El PRD que queremos
JOSÉ NARRO CÉSPEDES
Mientras en el escenario nacional el Partido de la Revolución Democrática da una lucha por democratizar las decisiones que afectan al interés de México y defiende la idea de la Consulta para definir los rumbos de Pemex y la estrategia energética, hacia el interior el perredismo ha quedado excluido del proceso de cambio de la dirigencia del PRD.
Así, los consejeros de este instituto político acordaron con 204 votos a favor y 77 que sean los mismos consejeros nacionales quienes definan al sucesor de Jesús Zambrano, dando por cerrada la posibilidad del voto universal, libre y secreto de la militancia el que defina un nuevo órgano de gobierno del partido.
Sin embargo, queda claro que ante la puesta en marcha de la aplanadora de las corrientes internas mayoritarias, los impulsores de la llamada democracia indirecta, durante la discusión en el pleno del Séptimo Pleno Extraordinario del Consejo Nacional, fueron incapaces de ganar el debate.
Nunca pudieron argumentar de manera el por qué evitar las urnas, por qué evitar la confrontación de ideas frente a la militancia, por qué refugiarse en un hotel para que un grupo de notables decida quién será el sucesor de Jesús Zambrano.
Uno de los argumentos esgrimidos por los grupos que impulsan el acuerdo de los consejeros por encima de la elección de la militancia, fueron los fracasos en los procesos electorales pasados, organizados por el PRD.
Así, el llamado método indirecto garantizará el menor costo político ante eventuales rupturas provocadas por denuncias prácticas antidemocráticas con que se contaminaron elecciones pasadas.
Es verdad, evitar la elección evitará los problemas de la elección. Negar la democracia, evitará los conflictos de la lucha democrática. Negar al electorado, evitará confrontar los resultados del partido con los que nos apoyan.
Sin embargo, nosotros dimos la lucha por llevar nuevamente las ideas del PRD a las calles e invitar a cada uno de los perredistas a retomar el partido, a sumarse para recuperar el país y la historia nacional que está borrando el PRI con sus reformas que niegan los logros de las luchas donde millones de mexicanos dieron su vida.
Queremos un partido vivo y para ello dimos el debate en el Consejo del PRD. Buscamos un partido donde las bases tomen las decisiones que darán rostro a los objetivos de este instituto.
Merecemos un partido capaz de ver de frente a los perredistas, quienes con su participación respaldarían cada determinación, así no existiría el alejamiento que hoy existe con la dirigencia nacional.
Casos como la participación del PRD en el llamado Pacto por México no existiría porque los dirigentes partidarios deberían dar la cara frente a todos los perredistas, no podrían existir decisiones de grupo.
Somos un partido que en nombre y en su lema lleva la decisión que se debió tomar en el Consejo. Revolución Democrática. ¡Democracia ya, Patria para todos!
