¡Perseveremos, más temprano que tarde, venceremos!

OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO

El triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo de salida para iniciar una cruzada aniquiladora en contra de los movimientos sociales, pero particular saña se emprendió contra el antorchismo dando continuidad a los actos de descalificación que espetó en nuestra contra como jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y que incluso lo cita con orgullo en alguno de sus libros: “no admitimos el chantaje de organizaciones clientelares como Antorcha”.

El punto de partida fue la declaración en más de 100 plazas públicas del país, “se acabaron los moches”, ”nada de intermediarios, nada de que soy de la Antorcha Mundial y darle a los líderes”; vino luego la persecución a la estructura financiera que legítimamente hemos construido, después se desplegó el operativo electoral mediante programas asistenciales en municipios donde gobernaba algún antorchista; y todo ello fue acompañado de cerrazón absoluta a la atención de las demandas con el argumento del cambio de políticas, de la eliminación de partidas presupuestales, y en los casos más cínicos se aplicó una negativa directa al diálogo y atención cumpliendo la línea del jefe del ejecutivo.

Los casos se multiplicaron y la embestida abierta del jefe del ejecutivo federal sirvió de pretexto para que desde altas esferas o ayuntamientos se afinará la estrategia y se “deshicieran” por fin de los molestos antorchistas, vale decir que jamás se aportan pruebas de los supuestos moches y que el argumento es tan endeble que dando por cierto que viviéramos de dinero mal habido, resulta increíble que a más de cuatro años de cerrazón y cero demandas resueltas, nosotros sigamos sólidos realizando actividad política.

Hace algunos días vimos otro grotesco abuso de poder que concuerda con lo descrito, el 27 de marzo el Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya en su conferencia semanal, ante pregunta expresa de una reportera sobre la falta de personal educativo, se lanzó abiertamente a calumniar afirmando que quién protestaba eran los antorchistas que querían dinero, ni una sola prueba de su dicho, sólo calumnias para justificar su cerrazón.

La anterior descripción viene a cuenta para demostrar que los tiempos que corren han sido por demás complejos, el actual gobierno considera un crimen abanderar las causas de los pobres; para la delincuencia pregona “abrazos, no balazos”, pero para quien levante la voz a nombre del pueblo y no pertenezca a su partido se propinan persecución, negativas y la condena pública.

Por ello adquiere relevancia el tesón, la perseverancia y la determinación con la que hemos acometido la actual coyuntura, nuestro líder nacional el Aquiles Córdova Morán, nos ha convocado a mantenernos unidos al pueblo, sabedores que podrán cerrar la llave de la solución de las demandas, pero mientras exista una terrible desigualdad la tarea de organizar al pueblo seguirá vigente.

En virtud de lo anterior encontrar autoridades sensibles y atentas a la problemática social es algo poco común, es una osadía que va en contrasentido a lo establecido y mandatado por el autócrata que gobierna la patria, sin embargo, existen casos que gobiernan para bien del pueblo. En su segundo período como alcalde de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila ha dado la pauta para que dentro de las limitaciones presupuestales se atiendan las peticiones de mis compañeros y se han establecido compromisos de acciones sociales, obras de pavimentación, domos en instituciones educativas, como en todos los casos se trata de acciones de carácter elemental y de necesidades básicas para la gente.

Pero eso no ha quedado en promesas vacuas, el pasado 27 de marzo tuve la fortuna de acudir a la inauguración del domo del Cecytez de La Estación, en un imponente acto Monreal Ávila reconoció nuestra labor y reiteró el compromiso de seguir trabajando unidos por el bienestar de los fresnillenses, fue digna de reconocer la actitud asumida por el primer edil, así como valiosa la perseverancia del personal docente y directivos que no claudicaron hasta lograr el objetivo, digna de mencionar también es la solidaridad de los antorchistas de Fresnillo que no arredran ante las adversidades e impulsan demandas de orden educativo.

Lo anterior lleva necesariamente a la reflexión sobre la urgencia de mantenernos juntos, dispuestos a vencer cualquier adversidad, no ceder ante las amenazas y entender que la naturaleza de nuestra lucha lleva aparejado riesgos y complicaciones, sabedores además de que no hay mal que dure cien años, una y otra vez debemos reflexionar sobre la necesidad de despertar la conciencia del pueblo, hoy más que nunca adquieren relevancia las palabras del Maestro Aquiles Córdova y que considero necesario citarlas a efecto de fortalecer nuestro ánimo y voluntad de lucha:

“La tarea verdaderamente progresista y revolucionaria consiste en llamar al pueblo una y otra vez, sin descanso, predicando con la palabra y con el ejemplo, a organizarse, a unir fuerzas con sus iguales, para la defensa de su vida, y de sus intereses… la organización profunda y consciente de las masas, es, ha sido y será siempre, el primer paso en serio para hacer girar, una vuelta más, la rueda de la historia.»

Siguiendo estos principios, nosotros estamos en pie de lucha, por lo que debemos perseverar, sabiendo que más temprano que tarde venceremos.