Impresionante lleno para presenciar la actuación de Julión Álvarez
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Julión Álvarez respondió a la expectativa que había creado como una de las principales figuras para el teatro del pueblo y llenó el nuevo escenario en el que cantó por cerca de tres horas la mayoría de los éxitos que ha acumulado en una corta pero fructífera carrera.
El lugar se ocupó en forma paulatina, hubo personas que arribaron con más de cinco horas de anticipación para apartar el mejor lugar, pero la gran mayoría lo hicieron ya entrada la noche y pasadas las 21 horas, apenas se había llenado la parte frontal hasta la primera barrera, sin embargo una hora después, el graderío que se localiza a unos 120 metros del escenario estaba completamente saturado y en la plaza apenas se percibía un hueco.
Pero no fue un lleno apretado, se podía caminar abriéndose paso entre la multitud e incluso, una gran cantidad de personas se generaron su propio espacio para poder dar rienda suelta a la alegría mediante el baile.
El acceso pese a la gran cantidad de asistentes, fue fluido y el personal de seguridad privada, apoyado por elementos municipales, no tuvo mayor problema para el control del acceso; la revisión fue una rutina pues ahora todos sabían que no es posible ingresar con bebidas y los decomisos en el filtro de seguridad fueron mínimos.
La despedida de la banda La Chacaloza de Jerez, parecía poner fin a la espera sin embargo, hubo que aguardar 15 minutos más para el acomodo de instrumentos y la presentación en audio y video que ya era coreada por todos; la banda interpretó El Sinaloense y entonces, sin más preámbulo, salió al escenario el hombre de la noche, ataviado con traje negro de corte vaquero, texana del mismo color y elegante camisa azul.
Cientos de celulares y tablets salieron de inmediato para captar la imagen de su ídolo y muchos de ellos permanecieron durante gran parte del concierto.
Las notas de la Fari Fay levantaron el primer grito colectivo seguido e No Vales ni un Peso que el público cantaba con fuerza, al tiempo que el artista guardaba breves silencios para dejar escuchar la frase principal “ y que dijiste, a ese tonto me lo vuelvo a echar al plato…”.
Sin descanso alguno, hilvanó varias melodías y mientras sus músicos hacían la introducción de Ayer la vi por la Calle, dijo que interpretaría temas desdelos viejitos hasta el más reciente disco y cuando sus fans reconocieron las notas de Y fue Así, precisamente el sencillo de moda, lanzaron una de las ovaciones más nutridas de la noche. Luego siguió con Y Tú, Ni lo Intentes, La María y Qué te Parece, Las Mulas de Moreno.
De las pocas interrupciones fue para anunciar personalmente a un niño extraviado y tomando al chiquitín de la mano que lloraba, lo paseaba por el escenario para pedir a sus familiares que lo procuraran, mientras decía al infante, no pasa nada amigo, más tarde hizo lo propio con una niña. Luego se dio tiempo para enviar saludos que ingeniosamente alguien del público le escribió en un Tablet.
Fue ahí que ingresó al escenario el alcalde José Manuel Viramontes Rodarte, acompañado de su esposa Jackie Martínez Juárez y el presidente del Patronato de la Feria Jorge Román Galicia. El munícipe entregó el reconocimiento y dijo que apenas el martes (sic) se rompió un record con la banda MS, al reunir 20 mil personas y ahora –aseguró-hay 30 mil asistentes.
El concierto se reanudó con Te Hubieras ido Antes, Olvídame, Un Simple terrenal, Perdón por qué y Me da Vergüenza.
Justo a la media noche, algunas persona comenzaron a tomar la salida, previendo aglomeraciones, pero era poco notorio el vacío, la mayoría permanecían pues presagiaban que a esto le faltaba mucho más y así fue, el concierto se extendió casi dos horas más, en las que el chiapaneco desglosó prácticamente todo el repertorio que lo mantiene en la cumbre del éxito.
La sencillez demostrada en el escenario, tuvo su culmen cuando subió al escenario su padre César Álvarez Villalpando que presentó como “paisano de ustedes” y juntos entonaron el tema Ese Señor de las Canas, naturalmente seguido de una fuerte ovación.
Julión prolongó su espectáculo casi por tres horas, a pesar de que alguien le insistía que ya debía cortar, pero él comentaba que no podía irse porque había todavía mucha gente, bailando y divirtiéndose, finalmente se despidió cuando el reloj prácticamente estaba a punto de sonar las 2:00 horas cerrando con dos grandes éxitos, Mi Mayor Anhelo y por tercera ocasión en la noche Así fue.
La salida del público fue menos fluida que el ingreso, la aglomeración no se hizo esperar; los rostros denotaban cansancio, pero a la vez satisfacción de haber disfrutado casi tres horas con su artista consentido.