25 millones por la presidencia en Zacatecas
JAIME ENRÍQUEZ FÉLIX
Las contiendas electorales en Zacatecas parecen una Navidad en Primavera. Los candidatos –que son muchos- todos vestidos de Santa Claus, reparten balones, despensas, cemento, yoyos, bicicletas, menús de tres tiempos en mesas con manteles largos para los gremios o las agrupaciones en salones que se rentan y se iluminan con un costo de 300 a 500 pesos por cubierto. Grandes espectaculares, lonas de tamaño enorme que afean la ciudad, pegotes de la dimensión de una ventana… los hechos se repiten en todos los municipios del Estado y en todos los distritos también.
La lista de candidatos es larga. Hacer una encuesta implica invertir cantidades millonarias y se vuelve una tarea casi imposible dado el alto número de los contendientes. Cuando se llega al final del cuestionario, el encuestado ya se perdió en la mitad de las preguntas.
Las boletas serán casi igual. Aunque lleven foto y nombre, los últimos –que no serán los primeros- no alcanzarán votos.
El gobierno del Estado ha cerrado sus arcas. Despidió al mayor número de trabajadores y funcionarios; ha dejado de comprar cualquier producto por necesario que sea y está regresando las facturas de los proveedores “debido a la veda electoral”. Compraron, gastaron, se vistieron y ahora dicen que no tienen para pagar no sólo eso: regresan las facturas como una negativa al cumplimiento de un compromiso financiero.
Por otra parte, vemos un gran movimiento de productos inusitados. Pero los vendedores de estos artículos en Zacatecas indican que no han vendido uno solo de ellos, que las compras se hacen en Monterrey, en Jalisco y en Coahuila, que son estados encabezados por gobiernos priístas que aportaron dinero para la pasada candidatura a Gobernador en Zacatecas.
La estimación para que el “niño de pecho”, Carlos Peña logre vencer las acusaciones que tiene de inepto, irresponsable e inexperto –según los habitantes de Río Grande tiene hábitos similares a los del padre Maciel-, es alta. No bastan los spots de radio, televisión y comilonas. El rechazo de la gente corre de boca en boca por la bella Zacatecas, a pesar de que la campaña se ha enmarcado con finales de telenovelas, encuentros de futbol, música para callejonadas y de cualquier tipo, con el pretexto de que el candidato llega a la colonia que sea. La cifra llega ya a 25 millones –van sumando unos y otros- como total previsto para la campaña a presidente municipal de Zacatecas.
Los empleados de gobierno obligados por los empleadores, han tenido que entrar al trabajo político buscando ocultar su rostro. Finalmente todos nos conocemos. Por ello es que los proveedores de los productos de campaña son fuereños, pues habría ya filtraciones aquí, si las compras se hicieran localmente.
Fresnillo es otro lugar donde el recurso público es abundante y generoso. Va por la alcaldía otro de los Monreales –parece ser el quinto- Y su contrincante es otro Monreal que se le rajó porque ya no veía chance de triunfo. Allí se calculan otros 15 millones de pesos para ganar la presidencia.
Guadalupe es la otra “joya de la corona”: Poblada, proviene de un mal gobierno; maltratada y con corrupción. La disputan dos perredistas: uno ladrón y otro incómodo. Y por el PRI, alguien que piensa en grande y así lo presume. Esta contienda será de tres tercios, pero también se observa que el dinero no es una limitante para estos candidatos.
El resto del Estado buscará ser ganado por el PRI, porque el señor gobernador sabe que si estas candidaturas las pierde, se pierde él mismo. Y si las gana, también perderá pues verá mermarse aun más su credibilidad.
Estamos en la parte descendente de la parábola del poder gubernamental y pudiera ser el ocaso del gobernador que durante 11 años fue perredista y transitó al PRI como su evolución final en la política.