocasión que se presenta una tormenta, los locatarios de la nave principal, deben apresurarse a cubrir con hules algunos de los puestos, debido a que existe una cantidad considerable de filtraciones, a través del techo de lámina; pero cuando la lluvia los sorprende mientras están en su centro de trabajo, es posible la prevención, pero no así cuando ocurre durante, la noche que es en la mayoría de los casos y entonces sí ni que hacer, sólo prepararse a iniciar sus albores del día siguiente, con el secador en las manos.
Lo que el aire a Juárez
Y hablando del mercado, la fumigación que se realizó la semana anterior, parece que sirvió para dos cosas, pues tijerillas, cucarachas, capulines y otros insectos, se pasean tranquilamente por algunos locales, demostrando que el líquido aplicado les hizo lo que el aire a Juárez.
Secuelas del Drenaje Pluvial
A cinco años del drenaje pluvial, algunas secuelas de la mala calidad de la obra complementaria, salen a relucir en diversas partes de la ciudad; en el principal acceso a la ciudad, sobre el boulevard Suave Patria, la franja de asfalto que se colocó, muestra más deterioro que todo el arroyo de la avenida; en el bulevar del Álamo entre la Colonia Lagunita y el Infonavit el Cortijo existen enormes baches, en parte por la deficiencia de la pavimentación pero principalmente, por el mal trabajo realizado por la constructora que hizo el drenaje pluvial, a la hora de reponer el pavimento.
Pero el colmo se está viviendo en el Fraccionamiento Guadalupe, donde el concreto corriente que se aplicó está causando severos hundimientos en la calle Constitucionalismo, casi para llegar a la Severo Cosío que es la arteria de entrada y salida; ahí queda demostrado que eso de haber dejado un poco más arriba el nivel, para que con el tiempo se acomodara al parejo de la calle, fue una pésima idea, pues el cemento se rompe en pedazos y se hunde.
Al final de la calle Francisco I Madero
El pésimo pavimento al final de la calle Francisco I Madero en el Infonavit el Cortijo, es otro de los defectos que se vuelven más evidentes con la llegada de las lluvias, pues el enorme charco que se forma, le juega malas pasadas a los automovilistas, debido a que no aprecian la amplitud y profundidad del enorme bache formado en el asfalto y que en esto días se ha incrementado considerablemente, de lado a lado de la calle..
Jerez se cae en pedazos
Por otra parte, el Jerez antiguo continúa cayéndose en pedazos y con las primeras lluvias del año, se agravó la destrucción parcial de viejas construcciones, muchas de las cuales hace tres o cuatro años aún estaban completas, otras mostraban daños menores pero hoy su caída parece inminente.
Esto nada tiene que ver con la preservación de la arquitectura local que tanto dicen proteger algunas instancias; seguramente será tiempo ya de que cambien su modo de operación y no concretarse únicamente a impedir sistemáticamente que alguien meta mano a la viejas fincas o bien aplicar las sanciones respectivas; se necesita que se ofrezcan alternativas para emprender un verdadero rescate de la zona protegida y en lugar de obstaculizar a los dueños que desean hacer algo para impedir que sus propiedades se vengan a tierra y juntos busquen soluciones, de lo contrario, Jerez seguirá cayéndose paulatinamente.