El humanismo del “Tata López”

RAÚL MANDUJANO SERRANO

Fíjese usted –explica el misionero de las letras pecadoras-, el presidente, en ese delirium politicus existencial, llama hoy a su gobierno “humanismo mexicano” (suena chido, bien acá). Es parte de su esencia, de su personalidad y de creerse cobijado por la gente que dice él, ésta contenta (bueno, menos las 250 mil familias a quienes les han ejecutado a uno de sus hijos, o los desplazados en la frontera y los desaparecidos).

Mire, el humanismo nace por allá del siglo XV, en Italia, por la influencia de ideólogos como Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio, quienes priorizaban la razón por sobre la fe y el concepto del hombre como centro del universo.

Sí, sí, hablamos del bienestar humano, pero… no suena igual cuando viene de un político que “maquilla” la información que da a conocer. Andrés dice que su humanismo mexicano «surge de la milenaria riqueza cultural mexicana y la fecunda historia nacional” … tan, tarán… tan, tan… Ora sí que ¡¡hay güey!! Ya lo queremos dirigiendo al tri. “El Tata” Andrés con Marcelo Ochoa en la portería, Claudia Antuna, “el chicharito” Mario Delgado, y atacando a los rivales neoliberales Adán Alexis Vega…

“El Tata” reiteró ante esos –dicen- un millón 200 mil mexicanos, que en su gestión se ha garantizado la libertad de expresión (los 151 periodistas y activistas asesinados en 4 años lo demuestran), dice que no quiere aplicar el Artículo 33 Constitucional (que refiere a la expulsión de forasteros que se inmiscuyen) en contra extranjeros perniciosos (o contra aquellos que no se apelliden López o Sheinbaum. Porque este es un país de libertades e inmigrantes de naciones con gobiernos de izquierda y dictatoriales…

Colofón.- Marchar por el control del INE 

Tratemos de entender qué está pasando con eso de las marchas y para qué son, explica el periodista incómodo mientras degusta de un suculento muslo de “la Casa del Pollo Crunchy”, de sus amigos Fer Alvear y Karel.  Se trata de dos marchas que convocaron a miles de personas desde el Ángel de la Independencia: la movilización del presidente Andrés Manuel el domingo pasado y la protesta contra la Reforma Electoral, el 13 de noviembre pasado.

Esta última, “en defensa del INE” fue convocada por líderes de sectores empresariales y políticos, como Claudio X. González, fundador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, organismo, por cierto, que realizó la investigación denominada: “La Casa Gris” (que involucró a José Ramón López, uno de los hijos del presidente), así como muchos más: José Woldenberg, académico y primer presidente del entonces IFE, el empresario Enrique de La Madrid, el ex diputado del PRD, Fernando Belauzarán o la diputada Margarita Zavala, y muchos, muchos más, considerados por la zona morena como enemigos del presidente.

En cambio, la del domingo, la emplazó solito Andrés desde la mañanera, sólo él, no Morena o su alfil Mario Delgado, no fue Claudia Sheinbaum repartiendo tortas, tamales y atole, o la señora esa Sansores, que dizque gobierna Campeche, o Cuauhtémoc Blanco, o Marcelo, o esos que pagaron camiones para traer a los “acarreados” y darles sus 500 pesotes, no, ellos no tienen el poder de convocatoria del presidente. Este hombre, que se ha convertido en un fenómeno mediático por sus berrinches, caprichos e ingenuidad, es quien sostiene a Morena, su partido y movimiento, pero ¡ojo! él no estará en la boleta electoral, ya no. El voto quedará dividido y cuidado “corcholatas”, eso pudiera ser una ventaja para la oposición… Por ello la tremenda guerra por el control del INE. Hasta otro Sótano.

Twitter: @raulmanduj