La Procesión del Silencio, el mayor ritual religioso de Zacatecas
Zacatecas, Zac.- Cada Viernes Santo, el Centro Histórico de Zacatecas adquieren un matiz místico. A partir de las 20:30 horas comenzó una marcha que convirtió a la ciudad en el escenario de la Procesión del Silencio, el mayor ritual religioso de la capital, que año con año guarda luto por la muerte de Jesús.
Las calles del Centro Histórico se sumergen en un redoble de tambores y notas de un clarín. La multitud, esta vez unas 30 mil personas, según las estimaciones del secretario de Turismo, Pedro Inguanzo, se instaura en los alrededores un clima de completa expectación. Entonces comienzan a despuntar las primeras cruces y cirios que esta vez llevaron más de dos mil cofrades.
Al poco tiempo, las calles circundantes se llenan de faroles y capuchas cónicas que avanzan con parsimonia, en gesto de duelo. Todos los cofrades portan emblemas e imágenes religiosas, y visten de acuerdo a los colores que corresponden a su compañía.
Esta vez avanzaron lentamente 13 imágenes, 18 cofradías y tres bandas musicales, la de Guadalupe y de Tacoaleche. siempre encabezadas por la Banda Sinfónica del Estado, que dirige Salvador García y Ortega. Aunque claro, la figura de la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad es la gran protagonista del desfile, la cual es transportada sobre los hombros de decenas de hombres.
A lo largo del trayecto se pronuncian pregones y saetas que detienen la procesión en puntos estratégicos. Estas voces retóricas, pertenecientes a la tradición sevillana, ofrecen un acongojado homenaje a manera de recital y canto.
Este año, cuando se cumplen 25 años en que la procesión se unificara en una sola ruta, misma que sale de las inmediaciones del ex convento de San Francisco (ahora el Museo de la Máscara) hasta la Catedral Basílica, que cerró de manera solemne sus puertas. Está de duelo.
La tradición de la Procesión del Silencio tiene sus orígenes en la España del Siglo XIII, cuando los sacerdotes franciscanos iniciaron sus procesiones de Sangre en las que éstos se inflingían castigos físicos y representaban escenas relativas a la Pasión de Cristo.
En el siglo XVI, el ritual es traído a la Nueva España gracias a la orden de las Carmelitas Descalzas; en Zacatecas se convierte en una de las tradiciones más antiguas, pues se estima que desde 1559 ya había dos cofradías (la de Natividad y la Veracruz), apenas 29 años después de que los españoles llegaran a tierras zacatecanas. Hoy su renovación incluye la musicalización. El silencio total pasó al olvido.
Atavismo religioso que devela como luz sobre el prisma a los diferentes componentes que conforman la esencia de la fe zacatecana, la Procesión del Silencio es una poderosa comunión de la gente con Dios, mediante la cual se renuevan los lazos para hacer frente al porvenir con esperanza.
Esta ocasión, la Procesión del Silencio se enmarca en la celebración de los 150 años de la erección de la Diócesis de Zacatecas.
